⛓🥀⛓Era su habitual día de descanso y prefirió pasarlo en cama, con la cara sobre la almohada, pensaba como agradecerle por el gesto a su compañero de cuarto, sabía que no estaba en casa, hace minutos que se había retirado, y para él eso podía ser una oportunidad pero se conocía, no lo lograría, era extraño su forma de interacción con él, desde que lo conoció en el momento de solicitarle conocer el lugar le había parecido diferente aunque desconocía el porqué.
Se movió en su cama con un sonido perezoso, era su turno de hacer las compras y prepararle una comida por su esfuerzo de aquella anterior noche.
Durante su camino a la tienda, pensaba como hubiera sido su vida si hubiera sido solo un poco diferente.
—¿Lo hubiera conocido de igual forma?— se preguntó al momento de ingresar a la tienda. Caminando entre los pasillos buscando lo necesario para un ramen, escuchó una voz que solía escuchar con frecuencia en las noches.
—Eres tu, ¿no es cierto?— aquel tono de burla y sorpresa causó qué te tapara con el gorro de su suéter negro, quería evitar este tipo de situaciones, pero tal parecía que siempre sucederían.
—Creo que me confunde— usó una voz más profunda de lo normal y siguió comprando, sin ver la sonrisa de la mujer.
—Yo jamás me equivoco, querido luz— su columna vertebral fue recorrida por un escalofrío pero trató de fingir qué no había pasado nada.
—Espero verte mañana... Me siento algo sola desde que mi prometido se fue a un trabajo de negocios para pagar unos gastos extra para la boda... Espero que puedas ayudarme a dejar de sentirme así— se acercó lo suficiente para tocar su mano y así como apareció se fue, dejando a un chico abrumado por la situación ocurrida.
Compró lo necesario, y una vez pagado, se retiró a casa, no esperaba reencuentros desagradables como el anterior.
Antes de llegar a casa escucho unos ruidos en su interior, era extraño, pues se suponía que su compañero de piso estaba estudiando, tomando valor, decidió entrar, momento donde todo se detuvo.
Observó qué no había un intruso cerca, pero al ver los dos pares de zapatos cerca de la entrada sus pensamientos tomaron otro rumbo a reconocer un par.
—Nos vemos mañana en la...— aquel chico que se acomodaba su cabello se calló al verlo en la única puerta de salida y con una mirada seria.
—¿Por qué te quedaste calla...— no termino su pregunta pues conocía la respuesta —Luz, creí que saliste a trabajar, él es solo un compañero que vino a realizar un trabajo de equipo— al escuchar su nombre provenir de sus labios su atención fue dirigida al emisor de las únicas palabras que se escuchaba en el lugar, sin notar que el desconocido fruncía el ceño y después una reverencia antes de disculparse por estar ahí, aunque éste no entendía el porqué, pronto le pediría explicaciones al albino.
—Con su permiso, me retiro— pasó de lado del recién llegado siendo intimidado por su altura y mirada que le dirigió.
—Veo que trajiste algunas cosas— se acercó lo suficiente para quitarle las bolsas, rozando su mano con la de él, causando qué aquella caricia se sintiera diferente, en un buen sentido, qué aquella que compartió con la dama.
—Iba a preparar un poco de ramen para los dos— se sintió un poco extraño pues sentía que estaban teniendo una conversación más larga que las habituales.
—¡Qué bien!— exclamó con alegría, mientras seguía con su labor de sacar todos los ingredientes de las bolsas —¿Y me dejarás ayudarte, verdad?— aquella sonrisa amigable causó qe no negara a su petición, y fue así que ambos continuaron con la preparación de la comida.
No tardaron mucho, y la comida estaba lista, comieron entre pláticas amenas y cortas, nada fuera de lo común ni la interrogación de sus vidas, aunque quizás eso hubiera ayudado a conocerse más, al finalizar el más alto comento que se encargaría de lavar los platos.
—Oye sabes que puedo ayudarte— nuevamente se acercó a él, tomando la esponja y enjabonando un vaso, bajo la atenta mirada del otro —A ti te toca el resto— le entregó el vaso —Sujétalo bien, no queremos accidentes — nuevamente sus manos se tocaron y para uno ese momento fue especial.
Sin más pláticas ni un juego, terminaron su labor y se retiraron a sus respectivas habitaciones. Ya en su habitación, busco aquel cuaderno y prosiguió a escribir en el, como su costumbre antes de dormir.
Era un nuevo día, y aun seguía en su cama, pero no tenía ganas de salir, pues ahora era el turno de su inquilino de estar la mayor parte en la casa al contrario de él.
Pasaron las horas y era momento de comer algo, quizás una fruta, aunque para su sorpresa, había una caja de donas en la mesa, y una nota en ella, sonrió, nuevamente estaba en deuda con él, observó el contenido y prosiguió a comer una.
—Sabes Luz, eres como un libro abierto, agradezco el gesto anterior— apareció detras de él, se acercó lo suficiente para limpiarle las migajas en una de las comisuras de los labios del chico que seguía mudo por su repentina aparición, y antes de que pudiera decir una palabra el otro dejo salir una pequeña carcajada. —No sabía que eras un chico muy sucio— esa frase le causó vergüenza y sus mejillas lo delataron —Al igual que yo— nuevamente quedo confundido y a la vez, una curiosidad por saber más de él se instaló en su ser.
Después de una breve charla degustando las donas, la hora de ingresar al trabajo había llegado, tuvo que arreglarse y antes de retirarse volvió a toparse con el de albinos cabellos, quién le sonrió a modo de despidida mientras él se retiraba a trabajar, por lo visto fue demasiado obvio su plan de agradecimiento, ahora solo esperaba que en aquel lugar la mujer no estuviera, pero sabía que eso sería un milagro.

ESTÁS LEYENDO
Solo Una Ilusión
FanfictionMe pregunto si esto es suficiente para ti 𓊆 Capítulos de ±1000 palabras aproximadamente𓊇