Fuerte [Kacchako]

Capítulo 24

Uraraka se giró con brusquedad, no pudiendo evitar sentirse como una presa que están apunto de cazar, porque Bakugo la observaba con esos ojos rojos a través de la ventana

Se secó las lágrimas y abrió el balcón para que pudiera pasar. 

En sus manos traía su abrigo, se le había olvidado completamente

Lo tomó y no supo que más hacer

Estaban ahí, los dos enfrente del otro sin decirse nada

Tiritó al notar la brisa helada que entraba por el balcón y Bakugo se dio cuenta, así que tomó el abrigo y se lo puso en sus delgados hombros. Para cuando Uraraka levantó la mirada él ya estaba cerrando el balcón

—G-gracias

Bakugo la observó en silencio y se sentó en su cama sacudiéndose el pelo, acto que alarmó a la castaña. Si había ido a su habitación era por algo, así que se agachó tanto como el vestido la dejó y intentó mirar su rostro

—Ha sido una mierda— dijo levantando el rostro y viéndola demasiado cerca. Bakugo echó el rostro hacia atrás y la pudo observar mejor. Tenía los ojos hinchados, el abrigo mal puesto y se tambaleaba porque el vestido no dejaba que se agachara bien. 

Lo observaba con preocupación así que suspiró

—El vestido es muy bonito, ¿Pero no preferirías estar más cómoda?

Uraraka se puso completamente roja y se levantó poniéndose completamente recta. Rápidamente tomó un pijama calentito y se encerró en el baño. 

Bakugo estaba en su habitación y le había pedido que se cambiara

Oh dios....

Lo hizo lo más rápido que pudo porque no sabía que pasaba, porqué había ido, ERAN DEMASIADAS PREGUNTAS

Cuando volvió él continuaba sentado de la misma forma, con la mirada perdida en la ventana, pero la dirigió hacia ella cuando la oyó volver

No pudo evitar ponerse nervioso, al final estaba en la habitación de una chica, aunque eso a él le daba igual

Ochako traía un pijama morado lleno de conejitos blancos, así que no se la podía tomar muy enserio cuando se acercó preocupada hacia él. 

—¿Qué pasa? ¿Estás bien?— se volvió a agachar como lo estaba antes, pero ahora más cómoda, abrazando sus piernas y mirándolo fijamente

Era adorable

—Bueno, pensé que no aguantarías más y que vendrás aquí a llorar— ladeó la cabeza cuando dijo eso— y veo que no me equivocaba

Ella se escondió aún más y se sonrojó por la vergüenza

—Nunca te equivocas— susurró

Bakugo sonrió y miró a otro lado, no le estaba gustando pero su cuerpo se lo pedía a gritos

—Gracias por lo de la alfombra

Ochako lo volvió a mirar, atenta, y sonrió. Por un momento pensó, ¿Acaso yo lo había ayudado a cruzarla o él me había ayudado a mi? Se puso feliz al darse cuenta de que se habían ayudado mutuamente

—No es nada

Él la volvió a mirar pero no dijo nada, poniéndola más nerviosa

—¿Estás más tranquilo?

Miró a otro lado, al parecer que se abriera iba a ser más difícil de lo que pensaba

—Espero que no me vuelvan a obligar a ir a una mierda así en mi vida