Capítulo 17: La venganza del sustituto

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Las condiciones se habían cumplido. Por azares del destino, por casualidad, por coincidencia, llamadlo como queráis, pero estaba sucediendo. Ichigo Kurosaki sería el rival del capitán de la Duodécima División Mayuri Kurotsuchi, quien anteriormente en la segunda ronda había vencido a su ahora novia por un golpe crítico en su estómago, dejándola con una herida grave, aunque siendo afortunadamente salvada por la División Médica con el apoyo de Orihime Inoue e Iduru Kira. La audiencia se mantenía atenta a los hechos y quedaban muy pocos minutos para iniciar con la pelea, aproximadamente 3 minutos. En las gradas, el pelinaranja y su chica se mantenían sentados a la espera del 3er combate y el joven debía de separarse momentáneamente de ella, cosa que, hasta cierto punto lo desanimaba, pero en su mirada las ansias de venganza se hacían evidentes. Prometió hacerle pagar a ese loco y pretendía hacerlo

Rukia: Ichigo... ¿Te sientes bien? —dijo preocupada por el Shinigami Sustituto

Ichigo: Ahh... Sí, claro... Es solo que... No logro sacar de mi cabeza lo que te hizo Mayuri —respondió recordando con dolor a Rukia siendo atravesada por la zanpakutou del capitán Shinigami

Rukia: Debí de haberlo imaginado. Verme así de herida te hizo enloquecer, y no precisamente de una buena manera —también recordaba dolorosamente lo sucedido

Ichigo: Me he prometido a mí mismo que jamás volvería a permitir que te hagan daño, no importa por qué sea... Y ahora cumpliré con lo que debe de hacerse —en su mente ya estaban planeando formas de humillar al capitán del Duodécimo Escuadrón

Rukia: ¿Estarías dispuesto a cumplir esa promesa por siempre, Ichigo? —le preguntó a su chico

Ichigo: Por supuesto que sí... Sabes que no existe nada más importante para mí que tú —la abrazó con fuerza. —Y te protegeré y lucharé por ti toda una vida —le confesó con mucho cariño

Rukia: ¡Awwww, Ichi! —exclamó sonrojada. —Siempre me haces sonreír y provocas que mi corazón palpite más rápido con cada palabra que dices —se arrimó sobre sus piernas

Ichigo: Entonces me siento afortunado por tenerte en mi vida —se aferró más a su cuerpo

Rukia: Espera... —colocó su dedo índice en los labios del chico. —No digas ni hagas nada... —comenzó a manifestar magia demoníaca en su mano. —¡Bakudo #26: Kyokko! —tocó a Ichigo y a ella misma y ambos desaparecieron de la vista de todos, causando el asombro y la inesperada sorpresa de muchas personas, incluyendo la de...

Byakuya: ¡Un momento, momento...! ¡¿Qué demonios está sucediendo allí arriba?! —apuntó hacia la dirección donde anteriormente se encontraban su hermana e Ichigo

Urahara: ¡Cálmate, Byakuya no está sucediendo nada malo! —lo agarró de ambos brazos para evitar que fuese a alguna parte

Byakuya: ¡Oye, quita tus manos de encima! ¡Suéltame, Urahara! —le gritó al veterano Shinigami

Urahara: ¡Baja un poco los ánimos! A Rukia no le ha sucedido nada... Está a salvo. Te dejaré ir si prometes apaciguarte —le prometió al soberbio capitán

Byakuya: ¡Ella estaba con Kurosaki! ¡Lo pude ver! ¡Mis ojos no me han engañado, lo he visto! —exclamaba agitado y ardido

Yoruichi: Seguro fue una ilusión óptica, ya sabes, producto de las pocas horas de sueño que has tenido y la paranoia creciente de tu mente —trató de hacer como que estaba ofuscado mentalmente

Byakuya: ¡Estoy completamente seguro de lo que vi! ¡Mi hermanita no puede estar con alguien como él! ¡Y ese bastardo me prometió que se alejaría de ella! —siguió discutiendo con la pareja de Shinigamis

Bleach: The Soul Society TournamentDonde viven las historias. Descúbrelo ahora