• Capítulo 14

416 59 0
                                    

Al día siguiente, estaba en el comedor cuando vi a Terry a lo lejos. Como no me vio, me levanté de mi asiento para ir a saludarlo, pero cuando estaba dirigiéndome hacia él, me di cuenta de que estaba hablando con Jay. Estuve a punto de volver por donde había venido, hasta que escuché mi nombre. «¿Están hablando de mí?» Me escondí detrás de la pared para escuchar a escondidas. No suelo hacerlo, pero si estaban hablando de mí me interesaba saber lo que estaban diciendo.

—Sí, ayer fuimos a la bolera, ¿Cómo lo sabes?— Preguntó Terry.
—Bueno, tal vez por la foto que subiste.— Respondió Jay.
—¿Por qué estás tan serio? Si estás celoso otro día puedo ir contigo a jugar...—
Los dos se quedaron callados, entonces Terry volvió a decir:
—¡Espera! No me digas que...—
Bajó el tono de voz, por lo que no pude escuchar lo que le dijo. Jay no dijo respondió, tal vez solo asintió o negó con la cabeza, pero no me iba a arriesgar a mirar por si me descubrían.
—¿Entonces es eso?— Volvió a preguntar Terry.
Jay titubeó un poco y luego respondió:
—Sinceramente, no lo sé, creo que debería- —
No pude acabar de oír la frase porque Jack apareció detrás de mí de repente y me dijo:
—Ey, ¿Qué estás haciendo aquí?—
Me sobresalté.
—¿A qué te refieres?— Pregunté nervioso.
—No sé, dime tú. Estás pegado a la pared como si fueras un mueble.— Se rio.

Me quedé quieto esperando a que Jack no mirara hacia atrás mío.
—Venga, era solo una broma.— Dijo él.
—Mejor vamos a otra parte.— Dije finalmente agarrándolo del brazo para que no se diera cuenta de que estaba espiando a sus amigos.

Cuando entramos a clase me senté en mi sitio y miré a William mientras sacaba su estuche de la mochila. El profesor de ética anunció que en la clase de hoy íbamos a mirar un cortometraje y que tendríamos que comentarlo entre todos. También añadió que nos agruparíamos de tres en tres para rellenar un folio con preguntas. Inmediatamente, miré a Will, pero el profesor recalcó que él haría los grupos.
—Como no.— Murmuré indignado en voz baja.

La buena noticia era que me tocó en el mismo grupo que Will. La mala noticia es que también me tocó ir con Jay.

Nos sentamos los tres juntos. El profesor repartió los folios y seguidamente encendió el proyector para poner el cortometraje.
—Creo que ya sé la respuesta de la segunda pregunta.— Dijo Will en voz baja.
—Dame el bolígrafo, yo escribiré.— Respondí.

Jay había hecho algún comentario mirando el video, pero ni siquiera lo miré, lo ignoré por completo, de manera que solo parecía que estuviéramos Will y yo en el grupo.
Cuando acabó la clase me levanté de mi silla, pero Jay me agarró el brazo e inmediatamente me giré a verlo con el ceño fruncido.
—¿Estás bien? Hoy tampoco has hablado mucho.— Me dijo.
Me zafé de su agarre.
—Ya te lo dije ayer, es que no quiero hablar contigo.— Dije para después irme.

William debió escuchar la conversación porque me empezó a seguir por el pasillo.
—Jungwon, ¿Qué ha sido eso?— Preguntó apresuradamente. —¿Jay te ha vuelto a molestar?—
—Da igual, no es importante.— Dije seriamente.
Will me agarró de los hombros y me obligó a mirarle a la cara.
—Sabes que me preocupo... Si te ha hecho algo puedo hablar con él y- —
No lo dejé acabar.
—Ey, estoy bien.— Tomé su mano. —Solo me saca de quicio, nada nuevo. Ahora vamos a la siguiente clase.— Forcé una sonrisa, pero Will no acabó de tranquilizarse.

El miércoles, osea al día siguiente, fue más de lo mismo.

En clase de lengua me dejé el libro de lectura. «Mierda, ¿Ahora qué hago?» Pensé mientras buscaba desesperadamente en mi mochila. Alguien me tocó la espalda, pero yo sabía que solo una persona se sentaba atrás mío y ese era...
—Jay, ¿Qué quieres ahora?— Pregunté cortante sin siquiera mirarlo.
—Toma el mío.—
—¿De qué hablas?—Me giré y lo vi entregándome su libro de lectura.

«¿Este tipo se piensa que soy gilipollas? ¿Por qué de repente le apetece comportarse como si fuéramos amigos?»

—¿Qué quieres de mí?— Dije suspirando. —¿Qué me vas a pedir a cambio del libro?—
—¿A cambio?— Preguntó él confundido. —Pues no te iba a pedir nada, pero ahora que lo mencionas... Me gustaría que dejaras de ignorarme.— Reconoció él.

Me quedé reflexionando por unos momentos.
—Entonces quédate tu estúpido libro.—
—Jungwon, no seas tonto y tóma- —
—Profesor, me he dejado el libro.— Dije antes de que Jay pudiera seguir hablando.

Me regañaron, pero me daba igual, prefería eso a deberle algo más a ese imbécil. Otra vez parecía actuar amablemente... Yo sabía que realmente no era así. Alguna vez llegué a creer que estaba equivocado y que talvez Jay en el fondo era una buena persona. Ahora no me fiaba ni un pelo de él, bueno, realmente nunca lo había hecho. No sé qué pretendía, pero yo no iba a caer en sus jueguecitos.

El jueves, sin ninguna duda, había sido el peor día de la semana. Estaba entrando en la habitación del material de deporte del pabellón, cuando me choqué con un chico de otro curso. Parecía mayor, más fuerte y más alto que yo, lo que me dejó un poco intranquilo cuando lo vi.
—Perdón.— Me disculpé rápidamente.
—¿"Perdón"? Mejor mira por donde andas, idiota.— Dijo él de mala gana.
—Oye, no me hables así.— Me arrepentí al instante de haber dicho eso, pero también tenía un orgullo que mantener.— No solo ha sido culpa mía.
—¿Estás insinuando que soy torpe? Eh, flacucho, te estoy hablando.— Dijo dándome un empujón.

No quería empezar una pelea porque saltaba a la vista que yo tenía las de perder, pero...
—Mira, simplemente dejémoslo pasar ...— Respondí tratando de tranquilizarlo.
—No sabes quién soy, yo no dejo pasar ni una.—
Levantó el puño y yo me puse en posición de pelear crujiéndome los nudillos. Si iba a morir, al menos no me encogería ante él.

Estuvo a punto de pegarme un puñetazo en la cara que no habría podido esquivar ni con los mejores reflejos, de no ser porque una pelota de básquet, que salió de la nada, le dio en la cabeza y lo dejó aturdido.

—¡Vaya! Nos volvemos a ver, Steve... Cuánto tiempo.— 

𝐈𝐭'𝐬 𝐎𝐮𝐫 𝐒𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭 ▪︎ Jᴀʏᴡᴏɴ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora