CAPÍTULO XVII. LA REBELACIÓN

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Me dolió despedirme, repetía en mi cerebro que no eran mis hijas pero mi corazón quería aferrarse a ellas, me despedía de todos, no podía dilatar mi regreso a Milán. La noche antes de irme había ido a la habitación de Jennie, no sabía si iba a estar de acuerdo con lo que le iba a pedir, pero yo quería estar presente en la vida de Emma y Sofía y que no me olvidaran.

Flashback

- Hola, ¿podemos hablar? – ella estaba sentada en la cama alimentando con una mano a Emma y con la otra intentaba calmar a una muy molesta Sofía.

- Estoy un poco ocupada – me dijo sin mirarme.

- Déjame ayudarte – no espere que me diera permiso, tomé a Sofía y comencé a caminar por la habitación. Mi bebita fue calmándose, era una bolita de puro amor, me olvidé por un momento que Jennie estaba allí y comencé a hablarle como si ella me entendiera.

- ¿De que querías hablar? – Jennie me sacó de mi trance con Sofía.

- Quiero que por favor me dejes estar presente en sus vidas – ella me miraba y sus ojos tenían aquel brillo – mañana me iré, pero quiero que ellas no me olviden – ni tú – pensé. Jennie no me decía nada, aunque no había rodado sus ojos, eso era bueno – por lo que quería pedirte permiso para hacer vídeo llamada con ellas, cuando tú puedas claro, ya sabes, solo para hablarles – Acosté a Sofía en su cama y tomé a Emma.

- Lisa...

- Jen, por favor. No llamaré para hablar contigo ni para estar presente en tu vida, solo quiero estar al pendiente de ellas. Pensé en decirle a Jisoo que me ayudara y sobornarla con pollo frito – se asomó una sonrisa - pero no quiero pasar por encima de su madre, por favor.

- Está bien – fue lo único que dijo aquella mujer de ojos de gato que tanto amo.

- Gracias Nini – vi como abrió sus ojos – los siento Jennie – Dejé a Emma en su cuna y me despedía de ambas – hasta luego Jennie – salí de la habitación con lágrimas en mis ojos.

Fin del Flashback.

POV JENNIE

- Quería abrazarla, besarla, decirle que no se fuera, que no nos dejara – sentía tristeza – la hubieses visto hablando con Emma y Sofía – Rosé se reía.

- Lo sé, me lo puedo imaginar – dijo Rosé mientras miraba a Jisoo que tenía a Santiago en sus brazos y le hablaba con mucho amor. Me encantaba ver a mi amiga así.

- La extraño Rosie, la extraño demasiado – me dejé caer en el mueble.

Habíamos decidido de momento continuar en el apartamento, también que a los seis meses realizaríamos la ceremonia de bautizo y entonces regresaríamos a nuestras casas. Amaba a mis hijas, pero también a Santiago y Rosé sentía de la misma manera, por ello no sabíamos exactamente como nos íbamos a separar, no fue como habíamos planeado al principio, solo 9 meses y ya, entendimos que sería un lazo para toda la vida.

Había pasado 5 meses desde que nacieron nuestros hijos, crecían sin parar y fuertes. Sofía era la más ruidosa de los tres, también la más malgeniada, Jisoo decía que era mi estampa y ese sería mi karma. Rosé y Jisoo se las llevaban a su habitación, porque sí, ellas estaban juntas y eso nos emocionó a mí y a Lisa, ellas amaban jugar con los tres. Conocí un lado de Jisoo que no sabía que existía y eso me encantaba.

Lisa llamaba sin falta todos los días y hablaba con las niñas, tenía una conexión con ellas que no podía entender, más con Sofía, a veces recurría a ella para que la calmara y era impresionante como lo lograba.

¡Queridas, intercambiamos a los niños! Jenlisa - Chaesoo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora