La Promesa de Charlotte: Diario de Entrenamiento © | #1.5

Diario de Entrenamiento 14: El primer cimiento

—¿Entonces no logró descubrir el misterio de la puerta?—pregunta el representante Hunter.

—Todavía estoy trabajando en eso—respondo.

El hombre suspira y lo piensa por un buen rato.

—¿Sabe lo importante de sus investigaciones para la toma de esta decisión?—cuestiona nuevamente.

—Lo tengo más que claro, pero no he tenido mucho tiempo de poner en orden el informe—me defiendo.

—Ya basta de perder el tiempo, está claro que un demonio no nos sirve de nada aquí—el acompañante molesto mete su cuchara nuevamente.

—¿Cuál es tu problema? Quisiera verte allá afuera peleando con uno de esos monstruos—contesto ya harto.

—TÚ eres el problema. Entiéndelo de una vez, NADIE te quiere en esta compañía. Tienes que pagar el daño que hiciste—me encara.

Estoy a punto de lanzarme contra él y darle un puñetazo cuando Scarlet interviene.

—Pues YO si lo quiero dentro de esta organización. Y si no te gusta, entonces estoy fuera—amenaza.

Yo no quiero que las cosas escalen a esa magnitud, el problema es mío, no de ella.

—Nadie se va a salir ni a correr a otros, compórtense—el representante Hunter corta la tensión.

Estoy demasiado molesto.

—Señor Williams, entiendo perfectamente las lesiones que usted y sus compañeros sufrieron en el incidente del S.T Michael. Por ese motivo yo mismo abogo por usted y el retraso en su informe. Sin embargo me gustaría que presentara un documento con sus hallazgos lo más pronto posible—continúa.

—Lo entiendo—confirmo.

La discusión parece estar disminuyendo, pero el acompañante molesto me ataca una vez más.

—Bah, puede tardarse lo que quiera, la Sociedad de Hunters al final no le dará nada—añade.

—Ya cállate, yo mismo vi como defendió a varios civiles de demonios clase C, si bien Williams hizo cosas cuestionables en su pasado, verlo actuar me ha hecho dudar si en verdad es tan malvado como dices—un Hunter sobreviviente se mete en la conversación.

Observo toda la sala. Otro cazador asiente con la cabeza. Y luego otro. Y otro. A los pocos instantes, los Hunters que sobrevivieron al ataque están de acuerdo con lo que dijo el primero. Basilio carraspea y Leon voltea la mirada, pero sé que en el fondo también está abogando. O eso quiero creer.

—¿Va a tomar en cuenta la opinión de menos del uno por ciento de la Sociedad para afirmar que es verdad?—pregunta el sujeto molesto.

—Sí, es correcto. De todas formas todavía tiene que entregar su informe y demostrar que puede manejar una organización así de grande—afirma el representante Hunter.

En el fondo quiero gritar gracias a todos estos chicos que están aquí apoyándome.

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—¿Cómo vas con ese aburrido informe?—pregunta Scarlet.

—Horrible, he analizado toda la investigación de Anthony pero no encuentro nada que haga mención a una puerta. Comienzo a sospechar que tal vez no esté ligada a un espíritu—respondo frustrado.

—Anthony no es la persona a la que deberías recurrir por ayuda, sino a ti mismo—contesta.

Es difícil de aceptar pero tiene razón. Él me dejó todo esto, pero no significa que las respuestas que busco estén tras estos papeles ni que todos los fenómenos astrales se hayan registrado ya.