CAPITULO 33

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"ENAMORADO"


Tan pronto como el día Jueves llegó y el Club volvió a abrir, se sentó en su habitual banquillo en el bar y comenzó a beber, aunque al parecer está vez había pedido vodka y también había fumado la mitad de un paquete de cigarros, estaba demasiado ebrio como para prestar atención a su alrededor y no se percató en que momento aquella chica que había enviado Namjoon, Deva, se sentó en un banquillo junto a él.

-Señor Min, quería hablarle sobre una situación.- Deva Lucia tan radiante como siempre con uno de sus vestidos cortos y entallados.

-Puedes hablar con Taehyung de cualquier cosa, él está a cargo por ahora.- Yoongi miraba fijamente su bebida mientras fumaba un cigarrillo.

Deva se acomodo en su lugar y cruzo sus piernas. -Hmm, el Señor Kim no puede ayudarme con esto.-

Yoongi dejo salir un cansado suspiro. -Bien, ¿Qué necesitas Deva?.-

-Yo… no quisiera ser demasiado imprudente, pero… lo noto demasiado distinto a cuando llegue aquí, está bastante ausente y aparentemente, ebrio todo el tiempo, ¿Acaso le sucede algo?.-

-Deva eso es algo que no debería importarte.- Frunció sus cejas mientras daba una calada más a su cigarrillo.

-Lo-lo lamento, no quise ser imprudente, es solo que… olvídelo, lamento molestarlo.- Se levantó del banquillo y se fue de ahí sin decir una palabra más.

Yoongi rodó los ojos y bebió de un trago el resto de su bebida. Esa noche no llego a su apartamento, se había quedado dormido en su oficina y no despertó hasta el medio día y tan solo fue a casa para ducharse y volvió al Club y si, continuo bebiendo apenas llegó.

Una vez más, Deva lo hizo salir de sus pensamientos, aquellos en los que recordaba a su precioso Jimin, haciendo algún berrinche por una estupidez, cuando lo molestaba mientras trataba de conciliar el sueño o a su bonita piel erizada cuando le decía al oído cuánto lo amaba y por supuesto de cuando lo follaba, tan duro que las pobres piernas de Jimin temblaban ligeramente y su trasero dolía al sentarse.

Está vez la chica no dijo absolutamente nada, tan solo se sentó junto a él y pidió una bebida.
-Hoy ha venido bastante gente, creo que el lugar se ha hecho más conocido.- Deva hizo un intento por entablar una conversación.

Yoongi simplemente apretó sus labios y asintió con su cabeza.

-¿Sabe algo?... Honestamente lamento que se encuentre en esta situación.-

-¿De que hablas?.- Esta vez miro a la chica.

-Bueno… si ha bebido tanto debe ser porque le sucedió algo horrible.-

-¿Por qué te interesa?.- Pregunto en un tono más frío del que hubiera deseado.

-Es solo que… la tristeza no va con su rostro y justo en este momento luce bastante triste y bueno, honestamente no me gusta ver a la gente triste.-

-Bueno… lamento que mi tristeza te incomode pero no puedo remediarlo.- Yoongi encendió un cigarrillo dando una gran calada inmediatamente.

-¿Qué lo pone tan triste, Sr. Min?, ¿es una chica?.-

Yoongi soltó una risita sarcástica. -Hmm… algo así.-

-Ya veo… entonces es por amor, déjeme decirle que quien sea que se atrevió a rechazarlo se arrepentirá pronto, hay un montón de chicas aquí, no se preocupe por eso, no merece la pena embriagarse de esa forma.-

-Nadie me ha rechazado Deva… es solo que se ha ido unos días de la ciudad y no soy bueno para manejar mis emociones.- Pero, ¿porque le estaba contando esas cosas a esa chica?, quizás estaba demasiado ebrio como para mantener la boca cerrada.

La sombra de mi corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora