Desde el regreso de Aedyn a Katolis, habían retomado las lecciones de magia del sol con relativa facilidad, a pesar de que ambos habían avanzado mucho en sus estudios durante el tiempo que habían pasado separados. A él, Ibis le había estado mandando diversas runas, hechizos y consejos sobre la magia del cielo, mientras que Aedyn a lo largo de los dos meses que llevaba allí había mencionado múltiples veces los nuevos hechizos que su madre le había enseñado en el campamento. Aunque no los había discutido en detalle, diciendo que eran demasiado avanzados para enseñarle sobre ellos en aquel momento. Lo que, siendo sincero, solo había aumentado la curiosidad del príncipe.
Por lo que, cuando bajó al patio donde solía entrenar con la idea de practicar un poco de magia del cielo y se encontró a Aedyn lanzando aquellos hechizos, no pudo evitar detenerse a observar.
El otro joven dibujaba runas con una fluidez y rapidez increíbles, su hermoso cabello dorado siguiendo sus movimientos como un látigo, reflejando la luz anaranjada de las llamas que a su vez iluminaba las cicatrices y músculos de sus brazos así como la expresión determinada que tenía en el rostro. Se veía... absolutamente increíble y Callum no pudo evitar notar como el calor le subía por el cuello hasta sus mejillas.
—¡Eso ha sido asombroso!— Le dijo emocionado, acercándose al chico mientras este se secaba el sudor con una toalla.
—Gracias.— Aedyn comentó, dedicándole una sonrisa. —¿Tú también has venido aquí para entrenar?
—Sí, aunque creo que preferiría quedarme a observarte.
—Que no se te ocurra usarme cómo excusa para saltarte el entrenamiento.— Su amigo replicó, con un tinte ligeramente juguetón en su voz, indicándole a Callum que no lo decía en serio.
—Por supuesto, ni se me pasaría por la cabeza.— Él soltó una pequeña risa. —Pero... ¿Acaso esos son los nuevos hechizos de los que hablaste?
—Algunos, otros los aprendí hace más tiempo, pero aún tengo que perfeccionarlos del todo.
—¿Piensas entrenar más?
—Esa era mi idea.
—Entonces, ¿te importaría si me quedo?— El príncipe preguntó—Te prometo que practicaré luego.
—Por mi bien.
—¡Genial, muchas gracias!— Callum contestó, sonando algo más emocionado de lo que pretendía, pero no le importó mucho. Después de todo, verlo entrenar era impresionante, así que consideraba que su emoción estaba totalmente justificada.
—No hay de qué.— Aedyn se encogió de hombros y Callum fue a sentarse al banco más cercano antes de que el elfo volviera a dibujar runas en el aire con la misma rapidez y habilidad que cuando el príncipe había bajado por primera vez al patio.
Se quedó allí, simplemente observando con fascinación al otro mago durante un buen rato, hasta que una de las runas fue trazada de la manera equivocada, haciendo saltar algunas chispas que, prácticamente de inmediato, se convirtieron en una especie de explosión. Y, antes de que se percatara de lo que estaba haciendo, se encontraba corriendo hacia su amigo con una rapidez sobrehumana. La magia del cielo recorriendo su cuerpo y permitiéndole llegar a tiempo para tirarse sobre Aedyn antes de que las llamas llegaran a tocarlo. Desgraciadamente, él mismo no tuvo la misma suerte y, nada más cubrir al otro chico con su cuerpo, notó como un dolor punzante nacía en su hombro en el momento en el que las crepitantes llamas lo rozaron.
Sin embargo, no se permitió centrarse en eso más allá de soltar un pequeño grito entre dientes, en su lugar, dirigiendo su atención hacia el elfo: —¿Aedyn, estás bien? ¿No estás herido, no?— Le preguntó, saliendo de encima del otro mago con rapidez, conteniendo otro grito de dolor.
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𝐆𝐨𝐥𝐝𝐞𝐧 𝐒𝐤𝐢𝐞𝐬 ∣ ᴄᴀʟʟᴜᴍ x ᴍᴀʟᴇ ᴏᴄ
FanfictionCinco meses tras los eventos de "Through the Moon" Callum aún se está adaptando a su nuevo rol como gran mago de Katolis y lidiando con los eventos de la guerra. Tras lo sucedido con Rayla realmente no espera volver a enamorarse de nadie. Sin embarg...