Jennie
Camino con el corazón en martillandome el pecho de incertidumbre, mis ojos están cristalizados y sólo puedo pensar en lo estúpida que he sido, y lo jodida que justo en este momento estoy.
¿En qué estaba pensando?
La casa sigue vacía y silenciosa, por lo que camino siendo lo más silenciosa que puedo hasta llegar a mi habitación y encerrarme en ella, bloqueando la puerta después de entrar. Inmediatamente me dejo caer sobre la cama, y tan pronto como el colchón me recibe, las lágrimas caen.
¿Qué se supone que debo hacer? ¿Vale la pena aceptar su propuesta? Abortar no es una opción, y no quiero que mi hijo crezca sin su otra madre. Papá estará enojado, esto no lo aceptará, estará decepcionado y eso es lo que más me asusta, es lo que más duele, aún cuando sólo lo estoy empezando.
No puedo decirle que estoy embarazada de Manobal, me avergüenza decirle a mi padre, a mi familia, que estoy embarazada de una mujer a la que recién conocí hace poco. No puedo, no quiero.
No quiero que mi hijo crezca sin su otra madre, así como tampoco quiero mirar la decepción de papá cada que me mire, no quiero y por eso aceptaré la propuesta de Manobal. No es justo para mi bebé crecer sin una figura paterna que en esté caso será Lalisa, y yo prefiero estar en otro país, en lugar de quedarme y tener presente a diario que he roto totalmente los ideales que mi padre ha construido a lo largo de su vida, como los pilares de la familia.
—Tendré un hijo con una maldita desconocida.— susurro para mí misma, enojada y asqueada con todo mi ser.
Niego limpiándome el rostro.
No puede ser el fin del mundo.
Hace tres años mis abuelos paternos fallecieron en un accidente de autos, y toda su fortuna nos la heredó a mis hermanas y a mí, a mi padre solo le dejaron el manejo de las empresas.
Todo lo que tengo me lo ha comprado mi padre, por ello nunca hice uso de ese dinero, pero al parecer había encontrado el momento para hacerlo.
Me siento en la cama y vuelvo a limpiarme la cara antes de estirarme en mi lugar y tomar mi laptop, la cual pongo sobre mis piernas y la abro antes de entrar al buscador una agencia de bienes raíces en Los Ángeles.
Me despierto por las nauseas, y salgo corriendo al baño, vomito todo lo que había comido el día anterior, bajo la cadena del retrete y me dirijo al lavado, cepillo mis dientes y me introduzco a la ducha.
Al salir la hora está sobre las ocho de la mañana, sin mucho afán voy al armario y me visto con lo primero que encuentro. Desenredo mi cabello y me calzo un par de bailarinaa antes de abandonar la habitación con el mayor desánimo que jamás he sentido.
Al cerrar mi puerta, metros más adelante, mi hermana cierra la suya y me enfoca con el ceño fruncido y una pequeña sonrisa de confusión. Se queda parada en su lugar, a la espera de mi cercanía y mientras avanzo no hago más que sonreírle para evitar que siga mirandome como lo está haciendo.
—Buenos días, Jen — me saluda sin dejar de sonreír, en respuesta intento ensanchar mi sonrisa, pero en su lugar me sale una mueca.
—Hola Irene.— saludo y vuelvo a hablar cuando hace ademán de preguntar— Ven, vamos al comedor antes de que vengan por nosotras — ríe un poco y abre la boca para decir algo pero al final la cierra y no dice nada.
Interiormente agredezco el hecho, y en un silencio cómodo nos encaminamos juntas a nuestro destino.
En el comedor ya todos están en sus respectivos lugares, Irene y yo saludamos al unísono, ganándonos las miradas y respuestas de todos. Avanzamos y tomamos asiento cuando mamá nos lo pide, y como siempre quedo al lado de Liam, y Irene al lado de su esposa Irene.
Lalisa se encuentra sentada frente a mí, así que a toda costa evito levantar el rostro y mirarla.
—¿Te sientes bien, Jennie ?— pregunta Jisoo mirándome con el ceño fruncido.
—Si, Sooya .— sonrío.
—Estas pálida, cariño.— interviene mi madre observandome fijamente, Jisoo asiente en acuerdo con nuestra madre.
Y yo ladeo el rostro intentando hacerme la desentendida y desviar la atención de mí.
—No lo creo.—Sonrío— Estoy bien. — añado bebiendo de mi vaso de agua.
—No, Jen , sí te miras pálida— maldita sea pienso — ¿Enserio estas bien?— pregunta Rosé uniéndose a mi hermana y a mi madre. Siento la mirada de Lalisa fija en mí, haciéndo que mis nervios aumenten en sobremanera.
—En serió, estoy bien.— vuelvo a sonreír
— Talvez sea porque no dormí muy bien
— mamá asiente dudosa y Jisoo no dice nada más.Todos empezamos a comer en silenció, hasta que mi padre lo rompe.
—Hoy se cierra el contrato Manobal, ¿Te iras hoy mismo?— rápidamente levanto la vista hacía mi padre y luego la miro a ella quien también tiene los ojos sobre mí.
—A sí es señor Kim , me iré en la noche
— dice sin más y vuelve a poner su atención en la comida.Intento volver a probar algo de la comida pero ya no puedo, las nauseas que luego se convirtieron en arcadas hacen presencia, y pido permiso para levantarme y salir casi corriendo del comedor hacia las escaleras, subo estas rápidamente hasta llegar a mi habitación y entrar al baño.
Expulso lo poco que había comido, me lavo los dientes y la cara, y por unos segundos me quedo observando mi reflejo en el espejo del lavado, hasta que pasos fuertes en mi habitación me hacen fruncir el ceño, mientras me seco las manos con una toalla, antes de salir.
—¿Que haces aquí?— le pregunto a Lalisa con los ojos bien abiertos y en un susurro alarmado.
—Como ya sabes, me voy en la noche, el contrato lo firmaré en unas horas.— dice como sí estuviera hablando con una niña pequeña—No tengo mucho tiempo, le dije a tu familia que iría al baño, necesito hablar contigo antes de irme, ve al aeropuerto a las ocho de la noche, adiós.— y sale cerrando la puerta detrás de ella.
Me quedo mirando el lugar por dónde se ha ido, la verdad Lalisa es una mujer muy guapa, es como una cabeza mas alta que yo y su cuerpo está muy bien formado, las facciones de su cara son completamente femeninas pero lo que mas le resaltan son sus ojos azules tan profundos, también sus labios gruesos y rojos, su cabello rubio... Es... En muy guapa.
¡Ya basta Jennie!, ¿que esta pasando contigo? No te puede gustar, ¡no,no y no!
Me reprendo mentalmente, desecho todos los pensamientos de mi cabeza y tomo el ordenador que esta sobre mi cama para revisar mi correo.
Los vendedores de la casa en los ángeles me han respondido y dicen que aún esta disponible, envió un mensaje de vuelta y me envían la información de una cuanta de banco para transferir el dinero.
Hago la transferencia y me llega otro gmail.
La casa es suya señorita Kim . ¿Cuando la esperamos para firmar los documentos de propiedad y entregarle las llaves?
-BRTC
El lunes en la tarde
-JK.
Perfecto señorita, hasta el lunes y que tenga un buen fin de semana.
-BRTC
Muchas gracias, igualmente.
-JK.
cierro la laptop, me recuesto sobre la cama, no puedo evitar sonreír con tristeza; ya tengo una casa, ahora tengo que decirle a mi familia sobre mi embarazo. Lo haré después que regresé del aeropuerto y el lunes me iré.
Mi vida ha dado un giro de ciento ochenta grados; hace un mes todo estaba bien, y ahora... Ahora estoy a punto de marcharme del lugar en el que he vivido toda mi vida.
—Todo estará bien, pequeño.— murmuro acariciando mi vientre inexistente y ignorando el sentimiento de soledad y vacío que ha inundado mí pecho.
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MI HERMOSO ERROR (G!P)
RomanceJennie Kim ; es una joven de 24 años, acaba de terminar su carrera de diseño y moda. Hija menor de una familia muy bien posicionada económicamente. Lalisa Manobal; una mujer magnate de los negocios, de 31 años, viaja a Corea para cerrar negocios con...