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La cena en casa de los padres de Lisa había salido muy bien, los señores son muy agradables. La señora Chittpi se encariño con Lily en el poco tiempo que estuvo con ella, al igual que el señor Marcos.

En la cena hablamos mucho sobre cada uno, la más callada era Lisa, al parecer si que la había sorprendido lo de mi trabajo, casi ni habló, sólo respondía a preguntas que le hacían sus padres con un simple si o no.

Por lo que hablamos, sé que la señora Chittpi es una mujer que se encarga de la imagen pública de su esposo e hija, tiene cincuenta y tres años, pero se conserva muy bien, ya que aparenta menos edad, También organiza eventos de caridad para recolectar fondos para orfanatos u otras instituciones que ameriten ayuda económica.

En cuanto al señor Marcos, cabe destacar que es una persona muy amable. Es un magnate de los negocios, era lo poco que sabía de él antes de la cena; El señor se retiró de las empresas hace casi un añal por motivos de salud, traspasándole el dominio y administración de estás a su única hija, también sé que la causa de que ahora lleve un cilindro de oxígeno a todos lados, es porque hace poco tuvo un infarto en la calle y al caer se lastimó un pulmón o algo así.

También me habían hecho prometerles, que en algún momento volvería a llevarles a Lily, la verdad me costó mucho acceder, pero son unas buenas personas, en realidad no parecen los padres de Lisa. Son tan diferentes a ella, bueno, en cuanto a actitudes y valores, porqué en definitiva, físicamente Lisa es igual a sus padres, más a su madre.

-Asi que dueña de una empresa.- habló por fin después que teniamos varios minutos en el camino.

-Aja-Murmuré en afirmación y ella asintió.

-Escondes muchas cosas, Jen, -nunca me hubiera imaginado que serías dueña de una empresa diferente a las de tus padres.-confesó y yo volteé a verla.

-Pues, es una realidad, y mi empresa es una maravilla, todo en ella es perfecto.-dije con orgullo-Tus padres son muy agradables, juró que si no te parecieras a ellos creería que eres adoptada.-cambié el tema drásticamente.

-¿Por que lo dices, Jen?-preguntó con interes.

-Porque ellos son tan, tan amables, y agradables, en cambio tú...-suspiro negando y volviendo a mirar al frente-Bueno, eres tú.-completé y me encogí de hombros ella me miró y luego rió.

-Iremos a mi departamento, un momento.- dijo de pronto y la miré.

-¿No vives con tus padres?- pregunté y ella negó.- ¡Oh! Creí que sí... ¿Por qué vamos a tu departamento?-volví a preguntar.

-Pues, porqué necesito un baño urgente, ya que el vino que nuestra hija tiró sobre mí esta empezando a poner mi piel asquerosamente pegajosa.-dijo y reí al recordarlo.

Estábamos apunto de pasar a la mesa para cenar pero por obvias razones los padres de Lisa no tenían sillas para bebés en su casa, así que Lisa fue por la silla de auto de Lily y antes de sentarnos en la mesa yo la coloque en silla, la cual dejé sobre un sofa que estaba en el comedor.

Mientras cenábamos y hablábamos Lily empezó a gimotear en clara señal de que no quería estar en la silla para autos, así que Lisa fue por ella y la trajo a la mesa, sentandola sobre sus piernas. Ella intentaba una y otra vez tomar los tenedores que estaban sobre la mesa.

En un pequeño instante Lisa aflojó su agarré en ella, así que; se impulso hacía la mesa por los tenedores y en cuanto los tomó y los trajo hacía ella y por accidente movió la copa de vino de Lisa que se fué a bajo empapando sus pantalones y parte de su camisa blanca, en cuanto a Lily sólo ensució un poco de su hermoso body amarillo.

Es por eso que ahora solo llevaba puesto una pequeña camiseta de algodón blanca.

-¿Y por que no te cambiaste en casa de tus padres? ¿No tienes ropa en esa casa?-pregunté después de mi risa.

-En casa de mis padres solo tengo trajes para el trabajo..-Dijo parando el auto en frente de un gran edificio.

-Te espero aquí, ve rápido.-dije, porqué no quería subir a su casa.

-Vamos Jen , me daré un baño, tardaré como unos quince minutos, bajate.-pidió estirándose para abrir mi puerta.-Anda nena, sal -la miré mal por la forma en que se refirió a mí, pero salí de todos modos.

Una vez afuera del auto, esperé a que ella saliera para entrar al edificio, cuando se posicionó a mi lado con mi niña en brazos empezamos a caminar hacía el interior del edificio. Subimos el ascensor en silenció y ella presionó el botón de la última planta.

Cuando las puertas del ascensor se abrieron un recibidor amplió y decorado en colores malfil y dorado apareció en mi campo de visión, en el lugar sólo había una puerta, supuse que esa sería la del apartamento de Lisa.

-¿Es tuyo el edificio?- pregunté mientras que Caminábamos a la única puerta del lugar, ya sabía la respuesta, digo; No a cualquiera se le da un piso completo para vivir.

-Es uno de los edificios de mi padre.- respondió con simpleza abriendo la puerta.

Si el recibidor, era precioso el interior del lugar lo era aún más, de sólo entrar, se podía ver una pared completa de cristal, donde las cortinas estaban sujetas proporcionando una vista espectacular hacía el mar, el departamento estaba decorado con los mismo colores del recibidor de afuera, sólo que en esté lugar también había color negro.

-Por aquel lado esta la cocina, si quieres algo tomalo, estas en tu casa. Por alla esta la sala de estar, también hay una pared como esa, solo que con vista a la ciudad-dijo señalandome un pasillo que daba hacía el otro extremo del lugar, yo solo asentí a todo lo que decía.-Yo estaré en mi habitación, ésta por ahí-dijo señalando otro pasillo en dirección contraria al que me había señalado antes.-Por sí sucede algo.-sonrió cuando volteé a verla con las cejas fruncidas.

Lisa me tendió a Lily y yo la tomé, luego ella camino por el último el pasillo que me había mostrado antes, hasta que la perdí de vista.

Me encamine con Lily en brazos hacía el lugar por dónde me dijo que estaba la cocina por un vaso con agua. La cocina era espaciosa, como todo el lugar.

Después de beber agua salí de la cocina y me encamine hacía  la sala de estar, y sí, también había una pared de cristal pero a diferencia de la otra está daba una hermosa vista a la ciudad, y que gracias a que era de noche era aún más preciosa por todas las luces de la ciudad.

Allí estuve por unos minutos, incluso Lily había caído en el limbo del sueño. Habían pasado unos quince minutos y Lisa no aparecía, así que decidí salir rumbo al recibidor.

Cuando llegué Lisa, venía saliendo del pasillo con una camiseta a medió poner, es decir; solo estaba vestida con unos pantalones y  sostén deportivos la camiseta estaba pasando por su cabeza, por lo que no podía verme, pero yo si tuve una vista panorámica de su perfecto torso, pero casí inmediatamente sentí las mejillas calientes y decidí ver otro sitió antes que ella se diera cuenta que estaba mirándola.

-Jen- exclamo al verme.-Me  sorprendiste.-murmuró, mirando a Lily.- Se ha dormida mi bebé.  -aaa  -dijo acercandose a mí y tomándola en sus brazos, pero antes de separarse me dio una sonrisa cínica y burlona, haciendo saber que ya sabía el porqué de mis mejillas sonrojadas.

El trayecto a casa lo hice en silencio, estaba avergonzada, no quería hablar con ella. Cuando llegamos a mi casa ¡Por fin! Abrí la puerta y ella entró directo hacía las escaleras con Lily en los brazos, la iba a llevar a su cuna.

Yo me senté en el sofa mirando todas las bolsas que aún estaban en el living de la casa, con la idea de arreglarlas mañana, escuché pasos provenientes de las escaleras y giré el rostro hacía allí.

Lisa venía bajando rápidamente, venía hacía mí, y yo me levanté, cuando llego hasta mí se detuvo a centímetros de mi cuerpo, su cercanía me ponía nerviosa, así que di un paso hacía atras intentando separar nuestros cuerpos, pero antes que lo hiciera, ella tomó mis caderas tan fuerte que choque en seco con su duro pecho, y me besó.

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MI HERMOSO ERROR (G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora