• Capítulo 12

467 52 0
                                    

(Narradora)

Jay cerró la puerta después de que Jungwon saliera e inmediatamente miró el bulto que había en sus pantalones. «Un poco más y no me podría haber controlado… » Pensó.
Se le dificultaba pensar en algo que no fuera lo que acababa de ver: La camisa medio desabotonada, las gotas de sudor deslizándose por su rostro, sus hipnotizantes movimientos… «Mierda, me estoy volviendo loco.»

Jay se estiró en su cama, donde hace tan solo unos instantes había estado Jungwon… Aún podía sentir su olor, cosa que no ayudó demasiado con el problema en su entrepierna. Acercó su cara a las sábanas y deslizó la mano entre sus pantalones. Agarró su miembro erecto y lo empezó a masajear.

—Ah~ Jungwon~...— Susurró. —J-joder.—

Aumentó el ritmo del movimiento de su mano y sintió un enorme placer.
Siguió así hasta que notó un fluido viscoso deslizándose por su mano.

(Narra Jungwon)

Al día siguiente no podía ver a Jay a la cara. Él se reía tranquilamente con sus amigos, pero yo no podía actuar como si lo de anoche no hubiera ocurrido. Técnicamente, debería estar tranquilo ya que ya no le debía nada a Jay y probablemente me dejaría en paz. Pero algo me decía que no iba a ser tan fácil librarme de él.

—Hoy seguiremos con el trabajo del otro día.— Anunció el profesor de matemáticas cuando todos habíamos entrado al aula.

Jay se situó a mi lado y se sentó al revés en la silla, con el respaldo hacia delante. Tal vez creía que así se veía más guay pero solo parecía un inútil.
—¿Has pensado en qué intervalos deberíamos repartir los datos?— Preguntó mirando el libro.
No dije nada, ya me daba suficiente vergüenza estar cerca suyo, como para encima tener que mantener una conversación. Después de lo de anoche, antes de dormir me había quedado pensando en todo lo que había pasado y me sentí como un estúpido.
—Bueno, creo que agruparlos de cinco en cinco no estaría mal, ¿no crees?— Volvió a preguntar Jay un poco serio.
Esta vez hice un gesto con la cabeza asintiendo, para que no volviera a insistir más.
Estuvimos casi toda la hora callados, excepto cuando él decía algún comentario como: "ya falta menos para acabar esta parte", "¿Deberíamos cambiar la pregunta de la encuesta?", "Oye, ¿Te has quedado mudo?". Ahí sí intervine.

—Callate un rato, Park. Y no, no me he quedado mudo, simplemente no quiero hablarte.—
Me levanté de mi silla y me dirigí hacia el profesor. Jay se me quedó mirando con cara de confundido.
—Voy un momento al baño.— Dije, y después salí del aula.

«¿Por qué Jay está tan indiferente?» Al parecer le daba igual comportarse como un imbécil y luego actuar con total normalidad, pero eso ya lo suponía yo. «Bueno, mejor. Así no levantará sospechas de nada. Mientras no le cuente a nadie lo que pasó ayer, y lo de mi juguete, todo estará bien.»

Volví a clase cuando escuché que sonó el timbre. Jay ya se había ido a su sitio, por lo que me relajé un poco.

—Eh, Jungwon, ¿Dónde estabas?— Preguntó Will. —No te he visto salir de clase.—
—Oh, solo he ido un momento al baño.—Fingí una sonrisa.
—Ya veo… Bueno, te quería decir que Terry me había propuesto ir a la bolera y me preguntó si también te apetecería ir.— Dijo él felizmente.

Me alegré de que Will siempre me dijera este tipo de cosas cuando más lo necesitaba. Ahora más que nunca quería distraerme un rato, pero luego recordé que era lunes.

—¿Qué día habéis quedado? Porque- —
—Hemos quedado hoy a las seis de la tarde.— Me interrumpió él. — Y lo sé, hoy es lunes. —
—Entonces… ¿Me estás diciendo que vais a ir a escondidas?—
—¿Por qué te sorprendes tanto? Tú me dijiste una vez que las normas están para romperlas.—
—Ya, pero tu eres responsable...—
—Bueno, ¿entonces vas a venir o no?— Dijo él cambiando de tema.
—¡Por supuesto que iré!— Dije. —Contad conmigo.—
—Mmm… ¿Quieres que pase antes por tu habitación y luego nos reunimos con Terry? —
—Perfecto, así me ayudas a escoger la ropa, como siempre.— Dije riendo.
—Sabía que necesitarías a tu estilista personal.— Respondió bromeando y guiñandome un ojo.

El resto del día fue como de costumbre. Lo único que me animaba un poco era saber que a la tarde me lo iba a pasar bien con mis amigos.

—¿Se puede?— Dijo William tocando la puerta de mi habitación.
—Claro, pasa.— Respondí emocionado.
—Veamos…— Se dirigió directamente a mi armario. —¿Tienes pensado algo para ponerte?—

Dicho esto empezamos con nuestra pasarela de modelaje, que ya empezaba a ser un hábito. Will acabó decidiendo que unos pantalones tejanos y una camisa blanca eran la mejor opción, así que me vestí y salimos de mi habitación.

—¿Dónde se supone que nos va a recoger Terry?— Pregunté susurrando mientras íbamos caminando por el pasillo.
—Pues debería estar en la salida de atrás.—
—¿Por donde se entra a la secretaría?— Dije como si fuera obvio que nos iban a pillar.
—Tranquilo, lo tiene todo planeado.— Dijo él perfectamente relajado. —Dentro de tres minutos hay un cambio de turno, debemos colarnos antes de que llegue el siguiente vigilante.—
—Entiendo, pero… ¿Y la cámara de seguridad?— Pregunté desconfiando de su plan.
—En serio, está todo bajo control. Terry ha conseguido que la imagen no se vea con claridad, de aquí a que la arreglen a lo mejor pasan un par de días.—
—Vaya, sí que lo tenéis todo controlado al parecer…— Comenté sorprendido.

Y para mi sorpresa todo fue bastante bien, conseguimos salir sin que nos vieran y luego nos encontramos con Terry, que nos recogió con su coche, como si fuera un taxista. Sabía que él era mayor de edad, pero aún así me sorprendió que condujera.

William y yo nos sentamos juntos en la parte de atrás.

—¿De dónde lo has sacado?— Pregunté a Terry refiriéndome a su Ford Fiesta blanco.
—Oh, me lo regaló mi tío por mi cumpleaños.— Respondió él sonriendo. —¿Te gusta?—
—¡Pues claro, es una pasada!—
—¿Cuánto queda para llegar?— Intervino Will impaciente. —Que sepais que os pienso ganar a los dos, soy el mejor jugando.—
—Ya casi hemos llegado. —Respondió Terry. —Y no, no dudo de que seas bueno jugando, pero nadie es mejor que yo.—
—Bueno, mejores que yo seguro que sois. Solo estuve una vez en la bolera y fue hace años.— Dije tristemente.
—Tranquilo, yo te puedo enseñar a jugar. Podemos ir en el mismo equipo y competir contra Will.— Respondió Terry mirándome por el retrovisor del coche.
—¡Eh! ¡Eso no es justo, seréis dos contra uno!— Exclamó William.
—¿No estabas tan seguro de que eras el mejor?— Dije riendo.

Will sacó la lengua para hacerme burla.

𝐈𝐭'𝐬 𝐎𝐮𝐫 𝐒𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭 ▪︎ Jᴀʏᴡᴏɴ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora