Capítulo 15

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Estaba agotada y magullada. La sesión había sido intensa y productiva, tanto que no sabía muy bien que le dolía exactamente. 

Había evitado a toda costa a Bakugo, cada vez que lo miraba recordaba la visita de sus padres y se ponía roja, así que se había pegado como un moco a Kirishima y, bajo su sorpresa, Mina no la molestó más que un par de veces. 

Pero no lo podía evitar para siempre, y eso era el camino para volver a casa. 

Mina y Kirishima se despidieron, vivían en el lado contrario al de ellos y cuando se dio cuenta quiso que la tierra se la tragase

Apretó su bufanda y puso las manos en los bolsillos mientras caminaban en un incómodo silencio que Ochako necesitaba romper, pero para su sorpresa se rompió antes

-Te hace falta entrenar la resistencia

Lo miró por unos segundos, él también parecía cansado pero no tanto como ella

-Lo se- dijo y echó su pelo hacia atrás- solo tengo que pensar la mejor forma para mejorarla

Bakugo la miró de reojo y no contestó

-Pero por lo menos he mejorado la fuerza- dijo orgullosa- se que me queda mucho camino hasta que os supere, pero lo conseguiré

-¿Superarnos?- dijo con algo de ironía

-Cuando me derrotaste en el festival deportivo me inspiraste a volverme más fuerte, tanto como lo sois tú y Deku- no sabía porqué se lo contaba, a lo mejor pensó que saber eso lo alegraría, pero pareció confundirlo

-¿Qué te diera una paliza te motivó?

Sonrió con determinación- me hizo darme cuenta de que no puedo depender tanto de mi quirk, por eso debo volverme más fuerte, aunque no se como puedo avanzar más- miró al cielo pensativa- quizás le pida a Kirishima algo de ayuda

Notó como Bakugo fruncia el ceño y decidió molestarlo un poco

-Él no tiene ni idea

-Pues hace un rato parecía tener mucha, ¿No te parece?

Solo se cruzó de brazos

-Bueno- posó un dedo sobre su barbilla- si él no puede siempre se lo puedo pedir a Todoroki o Deku

Y volvió a crisparse

-¡Ja!

-¿De que te ríes? Sabes mejor que yo lo fuertes que son

-Pero yo seré el número uno- dijo orgulloso

Sin darse cuenta ya habían llegado a su casa

-Bueno, muchas gracias por acompañarme señor número uno- levantó la mano para despedirse, pero Bakugo la tomó poniéndola a la altura de sus ojos

-¿Serás capaz de curarte todas estas heridas tú sola?- dijo con burla

Ella la quitó con brusquedad- no tengo cuatro años señorito si me enfado exploto- y antes de que el cenizo pudiera rebatirle abrió la puerta- por cierto, dale recuerdos a tus padres ¡Son encantadores! Que pena que no estuvieras para cuando tu madre me enseñó tus fotos de bebé

Y cerró la puerta rápidamente antes de que la explotara delante de su casa, dejando a un pasmado y furioso cenizo en la calle, uno que a cada paso que daba derretía la nieve de lo enfadado que estaba, pero lo que más lo cabreaba era que por más veces que la castaña se burlara de él o lo hiciera enfadar, más eran sus ganas de compartir tiempo con ella, como si fuera adictiva, y eso lo estaba molestando demasiado.  

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—Tranquilo— dijo acariciando su espalda.

Deku temblaba más que nada. Ochako lo había convencido para que fuera con ella a ver a Todoroki, pensó que era buena idea, pero los nervios que sentía eran demasiado intensos.

Fuerte [Kacchako]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora