POV JISOO
Por lo menos la contienda entre mis dos mujeres había acabado, porque sí, ambas mujeres me gobernaban y yo solo quería que Lisa estuviera aquí, aunque tal vez eso no sería posible, ya me había dicho que lo más probable es que no pudiera viajar. Jennie había pedido que no le dijéramos nada a Lisa, primero para que no se sintiera presionada y segundo porque a nuestros ojos ella estaba conociendo a alguien allá. Chae quería decirle a Lisa, pero desistió cuando se dio cuenta que Diana estaba más presente en las video llamadas.
Dos días antes de la fecha del parto las chicas decidieron internarse en la clínica para evitar el corre, corre. La habitación era inmensa, estaban una al lado de la otra, la idea es que cuando nacieran los bebes tuvieran el primer contacto con sus verdaderas madres, las dos estaban pautadas para el mismo día, pero todo dependería. Jennie estaba en constante monitoreo para saber si iba a poder tener a Santiago de manera natural o necesitaría cesárea, hasta ahora la primera opción seguía en la mesa.
Los padres de Chae y los de Suzy estaban aquí, también el padre de Jennie y mis padres, porque a estas alturas ya sabían que Chae me traía loca y que estaba enamorada de esa rubia. Todos estaban felices porque iban a ser abuelos. Chae y Jennie estaban felices, pero sé que les faltaba alguien, una pelinegra, paliducha que estaba en Italia.
- Gracias por estar aquí – me decía Chae.
- No es nada cariño, sé que hubieses querido tener a otras personas aquí – pensaba en Lisa, claro, pero también en Suzy.
- Estás conmigo y es lo que importa – me acerqué y le di un beso en la comisura de sus labios. Mi corazón latía muy rápido.
Faltaba un día y había ansiedad, Jennie disimulaba pero había visto varias lágrimas, por lo que tenía que turnarme para estar con la Rubia y con mi mejor amiga.
- Espero no llegar tarde – todas nos miramos al escuchar la voz de lisa, Chae casi se tira de la cama para abrazarla.
- Pensé que no vendrías – dije abrazándola.
- También lo pensé, pero Diana me ayudó bastante con algunas cosas para poder venir. – vi como Jennie volteo sus ojos y no la saludo aunque Lisa traía globos y peluches para adornar la habitación. – Hola Jen.
- Hola Lisa – de la manera más seca, Chae y yo solo nos miramos.
- Y esta chica ¿Diana? – Lisa asintió – ¿Es tu amiga o qué? – preguntó Chae y pude notar algo de celos en su voz. Jennie como pudo se giró en el cama para darnos la espalda.
- Es sola una amiga Rosie – respondió Lisa frunciendo el ceño.
- Chae, deja en paz a Lisa. ¿Hasta cuándo estarás aquí?
- Una semana – Lisa hablaba con nosotras pero solo miraba a Jennie, provocaba acariciarles la cabeza con un bate de beisbol a ambas. - ¿Puedo ir al apartamento a cambiarme y eso? No traje las llaves de mi apartamento y debo buscar un cerrajero para abrirlo.
- Por supuesto – dijimos Chae y yo.
- ¿Necesitan algo? Voy y vengo rápido, no me quiero perder nada – ahorita que lo decía, Jennie había pedido unas pijamas, pero yo no quería dejarlas y su padre había dicho que pasaba más tarde por ellas.
- De hecho – Jennie me fusiló con la mirada, pero lo ignoré – Jennie necesita unas pijamas ¿puedes traerlas?
- Sí, por supuesto – se giró hacía Chae – Tú hermosa ¿Necesitas algo? – creo que no había escuchado que Lisa le dijera así en nuestra presencia. Jennie buscó mis ojos y creo que ambas sentimos el mismo pinchazo en el estómago.
- No – le dijo Chae con una gran sonrisa.
Lisa salió de la habitación, Chae, que no se le escaba nada, me miró un poco seria, me guiño un ojo y sonrió, esa sonrisa arregla hasta el peor de los días. Lisa volvió unas dos horas después y decidió quedarse aquí, pero Jennie no la quería cerca, entonces yo estaba con ella y Lisa con Chae, no me agradó mucho el arreglo pero no se trataba de nosotras, sino de ellas y sabía que Chae también extrañaba a su mejor amiga.
POV LISA
Volver a ver a Jennie me demostró que casi dos meses lejos no han servido para nada, el sentimiento y la tristeza seguían presentes, seguían conmigo. Entrar a su habitación y recordar las noches que no dormimos por estar hablando, besándonos o yo simplemente pendiente que estuviera bien mientras dormía dolieron como el día que decidí irme.
Alrededor de las 2:30 A.M. Rosie comenzó a tener contracciones, en la habitación tenían todo lo que necesitaban para atenderlas en un parto natural, Jisoo me había explicado porque.
- Creo que es hora – decía Rosé, eran las 5:00 A.M. – son más seguidas – intentaba disimular el dolor pero sudaba y temblaba. En ese momento rompió fuente, todas estábamos nerviosas pero Jisoo estaba que se desmayaba.
- Ve a sostener su mano, ve a sostener a la mujer que amas – le dije y ella sonrió.
Ver a Rosé así era algo que no imaginaba, es decir, estaba sintiendo mucha admiración y respeto por mi mejor amiga. A las 6:45 de la mañana nació Emma y las 6:55 A.M. nació Sofía. Ambas estaban en los brazos de Jennie y le agradecía a Rosé.
- Debe descansar – decía el médico – lo ha hecho muy bien. – Todas nos abrazamos. Jennie estaba feliz, Jisoo y yo teníamos a las bebés en brazos, sé que no son mías, pero el momento que las cargué fue como si me hubiesen despertado ese instinto que no sabía que tenía, quería protegerlas, cuidarlas, mimarlas, amarlas. Se las llevaron y todas lloramos entre risas. Habían muchos sentimientos encontrados, yo me acerqué a Rosé, la abracé y la besé. Me acerqué a Jennie y la besé en su frente, ella me dio una pequeña sonrisa – pequeñas victorias – pensé.
Justo a las 10:05 A.M Jennie comenzó a tener contracciones, todos estaban preocupados y el monitoreo lo realizaban cada cinco minutos, esperarían hasta las doce para verificar si dilataba y decidir si sería parto normal o cirugía. Afortunadamente Jennie comenzaba a dilatar y sus signos eran buenos, antes de las doce ya había roto fuente.
Jisoo tomó posición para apoyarla al igual que con Rosé, yo estaba al otro lado de la cama, solo tragaba mis lágrimas, hasta que nuestros ojos se encontraron y ella entendió que yo quería estar allí, apoyando a Jennie, ella gustosa me dejó su lugar. Sentimos tanta adrenalina, Jennie pujaba y yo solo podía decirle que lo hacía bien. Santiago nació a las 12:32 P.M. se lo dieron a Rosé, quien actuó de la misma manera que Jennie antes.
- Te amo – pensé mientras besaba su frente - ¿Qué? – al parecer no lo pensé, lo dije y todas escucharon – esté... - sentía que estaba roja – yo iré al cunero a ver a los bebés – salí de allí más rápido que el coyote.
Tres días después las chicas salieron de la clínica junto con los trillizos, regresamos al apartamento. Después de mi confesión no tuve el valor de hablar con Jennie, me había expuesto y era claro que ella no sentía lo mismo por mí. Sin embargo, no podía dejar de enamorarme por su interacción con las gemelas, Jisoo las secuestraba de la habitación de Jennie y las traía a mi habitación junto con Santiago. Era increíble, las amaba como si fueran mías y mi ahijado iba a ser adorado por todas las mujeres de su vida.
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¡Queridas, intercambiamos a los niños! Jenlisa - Chaesoo
FanfictionOtro Fic de las negrorosas Jenlisa - Chaesoo Jennie una prominente abogada, Lisa una fotógrafa, Jisoo una CEO creadora de vídeo juegos y Rosé CEO de su empresa de telecomunicaciones. Las casualidades de la vida las llevaran a tener que convivir por...