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Me encontraba en mi casa con Lily, específicamente en mi habitación, estábamos mirando una caricatura, la favorita, de mi bebé una que lograba tomar toda su atención.

Estaba nerviosa, bueno, en sí, tener nervios era algo rutinario para mí desdé que Lisa apareció en mi vida, pero los nervios que sentía en ese momento eran por el hecho de que estaba esperando la llegada de mi familia.

Hace una hora Lisa se había retirado de la casa en dirección a la suya a petición mia, Lisa hablaría con mi familia, tal y como había pedido, pero yo tenía que advertirles respecto a la noticia.

Mi teléfono vibró sobre mi abdomen y enseguida lo tomé en mis manos, desbloqueé la pantalla y entre al chat

Vamos en camino Jennie. Suerte.
                                                 
- Irene.

El mensaje hizo que mis nervios se dispararan aún más. Giré mi cuerpo quedando acostada en la cama sobre mi brazo izquierdo, mirando a mi bebé que yacía acostada tranquilamente mirando atenta la caricatura, Lily giró su rostro hacía mí y me dedicó una pequeña sonrisa que apenas pude distinguir debido al chupete que traía en la boca.

Opté por apagar la televisión y tomarla en brazos para seguidamente empezar a caminar en dirección a su habitación para ponerle algo de ropa ya que sólo vestía pañales.

Una vez que que dejé a Lily ya vestida con un body negro sobre la cuna, salí de su habitación y justo cuando estaba por entrar a la mía, la voz de Karla hizo que me detuviera.

—Disculpé señorita, su familia acaba de ingresar al recibidor – dijo y yo sólo pude asentir, ella salió de mi campo de visión en cuestión de segundos en dirección a las escaleras.

Entre a mi habitación corriendo y tomé el celular, con manos temblorosas busque el contacto y cuando lo encontré tecleé.

Ya están aquí, ven en diez minutos.                 

-Jennie.

Su respuesta no se hizo esperar:

En diez salgo para allá.
                                                 

- Lisa.

Y con esa afirmación volví a dejar el celular en la cama e inhalé y luego exalé, cerré los ojos y salí de la habitación a pasó decidido.

Cuando empecé a bajar las escaleras podía oir las voces de mi familia que hablaba animadamente, también pude oír las risas de Lia, Líam y Yeji.

—¡Tía!– grito Liam, que fue el primero que reparó en mí, tan pronto como exclamó el Tia los tenía a él, Lia y Yeji enredados en mis piernas.

—¡Mis Bebés!– exclamé de regresó tratando de transmitirle todo el cariño que sentía por ellos y evitando en la medida de lo posible que no notaran mis nervios.

Me agaché hasta llegar a su altura, besando las mejillas de los tres y dándoles un fuerte abrazo, mientras escuchaba sus alegres risas y sentía su pequeños brazos rodearme.

—¡Te extrañamos mucho!– habló Lia alargando la u en la palabra mucho.

—Yo también los extrañe mucho a todos– dije mirándolos con una sonrisa– pero ahora necesito que vayan un momento con Karla a la habitación de Lily para que jueguen con ella mientras yo habló con todos ellas– les hice saber señalando a mis hermanas, padres y cuñadas, todos ya habían reparado en mí pero seguían hablando tranquilamente– ¿Bien?– ellos asintieron y se fueron con Karla.

Miré a Karla subir las escaleras con Yeji en brazos y Liam y Lia siguiéndole, hasta que desaparecieron en el pasillo de la segunda planta, cuando estuve segura de que ellos ya no podían escuchar nada de lo que hablaríamos aquí, giré sobre mis talones y empecé a caminar hacía dónde estaba mi familia sentada.

Después de saludarlos a todos me senté en uno de los sofás individuales que justo quedaba frente al sofá dónde papá estaba ubicado.

—¿Que es lo que querías decirnos, Jen?– preguntó Jisoo poniendo sus codos sobre sus rodillas y entrelazando sus dedos, mientras me miraba atentamente, causando que mis nervios crecieran aún más, si es que eso era posible.

Yo no respondí al instante, sólo la miré y luego volteé el rostro en dirección a Irene, buscando en ella algo que me dijera que estaba bien lo que diría a continuación, cuando nuestras miradas chocaron ella me regalo una pequeña sonrisa de complicidad y apoyo junto con un asentimiento de cabeza.

—Es sobre el padre de Lily– solté de la nada, en el lugar se hizo un silencio sepulcral, todos se quedaron en silencio, talvez fue por el tema, o quizás la sorpresa que después de tanto tiempo estaban apuntó de descubrir quien es el padre de mi pequeña oh mejor dicho la otra madre de Lily

—Sé que ha pasado mucho tiempo desdé que todo esto pasó– volví a hablar cuando comprendí que nadie hablaría – pero quiero aclararle varios puntos...

—¡Habla de una maldita vez, Jennie!– gritó Jisoo ya un poco molesta, Rosé acarició su espalda y eso logró calmarla un poco.

—El apellido de Lily no es Kim como les dije a todos que era o por lo menos no el primero– dije empezando por lo más irrelevante para tratar de calmarme– Me vine a ésta ciudad por que ,ella es de aquí y yo quería que mi hija tuviera a su otra madre.

Todas tenían en su rostro ,sorpresa al escuchar, ¡ su otra madre!

—¿Se hace cargo de Lily?– preguntó mi padre quien hasta ahora solo se había mantenido callado, pero con el ceño fruncido – ¿Vive contigo? ¿Acaso es tan cobarde como para irse cuando nosotros venimos?– inquirió enojado.

— Ella Se hace cargo de Lily, padre– afirmé bajando la mirada ante la suya que me miraba con enojo– No vive aquí, ella estuvo conmigo durante todo el embarazo y el nacimiento de la bebé, también la primera semana de vida de Lily, de ahí el hecho de que no los llamará en el momento exacto que dí a luz.

Mi padre dió un suspiro largo mientras sostenía el puente de su nariz con los dedos, y continúe contandoles todo, omitiendo una que otra parte de la historia. mamá solo me miraba atenta y sorprendida , a cada palabra que decía, Irene  sonreía cada vez que la miraba, Jisoo solo me miraba con enojo, pero más que para mí, su molestia era con la otra madre de Lily, y por último estaban Seulgi y Rosé, quienes se mantenían al margen de todo, ellas solo escuchaban mi relato, y una que otras veces, al igual que Irene, también me ofrecían sonrisas cariñosa y comprensivas.

—Es decir; Una semana después que Lily nació la imbécil esta se marcho por ocho meses, casi nueve, y lo único que hacía era enviarte dinero para  los gastos de la bebé–  Repitió Jisoo, para reafirmar lo que anteriormente le había dicho, asentí – ¡Vaya! Por lo menos no nos salió tan hija de puta como para largarse casi todo el tiempo que tiene su hija de vida y no enviarle ni un solo centavo ¿no?–añadió con sarcasmo.

—¡Ya basta, Jisoo! Deja a tu hermana en paz.— habló mamá en mi defensa.

—¿Ahora la vas a defender, madre...?

—¿Con que fin se fué?– preguntó papá interrumpiendo a Jisoo, lo miré confundida ante su pregunta – Es decir; ¿Por qué se fué? ¿Trabajo? Alguna otra mujer? ¿Es acaso que tiene más familia?– El que Lisa se había ido con su esposa era algo que omiti decir, al igual que estuvo casada .

—Trabajo, padre– respondí con simpleza, haciendo un encogimiento de hombros. Él asintió.

—¿Ahora si nos dirás quién es?– volvió a cuestionar y ésta vez fue mi turno de asintir.

—Debe estar por llegar, papá – justó cuando acabé de decir la oración la puerta de entrada se abrió y todos miraron en su dirección.

Casi al instante de que la puerta se abriera, apareció Lisa, quien se estaba aflojando la corbata, pero cuando miró a todas las personas que la miraban a ella, su brazo fue a parar a un costado suyo, y se colocó en una postura rígida.

Todos la miraban confundidas, hasta que al parecer fue mamá la primera que se dió cuenta que la mujer a la que todos estaban mirando como si fuera la última persona en el mundo que verían cruzar el umbral de la puerta de mi casa, era la otra madre de su nieta menor, y un fuerte jadeo escapó de garganta, el cual fue ahogado rápidamente por las palmas de sus manos que se posicionaron sobre su boca, mientras nos miraba a Lisa y a mí de hito a hito con los ojos más abiertos de lo normal.

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MI HERMOSO ERROR (G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora