Min Yoongi: Reacciones [Pedidos Cerrados]

Reacción • Bultaoreune

La reacción de Yoongi cuando la caga

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Audrey se había dejado crecer el cabello un poco. Usualmente lo tenía hasta la altura del hombro o más corto, pero esta vez quería hacerse un peinado como el de Seulgi (Red Velvet) en Psycho.

Lo tenía del largo que quería (que era un poco más que el de la idol) pero no estaba segura de qué tan bien se vería una vez que le hicieran el permanente. El cabello de Audrey era demasiado lacio, como si fuera atraído por la gravedad o algo, y no importaba los rizos que se hiciera, nunca le duraba más de una hora.
Entonces buscó el rizador de pelo. Solo iba a hacerse algo rápido, nada más que una prueba.

Empezó con un mechón de adelante y siguió así hasta atrás, pero en ese momento se le comenzó a complicar ya que no veía la parte de atrás y no quería quemarse la mano o la cabeza con el aparato.

Yoongi salió de su mini estudio para dirigirse a la cocina, pero se detuvo en la puerta del dormitorio al ver a la chica batallando con el rizador.

– Nena, ¿necesitas ayuda?

La chica se volteó a verlo y un poco dudosa preguntó:

– ¿Tú sabes hacer esto?

Él se encogió de hombros y se dirigió a ella.

– No, pero no creo que sea tan difícil. ¿Qué quieres hacer?

Audrey entonces le extendió el rizador a su novio – ¿Te acuerdas del permanente que te dije que me quería hacer? Quería saber qué tal me quedaría pero no alcanzo los mechones de atrás.

– Ok – él agarró un mechón de pelo y lo enrolló sobre el rizador, esperando unos diez segundos para luego soltarlo.

– ¿Qué tal quedó? – preguntó ella.

– Le falta un poco. Qué raro, a mí me hacen esto en diez segundos.

– Tu cabello es distinto.

– Sí, verdad. Siempre se me olvida que no te puedes hacer nada en el cabello – comentó en lo que volvía a enrollar el mechón – ¿Por qué te preocupa cómo te vas a ver? ¿No te lo habías hecho antes?

– No.

– Pero sí te rizaste el pelo, supongo.

– No, eso me lo hizo mi mamá cuando yo tenía como 6 años. Solo recuerdo que no me duró y tampoco cuando me soltaba las trenzas.

– Pero al menos no se te enreda el cabello. Todas quisieran eso.

– Eso es lo único bueno.

– Además de que tampoco te peinas.

– ¿Cómo sabes? – parecía asombrada. ¿Cómo su novio sabía que ella rara vez se peinaba?

– No tienes cepillo ni peinilla. ¿Cómo no me iba a dar cuenta?

Ambos rieron pero pronto la risa cesó cuando Yoongi comenzó a oler algo quemándose. Sin pensarlo mucho sabía qué era y se maldijo en silencio antes de retirar el aparato con cuidado. Sin embargo, el rizador no era lo único en su mano, también tenía el mechón entero en él.

– Yoongi, huelo algo quemándose. ¿Es mi cabello?

– Por cierto, tu cabello corto es más lindo y te conviene más.

La chica se volteó asustada y vio al chico con el rizador en mano.

– Yoongi, ¿qué hiciste?

El chico dejó el objeto en el suelo y se arrodilló frente a ella para suplicar su perdón.

– Mi amor, angel mío, luz de mi vida, mi reina, por favor perdóname... – la verdad es que Yoongi hacía su mayor esfuerzo para no reírse. Cosas como esas no pasaban seguido y aún así no se podía reír.

– Yoon, me quemaste casi todo – expresó preocupada al ir a verse al espejo mientras él se quedó en la misma posición.

No le había arruinado casi todo el cabello como ella dijo, pero el mechón sí era grande así que se podría decir que le quemó más de una cuarta parte de todo el cabello.

– Ahora me lo voy a tener que cortar más de lo usual – seguía molesta y él no pudo evitar reírse – ¡Ya! Yoongi, ¿por qué te ríes?

– Perdón, mi amor. Perdóname, en serio no fue mi intención.

– Pero te sigues riendo.

– Ya linda, no me río – él finalmente se levantó, pero cuando quiso darle un abrazo a su novia, esta le rechazó – Cariño, no te enojes conmigo. Sabes que no lo hice a propósito.

– ¿Por qué te reíste si no fue a propósito?

– No pude evitarlo. Fue gracioso, admítelo.

La chica solo lo miró y suspiró – La verdad sí fue algo gracioso. Digo, no es como que me golpeaste o me cortaste la oreja.

– Ya, mi amor – ahora sí la abrazó – en serio, perdón. Yo también te quería ver con el permanente. Seguro te hubieras visto hermosa. Veo que los rizos te quedan muy bien.

– Gracias, pero me tienes que compensar.

– No te preocupes, te voy a comprar una peluca de payaso.

Y así fue como Yoongi se quedó en abstinencia por no saber cerrar la boca.

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