Las cosas iban muy bien entre Draco y Astoria. Estaban enamorados, pasaban la mayor parte del tiempo juntos, y siempre que se mantuviesen alejados del conde, podían estar tranquilos.
Una semana después de la boda, Draco quiso enseñarle a Astoria la Mansión Malfoy. Se despertaron temprano, se trasladaron mediante aparición hacia la verja principal, y avanzaron por el camino de tierra que dividía los gigantescos jardines que rodeaban el edificio.
-Son realmente hermosos -comentó ella, admirada.
-Los diseñó mi tatarabuelo -dijo él, muy orgulloso.
-¡Los pavos reales son de verdad! -exclamó Astoria, señalando una de las aves blancas que se lucían al sol.
-Te dije que lo eran.
-¡Deja ya de presumir!
-Ni hablar, llevo casi medio mes admirando las paredes de tu magnífico castillo, y ahora tú admirarás las mías -sonrió él.
-¿Por qué diablos me habré casado contigo? -bromeó ella.
-Porque te deslumbré cuando me viste.
-Literalmente -asintió ella-. Estabas justo delante de la ventana.
Draco se rio, le pasó una mano alrededor de la cintura, y la besó.
Los señores Malfoy les estaban esperando frente a las puertas de la mansión. Les saludaron con afabilidad, y decidieron aprovechar la soleada mañana para mostrarle a Astoria los terrenos y los jardines.
Lucius y Draco se adelantaron, conversando entre ellos, y Narcissa cogió a Astoria del brazo y caminó junto a ella. Quería solucionar el mal comienzo que había tenido su relación, y de todas formas, no era mala idea hacerse amiga de la mujer de su hijo.
-Tu aspecto es excelente -comentó. Y era verdad; desde la purga del veneno, Astoria había experimentado una increíble mejoría.
-Me he recuperado muy rápido, aunque aún me canso si permanezco demasiado tiempo de pie -respondió Astoria-. Draco intenta que haga ejercicio todo el tiempo. La verdad es que me ha ayudado muchísimo.
Narcissa vaciló antes de proseguir.
-Os veo muy bien juntos. Parecéis felices -tanteó, insegura.
-Lo somos -sonrió Astoria. La forma en la que le brillaban los ojos al mirar a Draco revelaba que decía la verdad.
-Me alegro mucho -confesó Narcissa-. He de decir que jamás pensé que tú fueses a ser... la persona adecuada para él -se calló durante unos segundos antes de proseguir- Admito que yo fui la primera en desear que empeoraras, y cuando oí que ibas a morir me... me alegré -se sonrojó, y agachó la cabeza-. Ahora me avergüenzo de haberlo pensado.
-No tiene importancia -dijo Astoria-. No fuisteis vosotros los que me provocasteis la enfermedad.
-¿Entonces es cierto? ¿Estabas siendo envenenada? -susurró Narcissa. Astoria asintió-. ¡No lo puedo creer! ¿Qué piensas hacer ahora?
-Nada. No tengo pruebas para demostrar lo que ha pasado. Pero mi padre ya tiene lo que quería, así que no creo que vuelva a intentar matarme.
-¿Por qué no venís a vivir aquí? -sugirió Narcissa-. Estaríais mucho más seguros. A Lucius no le importará, y él y yo estaremos encantados de que viváis con nosotros.
-Lo siento, pero no puedo hacer eso. Ese castillo es mi hogar; allí ha vivido mi familia desde siempre. Mi padre ha impuesto su voluntad de muchas maneras, pero no me obligará a irme -Narcissa la miró sorprendida. No se esperaba tal arranque de fuerza en alguien con un aspecto tan delicado-. De todas formas, si Draco quiere irse, yo le seguiré -añadió Astoria, algo más tranquila-. Él es mi familia ahora, y no me separaré de él.
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Matrimonio de conveniencia (Draco x Astoria)
FanfictionLos señores Malfoy acaban de pactar el matrimonio de su hijo Draco con Astoria Greengrass. ¿Conseguirá Draco escapar de un matrimonio de conveniencia? ¿O caerá en las garras del amor?