"UN BESO PARA SER AMIGOS"
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El sábado por la mañana Yoongi tenia lista su pequeña mochila con algunas prendas, se ducho y salió de su habitación para preparar algún refrigerio para el camino, pero se llevó una sorpresa al ver a su madre en la cocina, preparando quien sabe que.
-Hola hijo, te prepare un refrigerio por si te da hambre en el camino, también te prepare pancakes y tocino frito para que desayunes. Comerlo antes de que se enfríe.- dijo la mujer con una sonrisa.
Yoongi no podía creer lo que estaba sucediendo, había olvidado la última vez que su madre había cocinado para el. Pero no dijo nada y se sentó en la barra de la cocina para comer su desayuno.
-Cuando termines voy a retirar los puntos de tu herida, esperemos que no dejen una horrible marca.-
El pelinegro asintió con la cabeza mientras se comía una tira de tocino.
Después de retirar los puntos, Yoongi tenía que irse. -Debo irme madre, yo... creo que deberías quedarte estos días con alguna amiga, es decir yo no estaré y papá... -
-No te preocupes Yoongi, yo estaré bien, tu debes pasarla bien, no recuerdo la última vez que los lleve de vacaciones, lo lamento.-
-No importa, yo odio salir de vacaciones, no debería de ir a estas tampoco pero me han obligado.-
-Te divertirás, estoy segura.-
-Madre, insisto en que deberías estar fuera de la casa estos días, ese idiota no dejará de golpearte si yo no estoy.-
-Mucho tiempo tu hermano y tu han lidiado con esta situación, yo debí tomarlos a ustedes y escapar, ahora es demasiado tarde, ustedes ya son adultos y ahora pueden irse solos, me alegra saber que tu hermano ya lo ha hecho y cuando regreses será hora de que también te vayas de aquí, conseguí un departamento para ti, no tendrás que pagarlo pero aun debo hablar con el dueño.
-Madre yo no me iré, en cuanto cruce la puerta... creo que deberíamos irnos los dos, yo... no me molesta vivir contigo, las cosas que sucedieron, bueno ya no podemos hacer nada por el pasado.
Los ojos de la mujer comenzaron a cristalizarse y unas cuantas lágrimas comenzaron a salir.
-Tu no deberías estarme diciendo esto, deberías odiarme. Por culpa de mi miedo ustedes han sufrido demasiado.-
-Yo no te odio madre, creo que los tres somos víctimas de ese idiota.-
Su madre comenzó a llorar desconsoladamente, y sin pensarlo abrazo a su hijo, quién se quedó completamente inmóvil, sin saber cómo reaccionar. Por supuesto que su madre nunca lo había abrazado.
-Yo no puedo irme contigo hijo, si me voy tu padre irá tras nosotros y probablemente se desquite contigo.-
-Entonces no me iré.- dijo Yoongi apartándose del abrazo.
-Eres demasiado terco, y eres muy valiente, claramente eso no lo sacaste de mi. Creo que podríamos intentarlo, cuando vuelvas comenzaremos a mudarnos, te parece bien?-
Yoongi no pudo contener una leve sonrisa, por primera vez en su vida se sentía feliz con su madre, quiso llorar al imaginar que de ahora en adelante podrían comenzar a vivir como siempre debieron haber vivido.
-Me parece bien.- dijo el pelinegro sonriendo.
Con el corazón apunto de salir de su pecho por la emoción. Yoongi salió feliz de su casa, sabiendo que muy pronto su vida por fin iba a cambiar.
El pelinegro llegó a la estación de tren, dónde sus compañeros de clase habían quedado de reunirse para irse todos juntos.
-Yoongi, veo que ya no llevas los puntos en tu labio.- dijo Jimin, quien estaba demasiado entusiasmado por el viaje.
-Sí, los retire está mañana, eran muy molestos, tenía que tragar la comida como una ave, no podía masticar.- Yoongi tenia gran sonrisa al hablar.
-Hoy estás muy feliz, eso es extraño, pero es lindo verte sonreír. Vamos el tren acaba de llegar.-
Yoongi camino atrás del rubio, con las mejillas rosadas, algo avergonzado.
Después de dos horas, había llegado a un hotel al pie de la montaña, hacia demasiado frio y estaba nevando, así que los jóvenes decidieron descansar un poco en el hotel y salir a esquiar en cuanto dejara de nevar. Cómo no era una excursión de la escuela, ellos mismos decidieron con quién quería compartir habitación, algunos hicieron grupos de tres, otros de cuatro, pero Yoongi decidió que el dormiría solo y nadie discutió con el, el chico era una roca y nadie lo haría cambiar de opinión.
Yoongi entro a su habitación, era sencilla, tenía una cama matrimonial, un televisor, un pequeño armario y un sofá reclinable. El chico se quitó su abrigo y se recostó en el sofá, estaba tan relajado que sintió que se quedaría dormido. Pero si sueño fue interrumpido por el sonido de la puerta, alguien estaba llamándolo. El pelinegro rodó los ojos y no tuvo más remedio que ir a ver quién era.
-Hola Yoon, vine a ver como era tu habitación.-
Yoongi cerro los ojos con frustración mirando hacia el techo.
-Diablos Jimin debe ser igual a la tuya, ¿no deberías estar descansando?.-
-No seas tan amargado Yoongi.- Dijo el rubio, entrando a la habitación, ignorando completamente la mirada fulminante del pelinegro. -No estoy cansado, además, no quiero estar en esa habitación con el idiota de Eric y escuchar por octava vez su estúpida historia de como cayó de la maldita patineta.- el rubio hizo un lindo puchero con sus labios.
-¿Por qué diablos vino?, El imbécil usa muletas, ¿Cómo diablos piensa esquiar si usa muletas?.- dijo Yoongi cerrando la puerta, dirigiéndose al sofá donde se encontraba anteriormente, mientras Jimin se tumbaba sobre la cama.
-Es muy celoso, vino a vigilar que no volvieras a besar a su novia.- Jimin se rió un poco de la expresión del pelinegro.
-Ah, que estupidez, solo fue el estúpido beso al final de la obra, además, fue un beso horrible.-
-Lía es bonita, ¿Cómo podría ser un beso horrible?- miro a los ojos de Yoongi, esperando su respuesta.
-Yo no quería besarla, por eso fue horrible y no pienso que Lía sea bonita.-
-Sabes algo Yoongi, a decir verdad yo también estaba un poco celoso de que la besaras.- Jimin aparto la mirada del chico, fijando la vista hacia el techo.
-¿Cómo podrías estar celoso de eso Jimin? Supongo que hay muchos tipos de besos, bueno... solo he besado a dos personas, pero son suficientes para saber que hay muchos tipos de besos y el beso con Lía es más bien... un beso vacío, diría yo.-
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La sombra de mi corazón
FanfictionUna vida de maltratos, era lo único que Yoongi a sus 18 años conocía. Sentía un vacío en su corazón. Hasta el día que beso a Jimin Pero ese día también sería el principio del resto de sus desgracias, estaba perdido. Todo el maltrato por fin harían e...