La traición

90 8 0
                                    

Capítulo 20

ִֶָ𓂃 ࣪˖ ִֶָ🐇་༘࿐

Frío... Desesperación...

Casa... Golpe.

― ¡Nott! ―Entono la voz Draco, frunciendo el ceño desde el sofá de en frente― ¿Estas bien? ―Preguntó con curiosidad al ver como Theodore se removía de un lado al otro mientras murmuraba cosas.

Theo que se estaba componiendo de su reciente sueño asintió limpiándose el sudor de la frente.

― ¿Seguro? ―Insistió, inquieto.

―Si, tranquilo.

―Bien.

En el día que Elena no estaba, los chicos se habían ido a la casa de los Malfoy, ya que era la única que contaba con "Seguridad" al terminar las misiones que Voldemort les encomendaba.

A Draco le había tocado ir a patrullar junto con Mattheo, a los pueblos que había cerca. Y Tom junto con Theo, se encargaban de reclutar a más mortifagos, o personas con gran potencial mágico.

En cuanto a Edmund, Régulus y Enzo, aún no se sabía lo que en verdad pasaba con ellos. Jamás hablaron del tema "Oscuro" ya que para los cuatro ya mencionados estaba prohibido siquiera mencionar algo que tuviera que relacionarse con Voldemort.

Entonces lo único que hacían era mentir y decir que tenían asuntos "Familiares" que atender.

Aunque les parecía muy extraño, y a la vez sospechoso, como los demás, a pesar de escuchar las estúpidas excusas no decían nada, ni se negaban a nada. 

―Mattheo y Tom ya se están tardando, ¿No?

―Lo mismo digo de Elena ―Comentó Draco, con los ojos cerrados― Ah estado un día y medio fuera, ¿Sabes lo que está haciendo?

Theo se quedó en silencio, hasta que un tirón en su chaqueta lo regresó a la realidad.

Negó.

―No tengo ni idea.

Pero Mattheo y Tom estaban más cerca de lo que ellos pensaban.

El miedo se veía reflejado en aquella habitación. La Desesperación y la curiosidad los envolvía en un manto de total oscuridad, una terrorífica en el que solo un "Lo hicieron bien" podía liberarlos.

―El señor está aquí ―Anunció un mortífago a ambas estatuas petrificadas en cuanto la puerta se abrió de par en par.

Tragaron grueso y se movieron incomodos en su lugar.

―Si te pregunta algo, solo asiente, en ningún momento digas nada.

Mattheo asintió.

Voldemort con su plena tranquilidad se desplazó por el corredor, como si el fuera el ser más puro del planeta, como si fuera una especie de dios al que tienes que seguir hasta la muerte misma.

Y después de todo el espectáculo, llegó junto a los chicos.

―Hijos míos ―Dijo en modo de saludo, alzando ambos brazos― Un gusto volver a verlos después de que estuvieran prácticamente viviendo en esa mugrosa escuela llena de sangres sucias ―Se acercó un poco a Mattheo, el mismo se estremeció al sentir la nariz de su padre tan cerca de su cuello― Incluso hueles a ellos... que repugnante.

Sus respiraciones eran apenas audibles, sus pechos ni se movían, al igual que sus ojos que caían en el suelo como si hubiesen hecho algo malo.

― ¿Alguna noticia?

Los Reyes De La Noche (Slytherin Boys)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora