Stefano
Estábamos reunidos, no faltaba un solo miembro de la organización. La ocasión la ameritaba, lo que había sucedido no se podía admitir. Emilio Lombardi estaba en una punta de la mesa y mi padre en la otra. En los costados habían diez puestos ocupados por Alexander y Sebastián Miller, Augusto De Rosi, Leonardo Galli, Adriano Ferrari, Ludovico Martini, Manuel Astori, Riccardo Albani, y justo frente a mí se encontraba Enrico Lombardi.
En el semblante de Alexander se podía notar la tensión acumulada por todo lo sucedido. Su hijo se mantenía neutral.
Enrico miraba atentamente a su padre como todos los demás excepto yo que me deleitaba observando las expresiones faciales de todos los presentes.- No entiendo como pudo haber pasado esto - dijo mi padre con el entrecejo fruncido - Ni tampoco se quien pudo haber sido.
Alexander se paró dando un duro golpe en la mesa que resonó en mis oídos
- Yo si lo se muy bien - dijo furioso - Ese alemán fue enviado por Balsano. Ya sabe que vamos detrás de él y nos manda una advertencia. No voy a permitir que se ponga en riesgo la vida de mi familia. Si es necesario lo mataré con mis propias manos.
Era comprensible el enfado de Miller. Habían atacado a su hija para enviarle un mensaje a la Organización Vendicatori; que hasta hace unas horas creíamos secreta para todo el mundo. Nuestro propósito era simple pero al mismo tiempo resultaba extremadamente peligroso. Queríamos acabar con la mafia italiana que desde tiempos remotos está sometiendo a gran cantidad de países con el tráfico de armas, drogas, personas y lo que es peor aún, con los asesinatos de millones de vidas humanas. Nos considerábamos los vengadores de todo el sufrimiento causado por esos asesinos cuyo único objetivo es lucrarse.
Después de lo ocurrido habría que tomar cartas en el asunto. Se trataba de un clan muy peligroso e inteligente. El Boss es Giusseppe Balsano. Puede considerarsele sanguinario y despiadado. Acaba con cualquiera que se cruce en su camino. En estos momentos los que estábamos en su camino éramos nosotros dado que llevamos varios meses planeando una estrategia para destruirlo. Lo peor del caso: es el primero que descubre la organización. Y en cierto modo era de esperar. Ese clan tiene oídos hasta en el infierno.- Por supuesto que no lo permitiremos Miller - esta vez quien habló fue Emilio que actualmente dirigía la organización ya que la había fundado su familia- Si son ciertas las sospechas y Balsano está detrás de todo esto, acabaremos con el cuanto antes. De la seguridad de tu hija se pueden ocupar Enrico y Stefano. Así no levantariamos sospechas.
Alexander no dijo nada más, solo asintió con la cabeza.
Por un momento Enrico y yo nos miramos. Nunca hemos sido lo que se dice amigos. Nuestra relación siempre se ha basado en algunas cenas que se realizan dado que nuestras familias son socias desde hace años y las reuniones de la organización en las que participamos desde que teníamos quince. Fuera de eso no existía nada más. Pero después de todo lo ocurrido con Sam, se podía notar la tensión entre nosotros. Digo esto por no decir que mis intenciones al verlo tocarla aquella noche fueron partirle la cara.
Solo tengo claro dos cosas. La primera es que estoy enamorado de Samantha y la segunda es que me importan un carajo las diferencias que hallan entre el Lombardi y yo. Solo quiero protegerla y si para ello tengo que contar con él pues lo haré.
Siendo sincero creo que el también siente cosas hacia ella. Pero lo que más me molesta es que ella sienta cosas por ambos. Aunque suene completamente estúpido me doy cuenta de ello cada vez que la veo.
Ya la reunión había concluido y todos se estaban poniendo de pie para marcharse cuando mi padre volvió a hablar.- Miller, recuerda que si quieres proteger a tu hija no puedes decirle nada relacionado con Vendicatori
- Descuida.
Se fue con su hijo sin decir una palabra más.
A ellos les sucedieron los demás miembros de la Organización. En la sala de reuniones solo quedamos Emilio y Enrico Lombardi, mi padre y yo. N0os quedamos mirándonos hasta que Emilio se dispuso a hablar.- Hay un traidor...
Nadie dijo nada. Todos sabíamos lo que debíamos hacer.
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Buscando Un Camino
Fiksi RemajaCon la llegada de Samantha Miller a Roma todo cambiará. Lo que ella llamaba estabilidad emocional de pronto desaparece como consecuencia de dos chicos guapísimos del instituto Vittorio Emmanuelle. Pero... ¿por qué elegir a uno cuando se puede jugar...