Aniversario

30 8 0
                                    

Ya habían pasado dos semanas desde que la estúpida de Antonella me amenazó. Lo raro era que no había hecho absolutamente nada, de hecho pasaba por mi lado en los pasillos del instituto y ni siquiera me miraba.
Siempre he dicho que es mejor mantener los problemas bien lejos, pero en este caso resulta sospechoso tanta tranquilidad de su parte después de lo que me dijo.
Stefano seguía sin hablarme. Una innegable vuelta al comienzo. Según las chicas siempre actuaba así cuando estaba su hermana cerca. Incluso lo obligaba a asistir a todas las clases. Desde que ella llegó no ha faltado a ninguna.
Que raro, el chico que no le habla a nadie, que no se deja intimidar por nadie, sigue todas las órdenes de su tediosa hermanita.

- ¡Sam! - exclamó Lily - Ya hay que entrar

- Joder Sam estás sorda - dijo Adriano

- Muy gracioso - dije

- Pero si es verdad, llevo tres horas llamándote - comentó Lily

Y caí en la cuenta de que era verdad. Me había quedado absorta en mis pensamientos mirando hacia afuera por una de las ventanas frente al anfiteatro del instituto. Nos habían informado a todos que teníamos que estar aquí cuando terminarán las clases porque la presidenta del consejo estudiantil iba a dar una información muy importante. Lo más gracioso es que es cierta persona llena de silicona por todos lados que también es un poquito idiota.
Ya dentro, tomamos asiento en una de las últimas filas.

- Antonella es la reina de los discursos largos y sin sentido - dijo Chiara con un tono de burla

- La mayor parte son para hablar bien de ella misma - continuó Lily

- Creo que ya me lo imaginaba - dije también burlona

- Sois unas arpías - comentó Adriano riendo - No entendéis que la pobre chica lo intenta, pero no le dan las neuronas

Los cuatro estallamos en una sonora carcajada, que tuvimos que disimular ya que los que están sentados delante de nosotros nos miraron de forma acusatoria.

- Y ahí llegó la Premio Nóbel en Estupideces - dije yo aún riendo por lo bajo

Y era verdad porque Antonella ya se encontraba en la tarima. Traía el uniforme impecable, unos zapatos no aptos para personas con miedo a las alturas y por lo menos veinte kilos de maquillaje.

- Que bien nos está callendo esta chica
¿cierto? - dijo mi consciencia coincidiendo conmigo por primera vez en la vida

- Hola chicos - dijo Antonella a través del micrófono con su estúpida sonrisa fingida - Es para mí siempre un placer compartir estos momentos con ustedes, esta reunión es para informales que está planeado para mañana en la noche un evento artístico por el aniversario de la  fundación de nuestro Instituto Vittorio Emmanuelle. Al llegar deben apuntarse todos los que quieran participar con la manifestación artística que deseen. Por supuesto habrá un premio para cada una de las manifestaciones.

Se oyó un murmullo general  por parte de todos los estudiantes.

- Lily podrías presentarte a ballet, se te da muy bien - comentó Chiara

- Puede ser - dijo Lily - aunque no creo que me dé tiempo a preparar nada para mañana

- No te hagas la tonta, que sabemos todos que aunque ya no vayas a la academia, practicas todos los días - le respondió Adriano sonriente

- Vaaale

- Y tú Sam - me preguntó Chiara - ¿No tienes ningún talento escondido a parte de esa magnífica habilidad de leer hasta el cansancio?

- Se me da bien cantar, siempre que sea en inglés o español, sino un desastre - dije sin darle mucha importancia

- Pues entonces tenemos dos actos que preparar para mañana - dijo Adriano alegremente

Buscando Un CaminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora