CAPÍTULO 15

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Cuando por fin me estoy quedando dormida, siento como si alguien se sentara a mi lado, pone su mano encima de la mía y creo que es la de mi padre por el tamaño de esta, pero no es él, reconozco ese aroma y nunca confundiría la tranquilidad que me transmite su presencia. Quiero abrir mis ojos y cerciorarme que si es Nam el que está ami lado, pero no puedo abrirlos, en ese momento siento como un frío recorre mi cuerpo, mi corazón va a mil por segundo y mi respiración se agita. Cuando abro mis ojos me encuentro sola. No hay nadie a mi lado. Desesperada llamó a mi madre, ella se levanta del lado de mi padre y se sienta al lado mío.

—Mami acabo de sentir a Nam a mi lado—dije a punto de llorar.

—cariño, eso es imposible— acaricio mi mano.

—Solo fue un sueño. Trata de dormir, me quedaré a tu lado.

Recuesto mi cabeza en su hombro y vuelvo a cerrar mis ojos. Ya no sé cuánto tiempo llevo despierta y hace cuánto fue la última vez que traté de comer algo. Este es el vuelo más largo de mi vida.

Gracias a las comodidades que mi padre nos puede brindar, viajamos en primera clase, porque un susto como este en vuelo comercial, hubiese sido catastrófico, que tanta gente escuche mis gritos llamando a mi madre.

Al aterrizar el avión, lo primero que hice fue encender el movil y tratar de comunicarme, pero me di de cuenta que mi movil acá en Colombia, por el momento no me sirve.

Lo primero que hice cuando llegué a la que ahora sería mi casa, fue conectarme a la red Wifi, en cada red social busque el perfil de Monnie, pero ni los mensajes entran. Busco el de Jimin y le escribo, pero igualmente me quedo sin una respuesta.

Un día después de mi llegada a mi nueva vida, sin tener ni la más mínima información de mi mejor amigo. Con cada minuto que pasa siento más ansiedad quiero saber de él. Cada que cierro mis ojos y trato de dormir lo veo sonriendo y hasta creo escuchar su voz, decirme te quiero, tal y como me lo dijo antes de subir al auto de su madre.

¿Por qué me tiene que pasar esto? No bastaba con el dolor de tener que cambiarme de país de residencia y tenerlo que dejar a él y enterrar ese sentimiento tan bonito que creció en mí en tan pocos días, y para rematar este accidente sin poder saber de él. De mi cabeza no sale esa imagen de ver como lo subían a esa ambulancia con sangre en su ropa.

Toda esa incertidumbre termino al lunes En la madrugada, cuando por fin me llego un mensaje de Jimin.

—Oruga lo siento, con todo esto de mi primo deje el móvil en casa. Cuando nos avisaron en la primera persona que pensé fue en ti. Él me había dicho que te iba a llevar al aeropuerto, y que si los quería acompañar.

No me importo la hora. Lo único que me importaba era saber de Nam. Le di al icono de videollamada en mi móvil.

—Como esta Nam?— ni lo saludé solo quería saber de él.

—Tranquila oruga, ya pasaron las veinticuatro horas de riesgo!— sé qué mis lágrimas.

—Ya despertó?— Jimin solo niega con la cabeza.

—¿Y entonces por qué me dices ya pasó el tiempo crítico? Jimin dime la verdad. Que fue lo que pasó—dije en un hilo de voz.

—Un tipo borracho, se pasó una luz en rojo, el que recibió todo el impacto fue Nam— mis lágrimas no paraban de salir —tuvo varias lesiones, pero...— carraspea la garganta para aclarar la voz, baja el móvil, tanto que no podía ver su cara —la más crítica fue el golpe que recibió en su cabeza.

—Jimin déjame ver tu cara, o pensaré que me estás mintiendo—. Subió el móvil dejándome ver sus ojos y nariz roja.

—No, Alex no te estoy mintiendo. El golpe en su cabeza produjo una hemorragia. En el momento que le estaban haciendo la cirugía hubo una complicación, pero los médicos controlaron todo rápido— me dolía no poder estar ahí para él, poder verlo, y estar presente en el momento en que despierte. —Alex le indujeron en un coma- él pausó su habla, toma aire y vuelve a hablar —El doctor dice que el coma le ayudará para la recuperación.

Siempre fue él (Jimin, Alexia, NamJoon) +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora