Con una noche así de linda ✗

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Capitulo 10

ִֶָ𓂃 ࣪˖ ִֶָ🐇་༘࿐

Mientras Elena conversaba animadamente con Edmund, la profesora McGonagall apareció con una expresión de nerviosismo. Se le notaba algo preocupada. Con una leve tos, le tocó el hombro a Elena. La misma, con una expresión de descontento, se volvió hacia ella.

―Señorita Malfoy, ―saludó la profesora McGonagall con un tono formal, pero Elena la miró con una expresión seria y expectante. La profesora continuó, intentando mantener la calma―. Queríamos informarle que los nuevos estudiantes se alojarán en su habitación. Después de todo, tanto usted como el joven Draco tienen las habitaciones más grandes de Hogwarts.

―Pero... ―comenzó Elena, dando un profundo suspiro― Entiendo. Pero no soy prefecta. ¿Por qué debería ser yo?

Ser prefecto en Hogwarts implica que un estudiante recibe de parte del jefe de su casa o del director la autoridad para supervisar a sus compañeros y asumir nuevas responsabilidades. Los prefectos tienen varias tareas importantes: patrullan los corredores del Expreso de Hogwarts durante el viaje al colegio y asisten a reuniones en un vagón especial para ellos, donde son instruidos por los Premios Anuales. Además, en el colegio, se encargan de vigilar los pasillos para asegurarse de que los estudiantes respeten el toque de queda.

―Oh, ¿no le avisaron? ―preguntó la profesora McGonagall. Elena ya tenía una idea de lo que iba a decir, pero esperaba que no fuera así. La profesora continuó, con un tono serio―. Desde hoy, usted es la nueva prefecta de la casa Slytherin.

Elena abrió los ojos con sorpresa. ¿Ella, siendo prefecta? Aunque tenía buenas notas y un rendimiento sorprendentemente alto en todas las materias, además de un comportamiento ejemplar, no podía evitar pensar que había muchas personas más capacitadas para el puesto. Con una sonrisa irónica en el rostro, se levantó de su asiento, claramente asombrada por la noticia.

―Me honra que hayan pensado en mí para el puesto, y lo aprecio, pero no lo acepto. No quiero tener nada que ver con los nuevos estudiantes, y mucho menos tenerlos en mi cuarto. No es mi culpa que no se hayan preparado con anticipación... ¿acaso no se supone que tienen todo calculado y organizado?

―Sí, pero pensamos que...

―Pues pensaron mal. No van a dormir conmigo, punto.

―¿Y... dónde dormiré yo? ―preguntó Edmund mientras caminaba al lado de Elena.

Después de haber rechazado rotundamente la idea de asumir el cargo de prefecta de su casa, Elena se sorprendió al ver a Snape aparecer de repente. Con una expresión severa y una presencia intimidante, Snape se acercó a ella, imponiendo su autoridad. No fue solo la presencia imponente de Snape la que la llevó a ceder. Detrás de él había una larga lista de amenazas que hizo que Elena entendiera que no tenía otra opción

―Maldita rata asquerosa ―murmuró Elena, visiblemente enojada―. Mi padre se enterará de esto, ya verás.

Después de recorrer los pasillos, Elena y Edmund avistaron a Tom a lo lejos. Él sostenía un libro en la mano derecha y observaba las paredes de manera peculiar. Elena frunció el ceño y compartió una sonrisa burlona con Edmund, quien también tenía una expresión similar a la suya. Consciente de su nuevo deber como prefecta, Elena se acercó a Tom. Según las instrucciones que recibió tras su presentación al director, debía localizar a los nuevos alumnos y asegurarse de que se acomodaran adecuadamente.

― ¡Tom! ―gritó Elena. Tom se volvió con una seriedad abrumadora, como si la felicidad hubiera sido un concepto completamente ajeno a su vida. Para Elena, esa expresión era inquietante. Al reconocer a Elena al final del pasillo, su expresión cambió de inmediato. Una sutil sonrisa apareció en la comisura de sus labios mientras se acercaba hacia ella.

Los Reyes De La Noche (Slytherin Boys)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora