Min Yoongi: Reacciones [Pedidos Cerrados]

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Advertencia: Contenido explícito. En este capítulo tienen seis meses de relación.

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– Ya llegamos – ella ya lo sabía. Había estado allí muchas veces, pero esta vez era diferente. Era un 'ya llegamos' sin retorno. Se sentía como cuando llegó por primera vez a Corea, como cuando salió por primera vez con Yoongi y como cuando perdió su virginidad con él.

El chico salió del carro, y ella se tardó unos segundos en reaccionar, tomar aire y salir también. Vio cómo su novio abría la puerta trasera y sacaba una maleta grande, junto con unas cajas.

– Tú lleva esta caja más pequeña, y yo llevaré la maleta y la caja grande. Luego vendremos por lo que falta.

En lo que subían por el ascensor, él la miró y vio esa carita de miedo en ella, que no pudo evitar acercarse para besar su cabeza.

– Tranquila... sé que es nuevo para ti, pero has superado cosas peores – bromeó.

– ¿Crees que vivir contigo será un martirio para mí? – preguntó riendo.

– Si no, no estarías tan asustada. Pero, no soy un ogro, no te preocupes. Además, tú ya conoces el departamento, puedes huir cuando quieras.

– Ay, no. Cómo se te ocurre... – él rió y cuando el ascensor se detuvo, le dio la señal de que saliera primero. Quería que se sintiera segura de lo que estaba haciendo. Yoongi le había propuesto que vivieran juntos ya que de todas formas se veían tanto, y eso de andar turnando casas como que era un tanto cansado, sobre todo porque a él le preocupaba que con todo lo que consumía en el departamento de ella, los impuestos a fin de mes le costara pagarlos. Entonces él pensó, si tenía cómo darle lujos a su novia, y quitarle un peso de encima, porqué no. De recompensa tendría su tranquilidad y compañía y eso era suficiente.

– Bueno, aquí está la cocina... – ella se conocía el lugar de memoria, pero él quería darle indicaciones ya que había modificaciones para ella. Entrando al departamento se encontraba el pasillo, y al final de ésta, había una puerta a la izquierda que daba a la cocina, si uno seguía de largo sin entrar, se encontraba con la sala que era un espacio inmenso.

Yoongi caminó unos pasos y a la derecha de la sala estaba el pasillo a la habitación principal.

– Aquí está nuestro dormitorio que ya conoces de memoria... – a ella le gustó que rápidamente él se refiriera a ese cuarto como de ambos. Parecía que había estado esperando mucho tiempo para decirlo, y sí.

– Ya conozco el depa, Yoonie. Sólo falta que me digas cómo funciona el interruptor de la luz.

– Mi vida, yo sé porqué hago el recorrido, ven – tomó su mano y regresó a la sala para ir hasta el final de esta donde había una habitación. Esa siempre estuvo vacía, pero ahora tenía un escritorio grande – Este es tu estudio. Tienes espacio para tus lienzos, equipo de fotografía y todos tus materiales, y hay buena luz, creo que te va a servir mucho.

Audrey se quedó estática mirando el lugar. No sólo era el espacio con un escritorio ensamblado a mano, seguramente por él mismo, sino también, había un arreglo floral sobre esa superficie. Un detalle.

Yoongi la miró y se preocupó un poco, pensando que a ella no le había gustado.

– ¿Mi estudio? – preguntó sin mirarlo.

– ...Sí, junto al mío que está cruzando este pasillo – señaló a la derecha – ¿Te gusta?

Ella asintió con la cabeza, y una lágrima resbaló por su mejilla, pero la secó rápidamente, aunque él lo notó y la abrazó por detrás, dejando un beso en esa misma mejilla.