Sólo soy un estúpido lobo que no hace más que hacer daño a quienes lo rodean. ¡No merezco nada, ni una pizca de felicidad! ¡Soy malévolo, soy un tonto, soy una enorme pila de basura... soy horrible!
Soy un demonio... Un asqueroso demonio que debe morir, que no se le puede permitir vivir por todo lo que ha hecho. Odio tanto a este mundo, a todos los que viven en él... pero la realidad es que solo me odio a mí.
•┈••✦ ۵ ✦••┈•
Abro mi ojo topándome con el techo de la enfermería del S.T Michael. Por inercia llevo mi mano a mi globo ocular izquierdo solo para toparme con una venda que lo cubre. Todavía duele, no hace falta ser un experto para entender que he perdido mi vista.
—No te levantes, tienes que reposar—dice Mary al verme despertar.
No noté su presencia, o tal vez solo la ignoré.
—Te ves fatal, lamento mucho lo que pasó—continúa.
—¿Qué pasó con tu Portador?—pregunto con voz apagada.
—¿Con Rogger? Murió... pero no es lo importante en este momento—contesta.
Así que el sujeto de la cámara se llamaba Rogger. Me siento tan culpable de no haber podido hacer nada al respecto. El ruido del oleaje oceánico acompaña el silencio. Doy un rápido vistazo a la habitación. En una cama al lado mío hay un martillo. Justo enfrente hay una persona completamente enyesada y con vendajes por todo el cuerpo. Haciendo un esfuerzo puedo leer el nombre de Leon Whitaker escrito en una tabla. Comienzo a temer que Basilio esté muerto.
—¿Cuánto tiempo he estado inconsciente?—pregunto.
—Tres días. Llegaron muchas personas a través de la puerta con los mismos emblemas que portaban ustedes. Trajeron mucho equipo médico y más cazadores. Parece ser que de los cincuentaicuatro que eran solo sobrevivieron diecisiete—comenta Mary.
Treintaisiete Hunters murieron en la batalla contra Shiro.
—Tus compañeros están bien, si lo vemos por el lado de que aún siguen con vida, aunque le fue un poco mal a ese de allá, tiene todos los huesos rotos—continúa mientras señala a Leon.
Suspiro. Nos ha ido terrible, fuimos masacrados y ganamos por pura suerte... y Scarlet. Mis lágrimas comienzan a brotar nuevamente al recordar lo último que vi antes de desfallecer.
—He estado usando mis habilidades de espíritu para aliviar el dolor que tú y tus amigos pudieran estar sintiendo, estoy agotada—confiesa.
Cierto, es una característica natural de los espíritus, me lo dijo Anthony. Me pregunto que hubiera hecho él durante la batalla. Esa maldita bestia de blanco va a estar en mis pesadillas de ahora en adelante, puedo sentirlo. Ni siquiera Alice fue tan infernalmente despiadada. Shiro podría ser perfectamente la amenaza número uno de la Sociedad de Hunters. Y lo más preocupante es que por las palabras del hombre del traje, parece ser que esta versión no era ni una pizca de poderosa que la original.
Tengo muchas dudas, empezando por la más obvia, ¿Quién o qué era Shiro realmente? Las palabras del sujeto que lo trajo aquí todavía resuenan, es una diosa de tiempos ancestrales, la humanidad ni siquiera existía en esos años. La teoría parece ser verídica si tomamos en cuenta que los cuchillos Hunter no cortaban su piel de la misma manera que la de un demonio, solo poniendo mucha fuerza era posible herirlo, ya que no dejaba de ser un fenómeno tangible. Contaba con características demoniacas, sí, pero al mismo tiempo unas que desafían toda la demonología conocida.
Si Shiro realmente es un ser celestial como Andrea, posiblemente estemos ante un panorama desolador y ciego para el futuro. Sin embargo también tenemos que tomar en cuenta que fue "clonada" a raíz de una espada hecha de hueso, posiblemente de la original. La clonación no fue exacta, de hecho ni siquiera podría llamarse clonación porque lo que nació fue un ser diferente a la original. O yo que sé, no he visto a la auténtica Shiro.
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La Promesa de Charlotte: Diario de Entrenamiento © | #1.5
AventureAfila tu cuchillo y prepara tu boleto, el St Michael está a punto de zarpar... Han pasado tres meses desde el incidente de Utah. Leonore se ha ido, Alice ha dejado de ser una amenaza y los remordimientos de Frank lo torturan cada día hasta que Scarl...