Durante el combate de Rukia contra Mayuri, la primera mencionada fue gravemente herida al ser atravesada por la zanpakutou del científico loco, causando el despertar de la furia de Ichigo. Lanzando un grito de desesperación hacia el cielo un reiatsu oscuro se manifestó dentro del cuerpo de Ichigo Kurosaki, manifestándose en la forma de un aura oscura de color negro y rojo y la máscara Hollow hizo su primera aparición cubriendo completamente el rostro del chico, cambiando su color de ojos a amarillos brillantes y mostrando una faceta mucho más agresiva apuntó en dirección hacia el objeto que causó que su ira se disparase: Mayuri Kurotsuchi
Ichigo (Hollow): ¡Te mataré por lo que le hiciste a mi enana, desgraciado!
Urahara: ¡No lo permitiré! —se trasladó hacia la posición de Ichigo y con un codazo cargado de energía espiritual separó su alma humana de su cuerpo de Shinigami, impidiéndole moverse libremente
Ichigo: Urahara, ¡¿qué estás haciendo?! —le preguntó molesto
Urahara: ¡Evitando que cometas un homicidio, Ichigo Kurosaki! —respondió con rudeza
Ichigo: ¡No lo entiendes, Urahara! ¡La va a matar! —dijo el chico con extrema preocupación
Urahara: ¡No hables estupideces, Ichigo! ¡Mayuri podrá ser muchas cosas, pero jamás se atrevería a matar a un Shinigami distinguido! —le explicó las razones por las que ir contra él sería una locura
Ichigo: ¡Eso no significa que no pueda acabar con ella...! ¡Por favor, Urahara, devuélveme a mi cuerpo! —le exigió
Urahara: ¡Dije que no! Te quedarás así hasta que decreten el final del combate
Ichigo: ¡Maldita sea! —miró con desprecio al capitán de la Duodécima División
Nanao: Ehhh... Esto... Como dictan las reglas, Mayuri Kurotsuchi ha ganado por asestar un golpe dirigido hacia un punto vital de Rukia Kuchiki. Recibe en recompensa 250 puntos —trató de mantener la compostura pese a la sorpresa causada anteriormente. —La ex-capitana Kuchiki será llevada de inmediato a los cuarteles generales de la Cuarta División para que sus heridas sean tratadas y restauradas
Mayuri: ¡Solo eres una escoria más de la Sociedad de Almas! —sacó su tridente de Rukia, dejándola tirada en el suelo con muchas heridas
Una vez terminado el combate ante las miradas impactadas, shockeadas, molestas e incluso despreciables de la audiencia Urahara regresó el alma de Ichigo a su cuerpo de Shinigami, recuperando así su movilidad y se dirigió hacia el tatami de batalla encarando a Mayuri Kurotsuchi. Con un rostro furioso y sediento de venganza, el Shinigami Sustituto lanzó una advertencia hacia su futuro oponente
Ichigo: ¡Juro que acabaré contigo y haré que sufras por lo que le hiciste a Rukia! —sus ojos estaban hinchados de ira
Mayuri: ¡JAJAJAJA, no me hagas reír! ¡Destrozaré tu cuerpo y experimentarás el peor dolor posible bajo mi mano, gusano patético! —una mueca sádica se presentó en su rostro
No obstante, el científico loco se burló abiertamente de las amenazas de Ichigo, y este último, indignado desapareció de la arena de batalla hacia Kamisama sabrá donde con un shunpo, sin dejar rastro alguno... Ardía en furia y sus instintos estaban comenzando a tomar el control de sí mismo, y no podía volver a dejar que sus emociones lo dominen... No quería recordar la última vez que ocurrió algo así
Nanao: Bien, debido a los acontecimientos ocurridos nos tomaremos un descanso hasta el otro día... Eso sería todo por hoy, y muchas gracias a todos por asistir
La gran mayoría de los espectadores no se molestaron siquiera en aplaudir, pues la situación ante la que se encontraba merecía todo, menos una celebración o adoración. Muchos de ellos dejaron la arena de batalla más conmocionados que sorprendidos, dirigiéndose hacia sus respectivas habitaciones, mientras que Rukia Kuchiki fue recogida en camilla y llevada hacia los cuarteles generales de la División Médica
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Bleach: The Soul Society Tournament
FanficLos personajes no me pertenecen, son creación de Tite Kubo, creador del manga/anime Bleach Han pasado 2 meses desde la Guerra Sangrienta de Mil Años y la Batalla contra Yhwach y su ejército de Quincys. tanto Karakura como la Sociedad de Almas viven...