Capítulo 14

24 5 0
                                    

Una mala sensación se instaló en su pecho, mirando nuevamente el celular donde este, no sonó ni notifico nada.

—¿Esperas una llamada de Kisaki?—Pregunto Haru, sirviendo dos tazones de arroz.

—No, estuve hace poco con él—Respondió, echándose sobre el sofá para mirar hacia el techo— ¿Por qué la gente no avisa que llego bien?

Haru lo miro incrédulo, él tampoco avisaba, incluso desaparecía por días y luego simplemente aparecía sin dar explicaciones.

—¿Hablas de tu compañera? —Hanma asintió— Si dices que ha estado enferma, debe estar dormida—Siguió sirviendo, dejando los camarones tempura al centro de la mesa—Ven a comer, mañana iras a la escuela y de seguro la verás.

—Sí... tal vez tengas razón—Se incorporó, dejando el móvil de lado.

Comió en completo silencio, asintiendo y respondiendo monosílabos a la conversación que intentaba seguir Haru.

Terminaron de comer, ayudándole a lavar los platos para luego sentarse en la sala y mirar una película.

Hanma tomo un baño, yéndose a la habitación del mayor.

No iría a su departamento, la soledad y la duda, dominarían su cuerpo y terminaría yendo donde la ojiverde, arriesgándose a cometer una imprudencia que le trajera consecuencias a la menor.

—¿Dormirás aquí? —Haru entro, llevando una toalla anudada en la cintura.

—Sí... estoy cansado para manejar—Hundió su rostro en la almohada, sintiendo el sueño apoderarse de él.

—Bien, hay un uniforme en el mueble.

—Gracias... —Susurro, cerrando sus ojos. Recordó a la ojiverde, teniéndola mucho más presente que otras veces.

—Haru... Ella está bien... ¿Cierto?

—Sí... debe estar durmiendo—Se recostó a su lado, tomando el libro que debía leer—Ya llegara mañana y todo estará bien.

—Sí... todo estará bien. Respondió somnoliento, durmiéndose finalmente.

*_*_*_*

El sonido del timbre alerto a la familia Takahashi, corriendo a abrir la puerta para encontrarse con Oleg Lefbvre.

Ayane lo miro con decepción, dejándole el paso libre para que entrara. Tadashi se puso de pie, saludándose ambos de la mano.

—He llamado a mis hombres y mis contactos para que busquen a tu hija. Es un secuestro de tus enemigos—Dijo Oleg serio—¿Algo que quieras contarme?

—Perdón—Intervino Reiko—¿Cómo van a hablar de enemigos o si mi hijo tiene algo que contarte? No somos unos mafiosos para que nos trate de esa manera—Dijo ofuscada, mirando a Ayane quien solo desvío la mirada.

—Déjanos solo mamá—La voz de Tadashi sonó sería—Debemos hablar los tres.

—No hasta que me digas que se trata todo esto—Siguió la mujer, acercándose a ambos.

—Soy un empresario reconocido, es totalmente obio que tengo enemigos y que quieran hacerle daño a mi familia, sobre todo a mi hija y única heredera—Dijo fastidiado, mirando fijamente a Reiko—Por favor, déjanos solo.

—No puedo creer lo que estoy escuchando. Reiko se retiró, subiendo las escaleras de manera ofuscada bajo la atenta mirada de Ayane.

—Tendremos que darle una explicación a tu madre—Dijo la mujer, colocándose de pie.

InviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora