Una historia más: Mensaje importante

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Marcela había recibido un correo electrónico para presentarse a una entrevista presencial tres días después de enviar su solicitud para el empleo de asistente. Como toda chica que nunca se ha esforzado por obtener algo en la vida, se emocionó por un instante, pero al mismo momento que le llegó la notificación en su celular, esa sensación se nubló.

*****

Llegó el día de presentarse a la reunión de trabajo, donde su amiga Anie llevaba 30 minutos esperando la llegada de la chica, pero Marcela no se encontraba en el lugar. Mientras más se acercaba la hora de la cita, Anie se angustiaba y para liberar el estrés no dejaba de mandarle decenas de mensajes, pues su amiga era tan distraída que seguramente había olvidado la entrevista de trabajo y seguía dormida. Habían pasado 10 minutos más cuando de repente una chica familiar empezó a correr y al llegar junto a Anie, se dio cuenta de que se trataba de su amiga.

Anie: Por fin llegas, creí que se te había olvidado la entrevista, se quejó su amiga mientras guardaba su celular.

Marcela: Perdón, se me hizo tarde. Me estaba arreglando, por si me encontraba a Carlos.

Anie: Concéntrate y enfócate, no vienes a ligar. Estás buscando trabajo y esto requiere un compromiso.

Marcela: Estoy concentrada y enfocada en mi meta. Y esa meta involucra a Carlos.

Anie: Ay, me desesperas, no puedes tomar algo en serio.

Marcela: ¡Ya! Lo estoy tomando en serio.

Discutían las amigas cuando en el celular de Marce se escuchó una notificación que distrajo a ambas de dicha pelea. La chica volteó a ver su celular y se encontró con la notificación de que su influencer favorita, Yolanda Bonita, estaba haciendo un "en vivo" por TikTok. Yolanda comentaba que estaría en una tienda departamental muy cercana al lugar donde se realizaban en ese momento las entrevistas de trabajo. Además, mencionó que, al realizar una compra, ella personalmente te iba a firmar un póster para poder llevártelo a tu casa. Y, aún mejor, la tienda daría un descuento a todos aquellos que compraran durante ese día. Pero si querías tener una foto o video con Yolanda, debías llegar en menos de una hora porque ella no podía quedarse ahí todo el día.

Anie no entendía qué era lo que tenía tan embobada a su amiga, pero había captado algo sobre una tienda departamental que había rebajado un 50% sus costos en bolsas y zapatillas. Nunca imaginó la actitud que tomaría su amiga, ya que, al escuchar eso, Marce salió corriendo hacia la avenida para detener un taxi.

Anie: Hey, Marce, ¿es en serio? ¿Te vas?

Marcela: Lo siento, pero es algo importante, gritó la chica mientras se subía al taxi.

Pero faltan minutos para... la chica no pudo terminar la frase, pues una señora elegante salió del edificio y con voz autoritaria le indicó que la siguiera. Ella no sabía por qué la estaba siguiendo, pero iba con pasos rápidos caminando detrás de esa mujer. Intentó en varios momentos explicar que había una confusión y que ella no era la chica que venía a la entrevista, pero la mujer no le prestaba interés.

Así que al cruzar la puerta y entrar en una oficina, lo primero que vio fue a Diego sentado al otro lado del escritorio. Él alzó la mirada y le indicó que se sentara, y ella no pudo decir más y comenzó a escuchar lo que él le pedía.

Diego hojeaba las hojas de un currículum vitae que previamente le habían enviado por correo electrónico. Aunque veía que la experiencia no era suficiente para cumplir el cargo de asistente, trataba de buscar las fortalezas necesarias en esa chica. El tiempo para presentar a su equipo de trabajo se estaba agotando, y los candidatos que se presentaban no eran lo suficientemente preparados para los puestos.

Al hojear las páginas, miraba entre líneas a esa chica, la cual se encontraba nerviosa, ansiosa y quizá un poco insegura, jugando con sus manos mientras él la estudiaba. No sabía por qué, pero ella le parecía diferente, le daba un toque familiar, como si la conociera previo a esa entrevista. Sin embargo, él sabía que nunca antes la había visto. No podía tratarse de una chica que él conociera, pues tenía una excelente memoria que el teatro y la música le habían dejado.

Así que tomó esa sensación como una corazonada y decidió dejar las hojas en el escritorio, suspiró y dijo:

Diego: Realmente, por lo que veo, no tienes la experiencia necesaria para el puesto, pero, sin embargo, creo que puedes ser útil. Espero no equivocarme, pero tienes el puesto. Por mis horarios, te necesito trabajando presencialmente solo 3 días en el horario de la tarde, y los demás días puedes hacerlo desde tu casa, oficina o donde prefieras. Eso no importa. Lo que sí es muy importante es que, durante el mes de ejecución del proyecto, estés presente en todo instante. Serás mi sombra, mi mano derecha, una extensión de mi persona. Si todo fluye en armonía, tendrás al jefe más buena onda del mundo. Pero si todo se complica, debes saber que no querrás conocerme enojado. En cuanto a tus pagos, pese a tu falta de experiencia, se te pagará lo acordado. Durante la gira, tus gastos corren por la empresa, y debo aceptar que en este tipo de trabajo es común que los sueldos se atrasen, pero si necesitas dinero, puedes avisarme para tratar de conseguirlo. Es muy importante para mí que te sientas cómoda en este espacio y que tu trabajo sea un apoyo para mí. Realmente, este proyecto es algo que, en mi carrera, puede abrir un parteaguas para proyectos futuros. Necesito tu apoyo y no entiendo por qué creo que contigo lo puedo lograr. Por favor, no me desilusiones. De tu mano estoy seguro de que puedo lograr que todo salga bien.

En la cabeza de Anie no podía dejar de escuchar esas últimas palabras, donde el chico que tanto le gustaba le pedía que no lo dejara solo. Quizá por ese motivo no dijo nada, no aclaró la situación y tampoco dijo que su verdadero nombre no era Marcela.

Asistió con el contador y el encargado de recursos humanos para firmar el contrato, y fue en ese momento cuando mencionó que el nombre del currículum no correspondía al suyo. Al enterarse de esto, se hizo un desastre, pues querían volver a hablar con Diego para que se repitiera la entrevista. Anie mencionó que se trataba de un error y que su amiga seguramente había cambiado su nombre en ese archivo para hacer un nuevo currículum. Los encargados no le creyeron al principio, pero después de que ella explicó el contenido del archivo y respondió a algunas preguntas, pudieron comprobar que la chica sabía lo que estaba escrito en ese documento. Lo cual era lógico, ya que días antes ella misma había ayudado a Marce a crear un currículum vitae lo suficientemente formal para presentarse como candidata a ese trabajo.

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