Invierno

Capitulo 11

Anaya acarició el largo cabello de Yuzuha, sintiendo a la chica temblar entre sus brazos, pero pronto, se separó de repente, mirando de mala gana a Hanma.

—¿Quién es él?— Pregunto Yuzuha con el ceño fruncido, mirando desconfiadamente a Hanma.

—Hanma Shuji, quien acaba de recibir un golpe por ti— Hablo juguetonamente, riendo de lado Conocía a Taiju Shiba y los rumores que circulaban de él, pero jamás quiso cruzar golpes, pero las condiciones se daban, de todas las personas en el mundo, Anaya se estaba volviendo amiga de la hermana menor del Shiba, un caso bastante peligroso.

— Nos vemos adentro, Anaya.

—Gracias... Hanma— Hizo una leve reverencia, girándose hacia la rubia— Tu labio está roto...

—No es nada, vamos.

—Podemos pasar a la enfermería y...

—Que no es nada, no te metas— Respondió enojada sobresaltando a la chica.

Anaya bajo la mirada apenada, apretando la bolsa del pastel.

—Anaya... lo siento— Susurro Yuzuha— Pero no vuelvas a meterte en algo así... por favor... nunca más lo hagas porque yo... no podría soportar que Taiju te haga algo malo... tampoco es como si él se fuera a detener por una mujer...

—No te preocupes... aceptaré tu disculpa si dejas que cure tu herida —Sonrió, tratando de consolarla— Y luego comemos un pastel.

—Está bien, vamos a curar mi labio, pero en serio, estoy bien.

*_*_*_*

Unto el algodón en alcohol, frotándolo con suavidad en el labio de la chica, la cual cerro los ojos por el ardor, aguantando aquella desagradable sensación hasta que Anaya termino de limpiar.

—¿Qué ha sucedido? — La voz de la enfermera llamo la atención de ambas, girándose a la puerta para ver a la enfermera de pie ahí.

—Tuve un accidente y Anaya me está ayudando— Dijo Yuzuha neutra, mirando a la ojiverde, quien limpio todo en unos minutos.

—No es primera vez que viene a curar sus heridas aquí, Señorita Shiba. ¿Sucede algo lo cualquiera reportar?

—Absolutamente nada.

—Nos retiraremos enseguida— Dijo Anaya con tranquilidad, ofreciéndole la mano a Yuzuha la cual la acepto— La mantendré vigilada para que no le vuelva a pasar nada— Sonrió, despidiéndose con la mano de la enfermera.

La mayor soltó un largo suspiro, tomando el botiquín para dejarlo en su lugar.

Caminaron un rato juntas hasta que Yuzuha la soltó con lentitud, quedándose de pie detrás de ella.

La castaña se giró, mirando a la rubia, quien estaba con su mirada ida, totalmente absorta en sus pensamientos.

—No preguntaré nada si es lo que piensas— Respondió la pregunta mental de Yuzuha— Solo quisiera que puedes contar conmigo... no nos conocemos mucho, pero... ayudaré, te daré toda la ayuda que pueda.

Yuzuha sonrió de medio lado, dándole la mano.

Anaya la miro unos segundos hasta que se la dio.

—Comeremos al almuerzo, dile a ese poste que venga también, nos vemos— Se despidió con la mano, dándole una última sonrisa.

Anaya fue a su clase, encontrando a Hanma sentado ya en el puesto con el rostro enterrado allí.

Se sentó a su lado, tocando su espalda.