Akai había decidido probar su poder de transformación en un día tranquilo en el castillo, cuando no había muchas responsabilidades que atender. Sus razones eran simples: quería entender completamente todas sus habilidades y poderes para ser un líder aún más efectivo. Había leído sobre esta habilidad en un antiguo tomo, pero nunca la había intentado por temor a un resultado incontrolable.
En la privacidad de su habitación, cerró los ojos, respiró profundamente y se concentró en su interior. Buscó acceder a ese rincón oculto de su ser donde residía el poder de la transformación. Durante unos minutos, intentó visualizar el proceso, imaginando cómo sería asumir una forma diferente. Su mente estaba llena de expectación y un toque de ansiedad, pero finalmente, sintió que algo estaba sucediendo.
De repente, todo se volvió cálido y brillante a su alrededor. Una sensación de energía recorrió su cuerpo, como un zumbido eléctrico, y en un abrir y cerrar de ojos, se dio cuenta de que su transformación estaba ocurriendo. Pero había un problema: su concentración no era lo suficientemente fuerte, y algo había salido mal.
Cuando Akai abrió los ojos, lo que vio en el espejo lo dejó completamente atónito. Ya no era su versión masculina; en cambio, se encontró mirando a una versión femenina de sí mismo. Su cabello albino caía en cascada sobre sus hombros, y sus ojos de ámbar tenían un brillo ligeramente diferente. La piel de alabastro y la figura esbelta eran evidentes, y vestía su ropa habitual de manera elegante, pero en su versión femenina.
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La sorpresa inicial fue reemplazada por una mezcla de emociones. Se miró a sí mismo, maravillado por el poder de su transformación, pero también un poco inseguro en esta nueva forma. La confusión se reflejaba en sus ojos, y su expresión era un mezcla de curiosidad, asombro y una leve preocupación. No había anticipado que la transformación pudiera ser tan real y completa.
Sin embargo, su asombro fue eclipsado por la sorpresa de Selene, quien había entrado en la habitación sin llamar. La líder de los elfos oscuros había venido a discutir asuntos relacionados con su pueblo cuando se topó con la impactante vista de Akai en su forma femenina. Su boca se abrió ligeramente, y sus ojos se abrieron con sorpresa.
-- Dark Sama... ¿qué ha sucedido aquí? -preguntó Selene con voz temblorosa, su mirada parpadeando entre Akai y su reflejo en el espejo.
Akai, todavía aturdido por la transformación, intentó explicar con calma, aunque su voz temblaba un poco:
-Selene, esto... fue un resultado inesperado de mi intento de probar mi habilidad de transformación. No estaba concentrado como debía, y parece que algo salió mal.
Selene caminó lentamente hacia Akai, examinando su forma femenina con una mirada de curiosidad mezclada con sorpresa. Finalmente, una tímida sonrisa se formó en sus labios mientras extendía su mano para tocar suavemente el cabello de Akai.
