Capítulo 25: ¡Más allá de los límites!

23 1 0
                                    

La pareja Shinigami durmió plácidamente sobre la suave cama de su habitación luego de un reconfortante y cálido abrazo del chico de cabello naranja.Al día siguiente y con el sol alumbrando intensamente la ventana, Rukia se levantó en el instante en el que los rayos del astro rey interceptaron su rostro. Lo primero que se encargó de realizar fue despertar a su novio, el cual, para consternación de la mujer, todavía se encontraba descansando sobre la cama, así que, como primera opción eligió despertarlo de la forma más dulce que pudiese

Rukia: Buenos días, mi rayito de sol —le acarició parte de su mejilla izquierda mientras le susurraba al oído con una voz tierna. —Es hora de levantarse, cariño, no querrás que nos perdamos el combate

Ichigo: Mamá, me siento mal, no quiero ir al colegio —dijo el chico entre sueños

Rukia: ¡¿Pero qué?! —una gota de sudor se mostró en su frente —¡¿Sigue durmiendo y encima creé que soy su madre?! Este muchachito... —lo despertó de un sape —¡Levántate, tonto!

Ichigo: ¡Auuuch! —se quejó del dolor. —¡Rukia! —se mostró emocionado, pero también algo irritado de verla por el tremendo golpe que le había pegado en la cabeza. —¡¿Por qué me despertaste?! —le recriminó. —¡No vuelvas a hacer eso jamás!

Rukia: ¡Es que seguías durmiendo y, para tu información, el combate empezará dentro de un cuarto de hora!, así que más nos vale cambiarnos de ropa cuanto antes —le avisó la Kuchiki

Ichigo: ¡Es cierto, hoy continuaba el torneo! Por un momento se me había olvidado —exclamó con cierto descontento y se dirigió hacia el armario para buscar su traje de Shinigami Sustituto

Rukia: Digo yo si no te habrás olvidado después de la fiesta de ayer y todo lo que ocurrió después —le contestó la pequeña mujer

Ichigo: Tienes razón, ayer fue un día de lo más agitado e impredecible —cambió su haori naranja casual por su uniforme de Shinigami Sustituto, mientras que Rukia se había colocado el haori blanco que se asemejaba al que llevaba durante su estancia como Capitana de la Decimotercera División. —Solo espero no tener un encontronazo con Byakuya luego de lo que sucedió ayer —dijo con espada en mano

Rukia: No tendrás que preocuparte por nii-sama, lo más seguro es que esté tan centrado en su combate que ni siquiera te preste atención —le habló a su chico

Ichigo: Al menos estoy un poco más aliviado que antes... —consultó el reloj de su teléfono y vio que faltaban 20 minutos. —Bueno, ya deberíamos de ir yendo hacia el estadio —se agachó en el suelo para que su novia viajase sobre su espalda

Rukia: ¡Por Kami, pero que bien me conoces, Ichi! —exclamó para sí misma y río ligeramente. —¡Ya voy, cariño! —se subió en la parte trasera del torso del Kurosaki

Una vez que Rukia se posicionó en la espalda de Ichigo la pareja emprendió el viaje hacia el estadio del Torneo de la Sociedad de Almas, donde, después de todo un día de descanso se celebrarían y disputarían ambos combates de las semifinales, combates que, por sí solos podrían ser perfectamente la final debido a la destreza y potencial de cada uno de sus 4 participantes restantes.

Cuando llegaron al estadio se besaron por un corto período de tiempo y luego se introdujeron en la arena de batalla, buscando gradas bastante separadas la una de la otra para evitar más sospechas de las que podrían llegar a tener en casos hipotéticos. Faltando poco para iniciar el combate, Rukia se acercó cautelosamente a su hermano mayor, quien, por su mirada, parecía seguir estando molesto por lo acontecido anoche, en la fiesta del Seireitei. Sin embargo, esto no impidió que la pequeña mujer lo alentara de forma sutil

Bleach: The Soul Society TournamentDonde viven las historias. Descúbrelo ahora