Recuerdos y pensamientos

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                            Samantha
Aún no entiendo lo que sucedió hace tres días. ¿Qué motivo puede haber para que alguien me atacara? Apenas hace unos meses que llegué a Italia creo que no me ha dado tiempo de hacer enemigos, al menos no unos que tengan más de diecisiete años porque ciertamente a la Gabbana no le caí nada bien.
De cualquier forma esta claro que eso era un mensaje para mi padre y sus supuestos amigos, que he estado intentando averiguar a quienes se refería. No puedo evitar hacer conjeturas y suposiciones, cada una de ellas me lleva a ideas cada vez más absurdas. Mi estado de ansiedad me llevó incluso a pensar que mi padre estaba metido en el tráfico de estupefacientes o cosas similares. Al instante deseche ese pensamiento, el odia ese tipo de cosas. Por supuesto intente sonsacarle información millones de veces pero en ninguna recibí una respuesta que no fuera "no se a que se refería ese hombre".
De una cosa si estaba totalmente segura,  Sebastián sabia algo. Así que mi única esperanza para aclarar mis dudas sobre por qué ese hombre me atacó, era el. De lo contrario tendría esas interrogantes eternamente,  a merced de mis pensamientos sin sentido. En su momento también llegué a la conclusión de que los amigos a los que se refería el alemán eran Emilio Lombardi y Carlo Gabbana, ellos son los únicos socios de mi familia que conozco.
En ella nunca han habido secretos. Pero la forma en que mi padre esquiva el tema me hace sospechar de que está ocultando algo.
Por supuesto mi parte curiosa intenta salir a la luz y jura que no parara hasta saber realmente la causa de lo sucedido.
Cualquiera en mi lugar diría que está aterrorizado por si lo vuelvan a atacar. Yo no puedo decir que en ese momento no sentí miedo. Realmente se me tenso cada músculo del cuerpo. Pero por otra parte me da igual si lo vuelve a hacer. Hace mucho tiempo que no temo ser dañada, desde el mismo instante en que me arrebataron a una de las personas que más quería en el mundo. Simplemente aprendes que no hay nada que hacer, es inevitable que un día moriremos, algunos primero que otros, pero todos, absolutamente todos, tenemos el mismo final.

                              Recuerdo
                      Samantha: 8 años
Estaba sentada en las escaleras. Nadie sabía de mi presencia, era lo mejor teniendo en cuenta que estaba espiandolos. En realidad debería estar durmiendo puesto que son las 11 de la noche.
Todos en la casa están muy nerviosos, mamá está  llorando sentada en el sofá y papá habla enfadado con unos hombres muy raros. Sebas dice que son policías. Creo que están preocupados porque mi hermana Natalia lleva dos días sin venir a casa. Yo también la extraño mucho.
Escuché como sonaba el teléfono que tenían conectado a unos aparatos extraños. Papá rápidamente lo tomó.

- ¿Quién habla? - tenía el ceño completamente fruncido y la mirada preocupada

- Cinco millones de dólares dentro de dos horas en el West Hollywod Park - era una voz rara como de dibujos animados que se oía claramente ya que estaba amplificada por el altavoz que había sobre una mesa - De lo contrario despidase de su hija

- ¡Papá!- esa era Natalia, parecía asustada

- Cariño ¿estás bien?

Mi padre esperaba nervioso la respuesta de mi hermana y mi madre solo miraba atenta a cualquier cosa. Pero esa respuesta nunca llegó. La persona que estaba al otro lado de la línea colgó la llamada. Mi padre solo se quedó en silencio con el teléfono en la mano y la mirada totalmente perdida en el vacío.

-  No pudimos rastrear la llamada - dijo uno de los Policías

De pronto sentí que alguien me tocaba desde atrás y volteé a ver. Era Jane el ama de llaves.

- Vamos para la cama cariño, no deberías estar levantada a estas horas - me dijo mientras me tomaba del suelo y me ponía en su regaso.

Mientras iba caminando hacia mí cama sentí la necesidad de preguntarle algo que considerába muy importante.

- Jane...

- Dime mi niña

- ¿Qué le pasa a mi hermana? - mi voz escondía cierto temor

- Ella esta bien Sam. Pronto volverá

Sonaba tranquilizadora pero una parte  de mi no podía creerle. Sentía que algo malo estaba pasándole a Naty

                            Actualidad
                            Samantha

- ¿En que piensas? - me sobresaltó la voz de mi hermano apoyado en el marco de la puerta

De pronto caí en la cuenta de que me había quedado absorta en mis recuerdos observandome en el espejo. Esta era una más de las tantas veces en que perdía la razón del tiempo pensando en lo que le había ocurrido a mi hermana.
De repente me percaté de que estábamos solos en mi habitación. Era mi oportunidad de interrogar a Sebas.
Lo mire con ojos entrecerrados y el supo reconocer mis intenciones así que avanzó hacia donde me encontraba y se sentó justo a mi lado en el borde de la cama. Era fascinante su capacidad para mirar en mi mente.

- ¿Qué pasa? - la forma en la que habló fue suave, creo que intentando sonar comprensivo. Sabía que no estaba pasando un buen momento

- Quiero que seas totalmente sincero a la hora de responderme lo que te voy a preguntar... ¿lo prometes? - por un instante se me quedó mirando fijamente para luego asentir con la cabeza - ¿Tu y papá saben algo acerca de por qué ese hombre me atacó?

Creo que nunca había visto su cuerpo tan tenso como ahora. Su mandíbula apretada era signo de que no estaba cómodo con la situación. Quizás toqué un tema demasiado complicado, pero realmente no puedo seguir torturandome con pensamientos tan crueles.
En realidad después de apenas unos segundos él pareció comprender lo que estaba sintiendo.

- Algo así

Fue lo único que dijo y pude darme cuenta de que tan solo dos palabras le costaron el mayor esfuerzo de su vida.

- ¿En serio eso es lo que diras? - le cuestioné al ver qué no pensaba decir nada más

- Por tu bien no puedo hacerlo

- Sebas por favor necesito aclarar mi mente y tu eres el único que puede ayudarme - soné casi suplicante - Estoy segura de que tu y papá saben muchas cosas. Fue inevitable no darme cuenta de la mirada que compartieron ambos hace tres días cuando llegué a casa. Solo necesito respuestas

- Yo no soy el indicado para dartelas

- Por favor, papá lo único que hace es evitarme solo para no hablar del tema. Eso es lo que menos entiendo de todo - hablé con un amargo sarcasmo

- Creo que... tiene miedo - sus palabras fueron como recibir miles de golpes al mismo tiempo

Lo mire y pude notar una mota de inquietud en su rostro.

- A mi no me pasará lo mismo que a Natalia - fue lo único que pude decir en mi defensa

De pronto sus ojos se cristalizaron. Sabía que no lloraría, él nunca lo hacía, ni siquiera de pequeño. Pero simplemente hablar de mi hermana era algo complicado para toda la familia.
Él solo pudo asentir y lentamente se puso en pie. Sin decir una palabra más salió de la habitación. No lo detendría. Yo se que en este momento necesita estar solo y yo siempre le voy a conceder su espacio al igual que él a mí. En situaciones como esta realmente nos entedemos y aceptamos tal y como somos.

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