MI HERMOSO ERROR (G!P)

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Jennie

Habían pasado tres semanas desdé que llegó mi princesa al mundo y le dio color a mi vida, Dos desdé que Lisa se fué, Y una desdé que mi familia decidió marcharse nuevamente a su hogar.

Las cosas con Lily han ido bien, he aprendido a acoplarme en esto de la maternidad y creó que lo estoy sobrellevándolo muy bien, Me he aprendido de memoria su rutina, que básicamente se basa en; Levantarse en las mañanas para tomar su leche materna, ducharse, tomar su biberón y luego se vuelve a dormir hasta el medio día, al despertar se toma otro biberón, se queda despierta un rato y luego toma su siesta a eso de las cuatro de la tarde, hasta las ocho de la noche que se despierta únicamente que a tomar otro biberón y un poco de mis pechos, para luego volver a dormir hasta el otro día.

Desde hace una semana ha empezado a dormir en su habitación, y debo decir que no le ha costado mucho, pero si se despierta en la madrugada llorando, para calmarla tengo que llevarla a mi habitación y recostarme en mi cama, con ella sobre mi pecho, pero su cabecita tiene que quedar justo en el lugar donde está mi corazón. Talvez sea ese sonido el que la calma del todo, pero después que está allí no se quiere ir a su cuna.

Con el pasó de los días se parece más a Lisa.

Lisa es un tema de conversación que sólo está en mi mente, todos, exactamente todos los días llama pero yo nunca respondo sus llamadas, Después que desiste con las llamadas, empieza con los mensajes, pero ni siquiera los he leído, solo escucho cuando llegan en la noche y obligó a mí cerebro a ignorarlos.

En cuanto a mis sentimientos hacía ella; El amor y el rencor- en partes iguales- son los que predominan. Me hice una promesa y estoy haciendo todo lo posible por cumplirla; Mi vida se ha reducido a cuidar de Lily, Trabajar en la fiesta de apertura de la empresa, que por cierto, ya tiene fecha. Todo esto lo hago para que mi cabeza se ocupé de otras cosas que no sea Lisa Manobal.

Bambam - el chofer- se ha ido, y su única explicación fue una disculpa. En fin, en casa sólo han quedado Cinco personas de servicio.

-¡Hey! ¿Puedes ponerme atención?- Preguntó retóricamente Sehun que estaba en mi casa y tenía a una Lily despierta en sus brazos.

-Te estoy escuchando- Mentí, me miro mal y yo me encogí de hombros.

-¿Entonces?- lo miré con duda- ¡Ves! Que bueno que me estabas escuchando - dijo un poco molesto - te decía que unos amigos míos periodistas quieren estar en la fiesta de apertura del edificio, ¿Me das autorización para que ellos ingresen?.

-Por supuesto, Sehun, mientras más prensa vaya al evento, mejor.- digo sonriendo.

-Lo mismo pensé...- sonrió - es decir, mientras más periodistas, más reconocimiento, y eso es muy bueno para las nuevas empresas.

-Por eso eres mi amigo- dije burlona, él rió- . Bueno, en cuanto a la fiesta, todo está perfectamente, Ximena, la organizadora, tiene todo en sus manos, o eso fue lo que ella me dijo.

-Oye, y ¿no piensas asociarte con alguien?- lo miré confundida- quiero decir; Una vez que la empresa inicie y empecemos a producir, si alguién quiere invertir en la empresa, ya sea, comprando acciones u otro modo, ¿Tu que harás?- me miró esperando una respuesta.

-Pues, la verdad, no quiero compartir eso con nadie, o por lo menos no ahora,- respondí - es decir; es mi empresa y tú más que nadie sabés, todo lo que he hecho, para llegar hasta este punto- él asintió con una sonrisa- en fin, la conclusión es qué no, las acciones de Chanel Fashion, serán mías completamete- añadí finalmente.

-Lo sabía - sonrío - y la verdad, es que te lo mereces.  Mereces el exito para ti sóla, por lo menos durante un tiempo - dijo y yo asentí sonriendo- me tengo que ir Jen, Mi madre viene a casa hoy, y si no llego antes que ella empezará a reñirme- dice besando la frente de mi bebé y luego la mía. Me regresó a Lily y salió de la casa.

-Vamos, a ducharnos,bebé - dije sonriendo a mi princesita, que también hizo amago de una, eso era algo nuevo que hace unos días empezó hacer.

Me dirigí a mi habitación y al entrar la dejé sobre la cama y le quite la ropa, dejandola en pañales, le coloque almohadas a los lados y luego empecé a quitarme la ropa quedando sólo en ropa interior.

Preparé el agua de la tina a una temperatura prudente para que Harley estuviera sin ningún problema y cuando estuvo lista, salí del baño, y fui por mi bebita.

-Vamos, pequeña - susurré tomándo su cuerpecito en mis manos y luego me encamine con ella al baño. Le quite el pañal, y yo también acabe desnuda completamente, y me introduje a la tina con ella.

Después de el baño de tina con mi hija, le puse un pijama blanco, le di su biberón y luego se durmió y la acosté en la cuna de su habitación.

Me encontraba en mi cama, viendo la televisión, cuando el celular que yacía guardado en la gaveta de la mesita de noche, empezó a sonar, mi corazón comenzó a latir apresurado, como siempre pasaba cada vez que el maldito celular sonaba.

Trate de ignorarlo, en serio trate de hacerlo, pero ya no pude más. Me estire hasta lograr abrir la pequeña gaveta y sacar de ella el teléfono que vibraba insensantemente en mis dedos.

En la pantalla estaban esas iniciales que durante los últimos meses aparecian en esa misma pantalla cuatro veces a la semana; L. M. La llamada se cortó y pude ver en la basé de notificaciones, el signo de llamadas perdidas y mensajes sin leer, con mi dedo tembloroso bajé la barra y le di clik en las llamadas, inmediatamente pude observar el centenar de llamadas que Lisa había echo durante las ultimas dos semanas.

Salí de la aplicación de llamadas y entre en la de mensajes, hay había un total de 221, todos ellos venían de un sólo y único chat. L.M.

Abrí el chat e inmediatamente pude leer todos los mensajes.

Solo quiero saber como están

-L.M.

Quiero verla, Jennie, por favor.

-L.M.

¿Esta bien?

-L.M.

Por favor responde

-L.M.

Eran los que más se repetían, mi corazón dió un vuelco furioso y empezó a latir aún más fuerte, al ver en la barra verde donde estaban sus iniciales un en linea que casi fugazmente se convirtió en un escribiendo...

Mi cerebro no quiso responder a mis suplicas por precionar el botón para suspender la pantalla y así no mirar el mensaje que estaba apunto de recibir, pero sinceramente, yo no quería que reaccionará, no por ahora, ciertamente mi curiosidad era más grande que el miedo a leer lo que sea que ella estaba escribiendo, Y esta vez no quería quedarme con la duda. El celular sonó indicando que había recibido un mensaje, en mis ojos se acumularón lágrimas aún sin leerlo, ya sea por el miedo que sentía, -un miedo a no sé qué, enrealidad- o por la idea de saber que ella está al otro lado del celular que tengo en mis dedos, y que sin duda alguna era lo más cerca que hemos estados en las últimas dos semanas.

¡Una foto! Es lo único que te pido, muestrame cómo está, dime que es lo más nuevo que ha hecho...por favor Jennie, te lo suplico.

-L.M.

Para cuando terminé de leerlo, mis lágrimas ya estaban recorriendo mis mejillas. Y mi cerebro sólo pudo pensar en una respuesta que sabía le dolería mucho y rápidamente tecleé en el celular la que sería mi única respuesta hacía ella. La única que tendría, por lo menos ahora.

No te imaginas todo lo que te éstas perdiendo.

-J.K.

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