ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 19

104 14 6
                                    

Pasarían cinco meses antes de que Callum tuviera la oportunidad de ver a Aedyn de nuevo. Más que nada porque el elfo había estado muy ocupado continuado con sus propios estudios e intentando convencer a su madre para que lo dejara ayudar más con todo. Y él lo extrañaba, probablemente más de lo que debería. Claro, se escribían constantemente, pero no era lo mismo que tenerlo allí, incluso si eso nunca había sido un problema antes. Así que, cuando el elfo comentó en una de sus cartas que volvería a Katolis pronto, se sintió prácticamente eufórico.

Se encargó de todos los preparativos para su llegada con suma diligencia y, cuando finalmente llegó el día, se encontró sentado en uno de los bancos del patio, sujetando un ramo de girasoles. Aedyn había mencionado que eran sus flores favoritas hacía algún tiempo, así que había pensado en comprarle algunas. El chico las observó con cuidado, asegurándose de que siguieran en buen estado, hasta que unos pasos acompañados por un fuerte ruido metálico lo hicieron levantar la mirada de estas. Tal y como había esperado, allí estaba Soren, acercándose a él, aparentemente recién salido de su entrenamiento como guardia de la corona.

—¡Buenos días, magastro!—El rubio dijo antes de fijarse en el objeto que tenía entre sus manos.—¿Qué estás haciendo con esas flores?

—¡Hola Soren!— El príncipe le saludó. —Uh, y estas son para Aedyn, vuelve a Katolis hoy.

—¿Entonces ya estáis saliendo oficialmente?— El otro chico preguntó, con un tono ligeramente burlón, haciendo que Callum se sonrojara.

—¿Qué? ¡No! Solo quiero hacerle un regalo de bienvenida a mi amigo al que no he visto en mucho tiempo.

— A mí nunca me traes flores cuando vuelvo de mis misiones.— El caballero dijo, queriendo picar un poco al príncipe.

—Bueno, tus misiones no suelen durar más de un par de días.— Callum puso los ojos en blanco.

—Claro, totalmente es solo por eso...

— Lo digo en serio, Soren, solo somos amigos...— El chico insistió a pesar de no sonar completamente convencido. Simplemente quería darle una buena bienvenida a un amigo al que apreciaba, eso era todo.

Soren parecía estar a punto de responder, sin embargo, antes de que pudiera hacerlo, un fuerte viento les sacudió el pelo a ambos y una gran criatura con la que Callum ya estaba bastante familiarizado aterrizó en el centro del patio. De ella, tal y como había esperado, descendió Aedyn. Nada más verlo, el príncipe se puso en pie, olvidando completamente la conversación con el guardia y dejando el ramo a un lado, para correr hacia Aedyn y envolverlo en un fuerte abrazo, al cual el elfo correspondió.

—Yo también me alegro de verte.— Aedyn dijo, separándose un poco de su amigo después de un par de segundos. Permitiéndole a Callum verlo bien, seguía teniendo más o menos el mismo aspecto, pero seguía siendo absolutamente hermoso. Probablemente, el cambio más notorio era que había crecido, y ahora definitivamente le sacaba a Soren unos cuantos centímetros de centímetros, también parecía haber estado haciendo más ejercicio, Callum recordaba que su amigo había mencionado pedirle a Crésida que lo entrenase un poco, cosa que aparentemente había dado sus frutos. Un par de pendientes más colgaban de sus orejas alargadas y su precioso cabello rubio ahora era aún más largo. No obstante, seguía teniendo la misma mirada tranquila en sus relucientes ojos dorados y aquella sonrisa preciosa en sus llenos labios.

—Te ves bien.

—Lo mismo digo. — El príncipe contestó, sus ojos desviándose hacia el cabello del príncipe. —¿Qué te has hecho en el pelo?

—Un nuevo peinado...— Callum se llevó las manos al pelo, súbitamente sintiéndose algo cohibido.—¿Me queda muy mal?

—No, la verdad es que me gusta, es muy... tú.

—Gracias.— Él respondió, notando como sus mejillas se calentaban y probablemente adquirían un tono rojizo. Afortunadamente no tardó en acordarse de las flores, aún apoyadas sobre el banco de piedra, que tenía que darle a Aedyn.—Oh, espera, te he traído algo.

Él corrió hacia el banco, pudiendo distinguir una mirada curiosa en los ojos del elfo antes de hacerlo, y recogió el ramo de girasoles para después traérselo a su amigo, quien los recibió con suma delicadeza. Parecía algo sorprendido por el regalo, pero no por ello disgustado. De hecho, la pequeña sonrisa en sus labios se amplió en cuanto tuvo el ramo entre las manos.

—Son preciosas, muchas gracias.

—De nada.

—En fin, yo debería ir volviendo al entrenamiento.— Soren interrumpió, acercándose a ellos. Aparentemente queriendo saludar a Aedyn por qué tras decir eso se dirigió directamente hacia él, poniéndole una mano en el hombro.—Es un placer, verte de nuevo.

—Lo mismo digo.

—¿Puedo?— El guardia de la corona preguntó, abriendo los brazos un poco, con la clara intención de darle un abrazo.

—Está bien... —Aedyn suspiró y Soren de inmediato lo envolvió en uno de sus apretados abrazos durante unos segundos, haciendo reír a Callum un poco, antes de dejarlo ir, saludarlos brevemente y volver corriendo al terreno de entrenamiento con los demás guardias de la corona.

—¿Estás entero?— Él preguntó en broma una vez el otro humano se hubo marchado.

—Eso creo, aunque definitivamente soy afortunado de tener una alta resistencia al dolor.— Aedyn contestó, aun sonriendo un poco, pero frotándose las costillas.—En cualquier caso, ¿Hay algún lugar donde pueda llevar a Kin para que descanse? Tal vez esos establos a los que fuimos la última vez.

—Por supuesto, sígueme. Tengo algo de agua y comida preparadas para ella.— Callum respondió, correspondiendo a su sonrisa.

—De acuerdo, muchas gracias.

Tras ese breve intercambio, ambos chicos se dirigieron a los establos, con Kin siguiéndolos de cerca, hablando entre ellos, como si no hubiese transcurrido ni un segundo desde la última vez que se habían visto cara a cara. Era un alivio, saber que la distancia y el tiempo no los habían alejado en absoluto a pesar de sus previos temores. Que seguían estando allí el uno para el otro, sin importar lo que pasara.

∼∘∽

Sí, sí, se que dije que volvería a las actualizaciones habituales, pero corregí esto antes de tiempo y no me aguantaba lmao, en cualquier caso, creo que estás dos semanas que vienen si que actualizaré menos porqué tengo exámenes así que no podré escribir tanto. 🥲

Bueno, y Aedyn está oficialmente de vuelta en Katolis. Aunque siendo un tremendo simp como de costumbre, en serio, sigo sin superar el hecho de que vio el primer peinado por primera vez y estuvo en plan: "lindo :)"😭😭, pero era lo que tenía más sentido. En cualquier caso, espero que les haya gustado este capítulo y, como siempre, cuídense mucho. <3

∼Jade∽

𝐆𝐨𝐥𝐝𝐞𝐧 𝐒𝐤𝐢𝐞𝐬 ∣ ᴄᴀʟʟᴜᴍ x ᴍᴀʟᴇ ᴏᴄDonde viven las historias. Descúbrelo ahora