Una historia Más

Una historia más: ¿Qué es el amor?

Todos los chicos se encontraban en la guarida, festejando como todos los días después de terminar una función. Dentro del restaurante, se veía un grupo de personas cenando y bebiendo, comentando las fortalezas y debilidades de todos en la obra ese día. Nadie señaló ningún error, querían que Anie se sintiera cómoda. Le agradecieron por su valentía y estaban muy felices de ver su crecimiento.

Mientras reían y la pasaban increíble, vieron cómo una persona se acercaba lentamente a la mesa. Todos, al ver que se trataba de Diego, empezaron a aplaudir y chiflar, festejando su llegada. Al verlo, Anie sintió una felicidad inevitable y sonrió para darle la bienvenida. Diego intentó sentarse a su lado, pero los demás chicos impidieron la cercanía. Afortunadamente, quedó enfrente de la chica. Todos comieron pizza y bebieron vino mientras platicaban con gracia cada momento de esa noche. Diego no podía dejar de mirar los labios de Anie al comer o hablar, y ella, provocándolo, se mordía el labio inferior y sonreía con una seguridad antes no vista en ella.

Era tanta la alegría que todo el grupo se puso a bailar las canciones que se escuchaban por una pequeña radio que se encontraba en la cocina del restaurante. Las parejas se iban intercambiando entre canciones, y las risas eran evidentes en ese grupo de jóvenes que, por ese instante, olvidaban los problemas que la vida les presentaba.

Diego, durante el baile, no paraba de mirar a Anie con admiración y profundo deseo. Intentó acercarse varias veces, pero sus amigos no ayudaban a que se diera el acercamiento. Cuando se disponía a tener contacto, los chicos lo jalaron para contarle algún chiste tonto o mostrarle algo que para ellos era divertido. El grupo estaba lleno de euforia, y el alcohol empezaba a notarse en sus cuerpos.

Diego, durante el baile, no paraba de mirar a Anie con admiración y profundo deseo. Intentó acercarse varias veces, pero sus amigos no ayudaban a que se diera el acercamiento. Cuando se disponía a tener contacto, los chicos lo jalaron para contarle algún chiste tonto o mostrarle algo que para ellos era divertido. El grupo estaba lleno de euforia y el alcohol empezaba a notarse en sus cuerpos. A pesar de que los actores bebieron poco, la alegría del momento hacía que la ebriedad fuera notoria entre ellos. Cuando el alcohol se apoderó de todos y ya no lo podían apartar de la chica, Diego tomó la mano de Anie y la llevó hacia una esquina del restaurante-bar.

Diego: No lo sabía, pero me encantas. —Le dijo mientras apartaba un mechón de cabello de sus ojos.— Me tienes hecho un loco, quiero volver a besarte, te deseo como a nadie antes había deseado, te quiero a mi lado, Anie. Ahora lo tengo muy claro.

La chica se ruborizó al escuchar las palabras de su ser amado. Había esperado tanto para escuchar esas palabras y deseaba corresponderle, pero entonces lo miró con una expresión que jamás le había mostrado a Diego y dijo:

Anie: Lo siento, no puedo amarte en este momento o mejor dicho, no debo amarte. Porque yo te quiero desde el primer momento que te vi arriba de un escenario y te deseaba en cada momento, aun cuando eras un ser nefasto. Por ti siento lo que por ningún otro chico he sentido. Te tengo mucho respeto y admiración. Me encanta verte crecer, trabajar, ser y reír. Te veo con los ojos con los cuales Don Quijote veía a Dulcinea, y en ocasiones hasta te idolatro como una loca; es irreal lo que por ti siento, a tal grado que hay veces que voy olvidando tus defectos, pero eso no es bueno y lo sé. Hay muchas cosas en ti que no puedo y no debo dejar pasar de lado. Tienes muchas cosas que debes resolver, y no quiero ser un conflicto mientras decides poner todo en su lugar. Necesitas solucionar las cosas con María, Carlos y tu papá. Necesitas aprender que no puedes tener todo lo que deseas solo con pedirlo. Necesitas estar a solas para ver si realmente quieres tirar a la borda lo tuyo con María. Sí, quieres hacer un cambio en tu vida por ti y no porque alguien más te lo pida. Necesitas regresar a tu pasado y ponerle un orden si tú así lo deseas.