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Jennie

El llanto de un bebé me despierta, miro hacia dónde proviene el ruido y la imágen una pequeña cuna transparente dónde está ubicada una bebé vestida con un pijama rosa. La pequeña mueve sus bracitos en el aire mientras llora.

Sonrío con el revuelo eufórico de emociones que me hacen vibrar el pecho; es mi bebé.

Aún adormitada y conmocionada busco por cada lugar de la habitación de hospital, hasta que visualizo a Lisa dormida en un sofá frente a la cama dónde estoy.

—Lisa — la llamó, mi voz sale rasposa por no haberla usado. Ella no se despierta el lugar dónde está se ve realmente incomodo; us pierna sobresalen del sofá.— ¡Lisa!— digo un poco más alto, ella se remueve pero no se levanta y el llanto de mi bebé ya está empezando a desesperarme—¡Lisa!— grito fuerte haciendo que ella se levante sobresaltada y caiga al piso en el acto.

Río.

—¿Ah? ¿Qué?—cuestiona en un tono somnoliento y confundida.

Observo por la ventana que está en la habitación y por la luz que se filtraba deduzco que son aproximadamente las siete u ocho de la mañana.

—la pequeña está llorando ¿Qué tiene?— vuelvo a ella, tratando de moverme pero todo mi cuerpo duele.

—Ah...—duda, rascándose la parte trasera del cuello—La enfermera dijo que si lloraba sería por hambre, también me enseñó a preparar el biberón.—sigue dudosa, pero se acerca a la cuna para tomar a la bebé.

Mis ojos detallan cada detalle de la imágen; la forma en que la arruya sin si quiera darse cuenta, sus ojos sobre el rostro de ella, sus manos pocos expertas intentando sostenerla perfectamente con el evidente temor de dejarla caer.

—Pero creo qué tiene mucha hambre...—me la tiende—Mejor dale pecho mientras preparo el biberón—añade con seriedad y mi pecho se enloquece con un millón de emociones al estirar vagamente mis brazos para tomarla.

La cargo y definir lo que se siente es inimaginable, el pecho y el alma entera se me llena con el aroma de mi hija. Conseguir que tome mi pecho cuesta un poco y duele mucho, sin embargo logro hacerla comer, ignorando todo lo demás.

Lisa se aleja un poco, para luego sacar cosas de la pañalera y yo giro mi atención a la hermosa bebé que yace en mis brazos. Es idéntica a Lisa, tiene sus facciones, mucho más afeminadas pero las suyas al fin, su cabello es rubio, como el de ella una mini Lisa. Es hermosa y no se parece a mí, haciendo qué por un momento el miedo de que al presentarsela a mi familia se dieran cuenta quien es la madre, me hace tragar saliva con preocupación.

—Creo que está listo— me sobresalto al escuchar su voz tan de repente. Está a mi frente, tendiendome un biberón con leche dentro.— yo se lo daré, para que descanses otro rato.

Asiento y saco mi pecho de la pequeña boca de mi bebé. Ella la toma con mucho cuidado, como si temiera que en cualquier momento se rompiera, y destapa el biberón antes de lo introducirlo a la boca.

Ella succiona torpemente mientras Lisa la mira atenta, como si ella fuera su adoración.

«No seas tonta, estás viendo cosas donde no las hay. Recuerda que para ella, tu bebé es un error. Sólo esta ayudandote para estar bien consigo misma »

Las palabras de mi subconsciente me hacen borrar la sonrisa estúpida que se me había formado en el rostro. La miro una vez más y nuestras miradas se encuentran, su mirada transmite una fuerte corriente eléctrica qué me recorre el cuerpo entero. Me dedica una sonrisa de medio lado ocasionando un millón de emociones en mi interior, pero no demuestro nada, sólo la miro con seriedad y evito antes de voltear a otro lado.

No puedo caer en su juego, sé muy bien como es.

A los pocos minutos volvió a acostar a la pequeña en la cuna y se acostó nuevamente en el sofá, sentía como se movía a cada momento.

—Si quieres te puedo dar un espacio en la cama, Lisa — le propongo, no quiero que esté incomoda por mi culpa.

—Es una cama muy pequeña, Jennie, no vas a estar comoda...

—No importa Lisa, ven.—corto, ella se levanta del sofá y camina hasta la cama, yo le hago espacio y ella se recuesta.

Del traje que tenía hace unas horas sólo trae el pantalón y la camisa la cual tiene arremangada hasta los codos.

Me coloco de lado tratando de proporcionar más espacio y ella también lo hace.

—Que descanse, Jennie — susurra, y su aliento caliente roza la parte trasera de mi oido, causando que todos los bellos de mi piel se ericen.

—Descansa, Lisa.—repetí un tanto nerviosa.

.......

Vamos de camino a casa, ambas en los asientos traseros del auto que conduce mi chófer. Nuestra hija va en medio de ambas, pero el ambiente adentro es pesado a causa de la molestia que me causó obetener el acta de nacimiento y mirar la firma de Lisa en el lugar que la pone como representante legal de la pequeña.

—Lo siento, Jennie, pero la enfermera dijo que tenía que ser así —Se excusa, y ya no quería pelear, así que sólo asiento.

—Ya no importa, solo quiero llegar a casa y descansar. Luego si quieres te puedes ir, no quiero causarte molestias.—murmuro seria, y ella me mira para luego negar con la cabeza.

—No me iré, Jennie, estaré con ustedes esta semana.– la sorpresa reemplaza el enojo en un segundo, pero me obligo a mirar hacía otro lado y no demostrarla.

—Llegamos, señora —Bambam, habla en dirección de Lisa quién, abre la puerta de su lado y toma la silla de bebé dónde estaba la pequeña, a la qué saca para pasársela a Bambam y luego se aproxima hasta mi puerta y me ayuda a salir con cuidado.

Una vez afuera, rodea mi cintura con su brazo y empezamos a caminar lentamente hacía la casa, Bambam, que va delante de nosotros con la bebé, abre la puerta y trás ella, nos encontramos a Luna, Karla y Merci, sonrientes, las tres se acercan a la bebé y para conocerla.

—Es hermosa, señora Jennie —alude Luna, sin quitarle los ojos de encima.

—¡Dios! ¡Es la bebé más linda que eh visto!—sonrío a Merci.

—Es identica a usted, señora — dice Karla a Lisa —Al parecer fue usted quien hizó todo el trabajo durante su creación .
— añade con una sonrisa pícara, al escuchar su comentario siento el calor en mis mejillas. Luna le da un pequeño golpe en el brazo y ella se queja.

Levanto la mirada para ver a Lisa y estaba aguantando una carcajada.

Seguimos nuestro, camino hasta mi habitación en donde Bambam ha dejado a la bebé, y Lisa  me recuesta en la cama.

—Por fin, alguién que me da un poco de credito.— habla haciendo que mi atención se ponga en ella.

Solo puedo ver su espalda, puesta que está acomodando a la bebé en una cuna pequeña que estaba en mi habitación ella dormiría allí los primeros días, luego se iría a su habitación, que por cierto, ya estaba lista.

—¿Disculpa?—no entendía a lo que se refería.

—Que por fín alguién me da un poco de crédito, o sea, Tú te quedaste dormida después de su “procreacion” yo me dormí después por eso se parece a mí.—intenta bromear, pero se le da malísimo .

—Estaba borracha, estúpida. Talvez si ese no hubiese sido mi estado en ese momento, nunca me hubiera acostado contigo— o por lo menos no tan rápido, para que negarlo.

Lisa  es una mejer que cualquier mujer querría para ella; una mujer e muy guapa, y estoy segura que de cualquier modo terminaría entre sus sábanas, el único problema esa noche fue nuestro estado de embriaguez que no nos dejó razonar para cuidarnos como era debido.

Me mira antes de soltar una risita, y en respuesta, me doy la vuelta y cierro los ojos.

No quiero seguir hablando con ella.

==================================================================LO SIENTO ,SE PARECE A LISA...😔

MI HERMOSO ERROR (G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora