Era el día
Todo estaba preparado
Las chicas se arreglaban en el cuarto de Momo. Iban de arriba a abajo contra reloj, no contaban en que debían estar en el edificio principal antes de las nueve.
Momo se había alisado el pelo y lo había amarrado en una coleta alta, Tsuyu le había hecho unas ligeras ondas con la ayuda de Hagakune, que nadie sabía que se había hecho, Mina se había recogido en pelo hacia atrás con efecto mojado, Jirou se lo había dejado igual, (aunque todas le hubieran insistido en que se hiciera unas ligeras ondas solo la pudieron convencer de que se maquillara) y Ochako se lo había amarrado en un moño, dejando sus característicos mechones largos caer por los lados de su rostro.
Todas llevaban tacones y los profesores les habían regalado un pequeño objeto para que simularan mejor sus trajes y como agradecimiento a que hubieran aceptado pasar por este mal trago.
Momo llevaba una pulsera amarilla en honor a su cinturón, Tsuyu un pequeño broche con sus gafas, Mina una pulsera con los colores de su traje, Jirou un broche con forma de amplificador, Hagakune una pulsera de cristal y Ochako unas pulseras que simulaban sus muñequeras.
Todo en conjunto quedaba perfecto.
Los chicos las esperaban en la zona común, debían llegar todos juntos por la prensa, y supieron que bajaban porque de repente empezaron a escuchar un gran estruendo.
Cuando las puertas del ascensor se abrieron todos se quedaron mudos al verlas.
Estaban despampanantes
—¿Qué? ¿Os habéis quedado mudos?
Denki corrió hacia Jirou y se arrodilló enfrente de ella
—Dios no se que te he dado para merecer tal diosa pero gracias
—¡DENKI!— gritó sonrojándose y golpeando su cabeza.
Todos los chicos llevaban trajes, aunque eran diferentes. El de Iida era blanco, el de Deku era negro con detalles verdes y el de Shoto era igual pero tenía la mitad bordados en rojo y la otra en azúl.
El traje de Kirishima era el más diferente, acababa de forma puntiaguda, como cuando se endurecía, y las partes finales eran rojas, eso y que no llevaba camisa, solo el pantalón y la jaqueta.
Pero el que más llamó la atención de Ochako fue el de Bakugo.
Era negro con bordados naranjas, sin corbata y con el pin que les habían regalado a todos los chicos en forma de sus "marcas significativas" en la solapa (en el caso de Bakugo era una bomba). También traía su antifaz y eso le daba un toque más enigmático y distante.
Se sonrojó al darse cuenta de de Bakugo la estaba mirando con la misma intensidad que ella lo hacía, y apartó la mirada, concentrándose en Deku que venía a saludarlas
—¡Chicas estáis preciosas!— dijo y miró a Uraraka con ojos brillosos, como si fuera su hermana pequeña
Ella le sonrió
—¿Nos vamos ya o que gilipollez toca ahora?
La entrada estaba llena de periodistas, más de los que esperaban.
Aizawa, que llevaba un traje completamente negro, los esperaba impaciente e irritado
—¿Ya estamos todos?
Iida asintió
—Bien, les daréis vuestros abrigos a Cementos y pasaréis conmigo por la alfombra roja cuando nos llamen, ¿Entendido?— su tono de voz mostraba lo que deseaba, que todo esto acabara— nos harán preguntas y deberéis contestarlas, aprovechad esto como una clase exclusiva de como mediar con la prensa y potenciar vuestra imagen.
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Fuerte [Kacchako]
Action¿Ya había acabado la guerra? ¿Qué había pasado? Eso fue en lo primero que pensó Ochako al despertarse en el hospital. Un dolor intensó inundó su corazón al entender que quien la salvó estaba muerta. Se sentía débil, frágil... Completamente rota. ¿...