CAPÍTULO 23

46 14 9
                                    

NARRA NAMJOON

Se abren las puertas, y veo a moni, me agacho, le hablo y lo abrazo. El sonido de que las puertas volverán a cerrarse hacen de que me apure para salir.

Cuando alzo la mirada, la veo ahí parada, igual de hermosa que siempre, con una coleta recogiendo todo su cabello, un jean negro y un buzo demasiado grande para ella.

Al volver a verla, mi corazón se detiene por un instante. Un torbellino de emociones me invade mientras la miraba, incapaz de apartar los ojos de su rostro.
Después de tantas pruebas y obstáculos, nunca creí que volvería a tenerla cerca. Pero aquí estaba, frente a mí, el amor de mi vida.

El peso de los años sin ella se hace evidente en este momento. Me doy cuenta de cuánto la he extrañado, de cuánto la necesitaba en mi vida. El amor que sentí por ella nunca se desvaneció, incluso en los momentos más oscuros y solitarios. Fue mi error, mis errores del pasado, los que nos separaron y nos mantuvieron alejados durante tanto tiempo.
Ahora comprendía que no podía culpar a nadie más que a mí mismo. Mis acciones imprudentes fueron la razón por la cual no estuvimos juntos todos estos años. Pero también entendía que no podía permitir que esos errores nos definieran.

Juro en este momento que no volveré a cometer los mismos errores del pasado. Que haré todo lo posible para reparar el daño causado, para demostrarle que aún la amo, que aprendí de mis equivocaciones. Quiero ganarme su confianza nuevamente y construir un futuro juntos.

Así que me acerqué a ella con el corazón en la mano y las palabras atrapadas en mi garganta. Sé que no será fácil, que debo que trabajar duro para sanar las heridas del pasado. Pero estoy dispuesto a hacerlo, porque el amor que siento por ella es más fuerte que cualquier obstáculo. Y en este momento, mientras nuestras miradas se encuentran, sé que aún hay esperanza para nosotros. Que el destino nos había dado una segunda oportunidad y no la dejaría escapar. Porque ella es mi razón de ser, y haré todo lo posible para mantenerla a mi lado.

—¿Alex?—Pregunto en un hilo de voz. Me acerco más a ella. —¿Qué haces tú aquí?—me mira y agacha su cabeza. —Perdón No quiero ser grosero, ¿pero qué haces con moni?

—¿Con quién?—Pregunta confundida.

—Moni—digo señalándolo, —es mi perro— salgo del ascensor y ella se hace a un lado.

—Yo vivo ahí— Señala la puerta al frente de la mía, —y Jimin me pidió que lo cuidara, me dijo que se llamaba Mon. Ahora entiendo por qué casi no me hacía caso cuando lo llamaba— sonríe.

Siento derretir, no puedo creer Que esté viviendo de nuevo en Corea y menos que sea justo al frente de mi casa, ya había renunciado a cualquier oportunidad que tuviera para estar con ella.

Mis manos tiemblan mientras me acerco a ella, sintiendo la mezcla de nervios y emoción recorrer todo mi ser. Cada paso que doy hacia ella parece llevarme más cerca de aquellos momentos llenos de risas y complicidad que compartimos en el pasado. Y entonces, nuestros ojos se encontraron, y en ese instante, todo lo demás desapareció. El tiempo se detuvo mientras el latido de mi corazón se aceleraba. En sus ojos vi la chispa que una vez encendió el fuego de nuestro amor, y su sonrisa iluminó mi mundo de nuevo. En ese abrazo, sentí que todas las piezas rotas se unían, como si nunca hubieran estado separadas.

Después de que mi bebé falleció, al poco tiempo me separe de Hye y aunque ella no quiera firmarme el divorcio ya no tenemos ningún tipo de comunicación, me dedique terminar lo poco que me faltaba para graduarme y luego a trabajar mucho. Hace un año pude comprarme un lugar y montar mi propia galería, ahí se exhiben obras de importantes artistas que fui conociendo a lo largo de este tiempo con los que trabajaba. Organizo exposiciones y hoy en día mi galería es una de las más relevantes de Corea del sur. Viajo mucho al ser el curador de arte más solicitado por los artistas.

Siempre fue él (Jimin, Alexia, NamJoon) +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora