Min Yoongi: Reacciones [Pedidos Cerrados]

#15 Yoongi

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Era muy estresante para Yoongi cuando ocurrían esas cosas. La verdad es que no sabía cómo tratarlas. Cuando sucedía con sus amigos hace años, él simplemente intervenía haciéndoles saber a sus compañeros que ya eran adultos y por último gritándoles, tal vez ofendiendo su orgullo de alguna manera con un insulto, ¿pero qué procedía si se trataba de sus hijas? No podía recurrir a los mismos métodos.

Él estaba en la cocina preparando la cena cuando de la nada escuchó a sus hijas discutiendo. La verdad es que era costumbre y por más de que a él le molestara y les dijera que no tenían porqué discutir si eran hermanas, igual lo seguían haciendo, porque en efecto, discutían porque eran hermanas.

El joven las ignoró unos segundos hasta que escuchó que algo cayó al piso. Aguantaba las discusiones pero no los golpes. Pronto salió de la cocina y se encontró a las niñas en la sala, ambas agarrando a la otra del cabello. Nari además, estaba tratando de patear a su hermana sin saber en realidad hacia dónde se dirigía su pie, pues no podía ver nada por el cabello que la estaba tapando.

Yoongi rápidamente fue hasta donde ellas y levantó a Nari, alejándola de Jieun, usando ambas manos para apartarlas.

– Quietas, ya basta – les dijo y puso a Nari en el suelo, sin embargo Jieun volvió a atacarla y ahí sí, Yoongi tuvo que alzar la voz – ¡Ey! ¡Dije basta!... ¿Qué pasa? ¿Por qué pelean?

Ninguna dijo nada por unos segundos y solo agacharon la cabeza, pero él pudo ver la cara de tristeza y enojo de Nari, así que le preguntó a ella.

– ¿Por qué le pegas a tu hermana?

– Papi, es que... unnie mojó mi peluche con jugo. ¡Y lo hizo a propósito!

– Fue un accidente – se defendió la mayor.

La más pequeña comenzó a llorar y Yoongi ahora se dirigió a Jieun.

– ¿Qué pasó?

– Es que... – comenzó Jieun sin saber cómo continuar – Nari se burló de mí porque me tropecé con la alfombra.

– Entonces no fue accidente.

– No se lo quería echar al peluche – repuso enseguida – Se lo quería echar a ella.

– Eso es peor. Jieun tú eres la mayor, ¿cómo se te ocurre hacer algo así? – la regañó usando un tono demandante para que aunque no gritara, ella supiera que él estaba molesto – Tu hermana es tres años menor y no es consciente de algunas cosas, además de que no veo que reírse sea motivo para hacerle maldades. Se supone que debías actuar con más madurez, no como si fueras menor que ella.

Jieun agachó la cabeza, muy avergonzada y Yoongi se dirigió a la más pequeña y agarró el peluche a su lado diciendo que le iba a quitar la mancha de jugo y dejar al muñeco como nuevo y con eso consiguió que la niña dejara de llorar. Después se levantó y continuó:

– No quiero ver que se vuelvan a pelear así. La próxima vez que se agarren a golpes, las castigo... Jieun, discúlpate con tu hermana o te vas a dormir sin comer.

– ¿Pero por qué yo?

– ¿Cómo que por qué? En serio me sorprende de ti. Vamos, apúrate.

Ella seguía sin querer disculparse y mantenía su expresión de enojo.

– Min Jieun, se me está acabando la paciencia. Si no te disculpas en lo que cuento hasta tres, te vas a ir a dormir ahora.

Yoongi comenzó a contar y la pequeña no parecía querer soltar una palabra.

– Tres... Muy bien, señorita. A su cuarto – dijo él, señalando la habitación y Jieun sin reclamar caminó hacia allá.

La verdad es que Yoongi rara vez llegaba al extremo de enviarlas a su cuarto, y claro que le preocupaba que su hija se fuera sin comer, pero sabía que era necesario. Es más, se notaba la diferencia cuando iba a casa de otras personas y sus hijas eran muy educadas. Usualmente le preguntaban si sus hijas alguna vez se portaban mal.

– Claro, son niñas.

– ¿Y cómo le haces para castigarlas? – le preguntó su amigo – Yo no sé cómo hacer con mis hijos.

– Pues... solo les prohíbo hacer o comer lo que quieren.

– ¿No les pegas?

– ¿Pegarles? – Yoongi había abierto un poco más los ojos por semejante ocurrencia – No soy animal. ¿Por qué les pegaría?

– Pero si es normal. Así hacen caso.

– Me acabas de decir que no sabes cómo hacer con tus hijos.

– Mis hijos hacen demasiadas travesuras, pero nunca las repiten cuando les pego.

– Qué ingenuo eres. A todos nos pegaban de niños y seguíamos haciendo travesuras, pero diferentes porque no estábamos advertidos, aunque sabíamos que no debíamos hacer esas cosas.

– ¿Pero qué esperas que haga? Si no les pego, no entienden.

– ¿Haz intentado hablarles? – contestó con algo de sarcasmo – Las cosas se resuelven con diálogo, así sea complicado, pero es civilizado. Pegarles a los niños es el camino fácil y solo les estamos enseñando que las cosas se resuelven con violencia.

El amigo de Yoongi simplemente intentó cambiar de tema, pues cada vez sentía que se hundía más. Además, en cierta forma sentía que Yoon hacía su trabajo de padre mejor que él.

– Me imagino que pasas mucho tiempo con tus hijas.

– Sí, a veces salgo con ellas o jugamos en casa.

– ¿Y ves televisión con ellas?

– No, no les dejo ver televisión cuando se quedan conmigo.

– Ay, vete a la mierda – contestó su amigo ya molesto, pero de una manera que hizo reír a Yoongi.

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