ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 3

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Callum no tenía demasiado claro qué pensaba sobre Aedyn. No es que le pareciera una mala persona, pero tampoco se podría decir que fuera alguien particularmente agradable. Después de todo, raramente hablaban fuera de las lecciones sobre la magia del sol y cuando lo hacían sus interacciones se podían describir cómo incómodas en el mejor de los casos. El otro chico era bastante seco y parecía querer evitar las conversaciones personales a toda cosa.

En definitiva, él había mantenido su distancia y el príncipe lo había respetado. Después de todo, a pesar de que hubiera querido llevarse bien con el mago del sol, últimamente no estaba de humor para hacer nuevos amigos. Además, aún no se conocían demasiado bien, así que las cosas siempre podían cambiar.

Pero, pese a solo haberlo conocido durante poco más de un mes, sabía de algo que solía irritar al elfo: que se retrasara. Así que, mientras corría escaleras arriba hacia el despacho del gran mago, no podía evitar pensar que el otro chico definitivamente no estaría contento.

-Llegas tarde. - Tal y como había predicho, esas fueron las primeras palabras que el otro mago le dirigió en cuanto Callum abrió la puerta de golpe, sin siquiera levantar la mirada del libro que tenía entre las manos. Estaba sentado en una de las sillas, mientras que en la mesa, reposaba una taza y tetera humeantes. -Agradecería mucho si no me hicieras perder el...-Aedyn finalmente lo miró.- Vaya, te ves horrible.

-Gracias Aedyn, eres un auténtico encanto.- Respondió él con sarcasmo, poniendo los ojos en blanco, olvidando de inmediato las disculpas que tenía planeadas. -¿Empezamos ya? No he corrido hasta aquí desde la reunión del consejo para nada.

-Estoy hablando en serio, parece que no hayas dormido en días.-Aedyn frunció el ceño, observando las profundas ojeras en el rostro del gran mago, jugueteando un poco con su anillo antes de volver a hablar, solo unos segundos después.-¿Te encuentras bien?

-¿Qué? Sí, solo ha sido una semana estresante.- Dijo él, algo confundido por el súbito interés del chico por su bienestar.

-¿Quieres un té o algo?- Vale, aquello se estaba volviendo raro realmente rápido...

-¿Por qué? ¿Pretendes envenenarme?- preguntó él en broma, aunque con genuina curiosidad por la oferta del otro. Especialmente teniendo en cuenta lo distante que había sido hasta aquel momento.

-No, simplemente no es buena idea jugar con la magia cuando no estás en un estado mental adecuado. Especialmente la magia del sol, a no ser que disfrutes de las quemaduras de tercer grado, por supuesto.-Callum se estremeció un poco ante el pensamiento. Pero Aedyn lo dijo sin inmutarse mínimamente.-Y, la verdad, prefiero perder un par de horas de mi vida antes de que aprendas algo mal, te conectes al arcano del sol y le prendas fuego a todo.

-Punto justo.- Admitió el príncipe, frotándose la nuca. -Entonces creo que aceptaré ese té, si la oferta iba en serio.

-Solo por esta vez.- El elfo respondió antes de sacar otra taza de su bolsa y servir té en ella antes de dársela a Callum.

-Gracias

-No hay de qué.

Después de aquello se sentaron en el pequeño sofá. Permaneciendo en silencio durante varios minutos, tiempo en el que el humano estuvo bebiendo su té tranquilamente, de vez en cuando mirando a Aedyn de reojo. El joven parecía perdido en sus pensamientos, contemplando distraídamente los dibujos pegados de manera descuidada en las paredes, también bebiendo de su taza.

Mientras lo miraba, Callum no pudo evitar que sus ojos se desviaran involuntariamente hacia su cuerno roto. Siempre había sentido cierta curiosidad, aunque nunca se hubiera atrevido a preguntarle nada al respecto. Pero en aquel momento el mago del sol parecía relajado y estaba siendo bastante amable, así que tal vez no se lo tomaría a mal si lo hacía.

-¿Pasa algo?-Preguntó Aedyn al notar la mirada del otro chico sobre él.

-No, lo siento, no pretendía ser irrespetuoso. Es solo que creo que nunca antes había visto a un elfo con el cuerno roto y me preguntaba... - Él empezó

-Eso no es asunto tuyo.- Aedyn lo interrumpió con inusual brusquedad.

-Ni siquiera me has dejado...

-Porque no es de tu incumbencia.- El elfo lo volvió a interrumpir antes de soltar un suspiro, relajando un poco su cuerpo. -Mira, no quiero hablar sobre eso.

-De acuerdo.- Respondió Callum, mordiéndose un poco el interior de la mejilla. - Lo siento si te he molestado, solo tenía curiosidad.

-Está bien, y no estoy molesto.- Aedyn dijo, haciendo que Callum levantara un poco una ceja sonriendo levemente, claramente sin creerlo. Mientras que, en respuesta, el otro joven solo suspiró una vez más antes de sonreír, casi de manera imperceptible, y continuar bebiendo su té como si la conversación anterior nunca hubiera sucedido. El gran mago siguió su ejemplo, volviendo a tomar su bebida, entablando un silencio sorprendentemente cómodo con el otro chico.

∼∘∽

Disculpen por el retraso de este capítulo y también por qué sea algo más corto que los demás. He estado de vacaciones y no tenía mucha motivación para terminarlo así que probablemente lo corrija un par de veces más en algún momento. En cualquier caso, muchísimas gracias por leer y cuídense mucho. <3

∼Jade∽

𝐆𝐨𝐥𝐝𝐞𝐧 𝐒𝐤𝐢𝐞𝐬 ∣ ᴄᴀʟʟᴜᴍ x ᴍᴀʟᴇ ᴏᴄDonde viven las historias. Descúbrelo ahora