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—Tranquila, tal vez se pueda arreglar –murmuró Lisa acercándose a mí con un pañuelo húmedo y pasándolo por la mancha, haciendo que esta se expandiera más.

—No, basta. ¡Lisa lo estás dañando más!– inquirí un poco molesta.

—Lo siento, solo pretendía ayurdarte–se excuso y la miré.

—Si, lo sé, siento haberte gritado– me disculpé –¿Puedes hacerme un favor?– Lisa asintió – Necesito que vayas por mi maleta y qué me prestes un baño.

—Claro, al final de éste pasillo está un baño, pero estarás más comoda en los baños de algunas de las habitaciones; son más grandes, te llevaré a uno–solucionó y tomó mi brazo encaminadome a una de las habitaciones en el pasillo contrarío dónde estaba su habitación.–Usa lo que quieras, en el closep del baño hay toallas y si quieres ducharte hay jabones en barra y liquidos en las repisas del baño.

—Solo me quitaré el vestido.– puntualice y ella asintió.

—Ok, vendré pronto, iré por tus cosas.– concluyó y salió de la habitación cerrando la puerta a sus espaldas, me senté un momento en la cama hasta que oí la puerta principal abrirse y luego cerrarse.

Mire mi vestido de nuevo, había una enorme mancha oscura en el torso y parte de la falda, me lo quite quedando sólo con el brasier de encaje negro y bragas a juego. Me introduje al baño de la habitación, para ver sí podía hacer algo por mi vestido.

Metí el vestido al lavamanos para que se remojara un poco mientras buscaba en el interior de las repisas jabón para restregar en la mancha. Cuando encontré uno líquido heche un poco del contenido en el área más afectada y empecé a restregar pero nada, la mancha no cesaba.

Me rendí cuando llevaba al rededor de cinco minutos restregando y no veía resultado, así que enojada conmigo misma por la torpeza me pegué con las palmas de las manos en las mejillas dejándolas rojas. Me heche agua en la cara y luego me la sequé con una toalla.

Saqué el vestido del lavamanos y lo esprimí para luego tirarlo al cesto de basura.

Cuando salí del baño, Lisa estaba entrando a la habitación con mi maleta, cuando me miró abrió los ojos sorprendida y fue cuando caí en cuenta que estaba desnuda y me abrece en un tonto intento de cubrirme.

—Deberías salir.– dije pero Lisa se quedó allí mirándome tensa, de pronto empezó a acercarse hasta quedar a sólo centímetros de mí.

— Jen,- sé que iríamos de apoco, pero no me puedes pedir eso justo ahora– susurró tan cerca de mí que su aliento chocaba con el mío llenándome de excitación ante sus palabras, su cercanía y el calor que amenaba su cuerpo.

— Lisa..._ intenté decir algo pero antes que me diera cuenta ya su lengua se debatía por abrirse pasó hacía mi boca.

Le concedí la petición cuando sus dientes aprisionaron mi labio inferior y sin poder evitarlo gemí sintiéndo su cálida lengua adentrarse en mi cabidad bucal.

Bajó su manos que estaba sobre mis mejillas y las deslizó por mis costados hasta llegar a mis nalgas y apretarlas con fuerza causando que otro gemido saliera de mi garganta. Sus labios bajaron por mi cuello hasta mi clavícula, para luego empezar el mismo camino hasta mis labios. Me alzo con las manos en mis nalgas haciendo que la rodeara con mis piernas.

Caminó conmigo a cuestas hasta que sentí mi espalda en la cama. Lisa no paraba de besar mi cuello, labios y clavícula, y de acariciar mis piernas.

De un momento a otro se separó de mí para quitarse la camisa y su sosten dejando su perfecto torso y pechos  al descubierto, luego se desabrocho los pantalones para continuamente bajarlos quedando unicamente con un boxer negro que se ajustaba perfectamente a su redondo trasero.

MI HERMOSO ERROR (G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora