• Capítulo 18

456 52 4
                                    

Cuando me desperté estaba en la enfermería y Jay me estaba observando sentado en una silla.
—Jungwon, ¿Te encuentras bien?— Dijo preocupado.
Jay tenía una tirita en el labio, cosa que me hizo recordar lo que había pasado anteriormente. No le respondí, por lo que él siguió insistiendo:
—Ey.— Posó su mano sobre mi frente.
—Estoy bien.— Aparté su mano de mi cara. —A veces suelo desmayarme.—
Jay se me quedó viendo, tal vez para que le explicara el porqué, pero no lo hice.
—Y perdón por lo de antes…— Dije refiriéndome a la pelea.
—Tenías derecho a pegarme, la verdad es que si he sido un imbécil.—
«Vaya, lo ha reconocido, eso es un gran avance.» Pensé. Pero me sentía mal por haberle herido.
—Por cierto… ¿Por qué no te defendiste?— Pregunté confundido.
—No quería hacerte más daño…—

Yo me quedé callado pensando en si esta vez estaría hablando en serio o no. «No parece que esté mintiendo, se le ve arrepentido.»

—Sé que no hemos empezado con buen pie…— Dijo Jay.
—Sí, realmente no hemos empezado nada bien.—
Él suspiró aparentemente avergonzado.
—Perdón, en serio. Cada día me arrepiento de lo que hice. Sé que me porté como un idiota, no estuvo bien.—
—Bueno, al menos te has dado cuenta.— Murmuré.
—El otro día al ver a Steve… Bueno, pensé que tenía razón en que no estaba siendo muy diferente a él.—
Asentí con la cabeza.
—Y la verdad es que desde que te conocí me llamaste la atención, pero no sabía cómo acercarme a ti. Lo único que se me ocurrió fue- —
—¿Molestarme?— Lo interrumpí.
Jay parecía realmente arrepentido. Yo sabía que era una tontería, pero me compadecí de él. Por una parte, me dio pena, pero seguía creyendo que no debía fiarme del todo.
—Y sobre lo que te he propuesto… Realmente no me quiero aprovechar de ti, quiero que entiendas eso.—
Me quedé en silencio escuchando qué tenía que decir.
—Solo te lo decía porque realmente considero que nos podríamos beneficiar los dos, pero en ningún momento he supuesto que seas fácil o algo así. Perdón si has creído que solo te trataba bien para conseguir tener sexo, supongo que me expresé mal. Realmente quiero corregir mis errores.
«Vaya, nunca pensé que Jay fuera capaz de decir esas palabras.»
—Entiendo… Bueno, está bien que sepas reconocerlo y pidas perdón.—Dije pensativo.
—¿Entonces me perdonas? — Exclamó Jay repentinamente emocionado.
—Mmm, eso va a ser más complicado.—
«“No pienses demasiado” dijo Will…» Pensé. «Ah, ¿Después de decirme todo eso cómo podría seguir enfadado con él?»
—Perdóname. —Rogó Jay. —Por favor, por favor, por favor…—
—Para, das miedo.— Dije riendo.
Hasta se puso de rodillas y juntó las manos, cosa que me dio un poco de ternura.
—Está bien, está bien.— Dije. —Pero levántate anda, que das pena ahí en el suelo.—
Jay se volvió a sentar en la silla y luego nos quedamos mirando mutuamente en silencio.
«Otra vez siento que el corazón se me va a salir del pecho.»
—¿Entonces podemos comenzar de nuevo?— Preguntó Jay finamente.
—Mmm… Me parece bien.— Respondí sonriendo
Jay me agarró la mano y me la estrechó, como si acabáramos de hacer alguna especie de pacto.

Después de eso todo pareció ir a mejor.

Me encontraba en el comedor sentado junto a William y Jack.
—¿Qué te apetece comer?— Me preguntó Will levantándose de la mesa. —Te traeré lo que quieras.—
—Espera, puedo ir contigo.—
—No, tú descansa. ¡Que te habías desmayado y ni me lo habías dicho!— Respondió él un poco molesto.
—¡Pero ya estoy bien, no estoy inválido!—
—Mmm…— William hizo una mueca. —Está bien, vamos los dos, pero no te perderé de vista.— Luego miró a Jack y añadió: —Ahora volvemos, guárdanos el sitio.—
Nos acercamos a la sección de comida.
—Cuéntame, ¿Qué ha pasado con Jay esta vez?—
—¿Cómo sabes que ha pasado algo?— Pregunté.
—Bueno, me he encontrado con él y me ha dicho que te habías desmayado, además de que vi que Jay tenía el labio roto.— Analizó.— Lo más probable es que os pelearais.—
Suspiré. «Este chico es demasiado listo, da miedo.» Pensé
Le conté a Will todo lo que había pasado, esta vez completo y sin saltarme nada. Incluso le dije lo que Jay me había propuesto. Will se quedó pasmado, bueno, decir pasmado es poco.
—¿Jay te ha pedido que seáis qué?— Preguntó aún boquiabierto.
—Sí, pero lo importante es que ya hemos hecho las paces. Se ha disculpado por todo y parecía arrepentido de verdad, así que le he dado otra oportunidad.—
—Me alegro, ahora podrás estar un poco más tranquilo.— Dijo William sonriendo mientras me apoyaba una mano en el hombro.— Por cierto, sobre lo que te ha propuesto…—
Antes de que acabara la frase lo interrumpí.
—Aún no le he respondido, no lo tengo muy claro. Es que- —
—Pero él en el fondo te gusta, ¿no? Entonces no parece tan mala idea.— Me interrumpió sonriendo pícaramente. —Piénsalo bien.—
Desvié la mirada un poco avergonzado, pero en el fondo sabía que él tenía razón.

Cuando regresamos a la mesa nos sentamos junto a Jack de nuevo.
—Oye chicos, ¿Esta tarde os apetecería ir al cine con nosotros?— Preguntó él emocionado.
—¡Por supuesto que iremos!— Dijo William respondiendo por los dos, como siempre hacía.
—E-espera, ¿Quién más va a ir?— Pregunté yo.
—Esta vez solo van a venir Jay y Ricky, los demás están ocupados.— Respondió Jack.

Nos quedamos hablando de la salida, pero no podía concentrarme. Por algún motivo, ir a ver una película con Jay me emocionaba bastante.

Will y yo salimos del internado y afuera estaban esperándonos Ricky, Jack y Jay. Cada uno conducía una moto.
—¿Desde cuándo la tienes?— Preguntó William mirando la moto de Ricky.
Yo sabía que él era un año menor que nosotros, tal vez por eso le sorprendió a Will.
—Me la compré hace poco.— Respondió él sonriendo.
—Bueno, será mejor que nos pongamos en marcha, si no llegaremos tarde y nos quedaremos sin sitio.— Aventuró Jay.
—Está bien, yo creo que me subiré con Ricky, veamos que tal conduce.— Dijo Will emocionado por ir en la moto nueva. —Pero, por favor, no me mates.—
Yo me quedé mirando a Jack y a Jay un poco indeciso. Me daba vergüenza decir que quería ir con Jay, pero no me tuve que preocupar mucho por eso.
—Ven aquí.— Dijo él.
Le hice caso y me acerqué a él, entonces me dio un casco. No sabía cómo abrocharlo, así que me ayudó.
—¿Nunca has ido en moto?— Preguntó.
—La verdad es que no.—
—Siéntate.— Respondió él dando unas palmaditas al asiento de atrás.
Jay arrancó el motor y antes de que avanzara pregunté:
—¿Esto va muy rápido?—
Jay rio.
—Tranquilo, solo agárrate fuerte.— Tomó mis manos y las situó alrededor de su cintura.
Después de eso, empezó a seguir a Jack, Ricky y Will, que iban delante de nosotros.

Cuando llegamos me di cuenta de que era el mismo sitio donde estaba la bolera. Entramos al edificio y pedimos las entradas para ver la película que se había estrenado hace poco. Ricky insistió en verla porque le gustan las pelis de terror, pero Jay no parecía muy contento. «¿Será que a Jay le asustan ese tipo de cosas?» Pensé riéndome internamente mientras nos dirigimos a la sala correspondiente.
Me acabé sentando a su lado, cosa que me puso bastante feliz. Desde que habíamos hecho las paces me sentía cómodo a su lado. Aunque ahora luchaba por dejar de darle vueltas a lo que me había propuesto.

La película empezó y todo iba bien hasta que atacaron al protagonista. Debía reconocer que daba un poco de miedo, pero iba sobre vampiros, sabía que era ficción y eso me relajaba.
Ricky molestó varias veces a Jay gastándole bromas, al parecer sí que era bastante asustadizo, cosa que se me hizo un poco graciosa y a la vez tierna.
En un momento noté que me tocaban la pierna. Me sobresalté, ya que estaba tenso por la película, pero luego me di cuenta de que era la mano de Jay.
Lo miré como diciendo “¿Qué haces?”, pero él ni se inmutó. «Tal vez solo tenga miedo por la película.» Me compadecí de él y posé mi mano sobre la suya.
Jay me miró a los ojos, pero lentamente fue bajando su mirada y sentí un escalofrío. Él movió su mano, subiendo por mi pierna, pero antes de llegar más arriba paró. Entendí que después de lo que había pasado no quería forzarme a nada, pero me estaba volviendo loco.
«Ah, ¿Por qué justo ahora?»
Me giré hacia Will repentinamente.
—Ahora vuelvo, voy al baño.— Susurré.
—No tardes, ahora viene la mejor parte.— Me respondió él.
Jay se quedó viendo como me iba.
Cuando llegué al baño me apoyé en la pared. «Mierda, ¿Ahora que hago con esto? Me he puesto así por Jay…» Pensé mirando el bulto en mis pantalones. «Los demás se van a dar cuenta… Me tengo que tranquilizar.» Entonces pasó lo inesperado.
—¿Algún problemita?— Dijo Jay, que ahora se encontraba a mi lado.
—¿Q-qué haces aquí?— Pregunté mientras tapaba mi entrepierna. —¿Ya te has cansado de que Ricky se burle de ti?—
—Bueno, en partes me he ido para librarme de él un rato. Los demás creen que solo estoy asustado de la peli, pero en realidad estoy aquí por…— Miró mi entrepierna.
—¿A qué t-te refieres?— Pregunté como si no fuera obvio.
Jay se acercó a mí y apoyó su mano en la pared a la altura de mi cabeza.
—Podemos seguir por donde lo hemos dejado, si quieres, claro.—
Apoyé una mano en su hombro para apartarlo si era necesario, pero tanto él como yo sabíamos que no lo iba a detener.
¿Por qué en ese momento Jay me parecía tan atractivo? Mierda.
De un momento a otro se abalanzó a mi cuello (Como un vampiro, qué irónico) tomándome por sorpresa.
—E-espera.—
Empezó a lamer y succionar mi cuello levemente, dejando marcas a su paso. Las piernas se me empezaban a debilitar y sentía que me estaba palpitando algo y no era precisamente el corazón. Todo estaba pasando tan rápido que no me daba tiempo a procesarlo. «Solo déjate llevar.» Me dije a mí mismo.

Jay empezó a deslizar su mano por mi abdomen, bajando hasta llegar a mi miembro. Lo tocó por encima del pantalón, pero cuando estaba a punto de desabrochar el cierre de mis pantalones, la puerta del baño se abrió.

𝐈𝐭'𝐬 𝐎𝐮𝐫 𝐒𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭 ▪︎ Jᴀʏᴡᴏɴ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora