la vez que reencarne en tsuki ga michibiku

capitulo 27 gula vs lujuria

el combate se vuelve mas intenso se desidieron ir al desierto para desatarse mas sin destruir el castillo.

La arena del desierto se extendía infinitamente ante ellos, un escenario perfecto para un enfrentamiento sin límites. Akai y Ryo se encontraron en medio de la vastedad del paisaje, cada uno listo para dar lo mejor de sí en la batalla que se avecinaba.

El sol del mediodía brillaba implacable sobre ellos, intensificando el calor y la tensión en el aire. Las dunas de arena se mecían suavemente con la brisa, como si fueran testigos silenciosos de la lucha que estaba a punto de desatarse.

Con una ferocidad en sus ojos, Akai se preparó para el próximo intercambio, concentrando su energía en su próxima ofensiva. Sus manos brillaban con un aura oscura, listas para desatar su poder sobre su antiguo amigo convertido en el pecado de la lujuria.

Ryo, por su parte, sonrió con malicia mientras se preparaba para contraatacar. Su cuerpo estaba envuelto en un aura seductora y peligrosa, su mirada fija en Akai con una intensidad que enviaba escalofríos por la espalda.

El silencio del desierto se rompió cuando Akai y Ryo se lanzaron al ataque, sus movimientos rápidos y precisos mientras chocaban una y otra vez en un torbellino de golpes y magia.

La arena se levantaba en remolinos a su alrededor, añadiendo una capa de caos y misterio a la batalla. Cada golpe resonaba en el aire, una melodía de poder y determinación que se extendía por el desierto.

Akai y Ryo luchaban con una ferocidad y habilidad igualadas, ninguno dispuesto a ceder terreno ante el otro. Sus movimientos eran una danza mortal, cada uno buscando una ventaja sobre su oponente mientras el sol seguía su curso implacable en el cielo.

En medio del combate, Akai se encontró recordando los viejos tiempos, cuando él y Ryo eran inseparables.

Pero no podía permitirse distraerse por los recuerdos del pasado. La batalla estaba en pleno apogeo, y su objetivo era claro: derrotar a Ryo y asegurar su lugar como el verdadero Señor del Inframundo.

Akai redobló sus esfuerzos, canalizando toda su energía en un poderoso hechizo dirigido hacia Ryo. La magia se arremolinó a su alrededor, una tormenta oscura de poder que se lanzó hacia su antiguo amigo con una fuerza imparable.

Ryo, sin embargo, no se dejó intimidar. Con una agilidad impresionante, esquivó el ataque de Akai y contraatacó con una ráfaga de energía ardiente que amenazaba con consumirlo todo a su paso.

durante el combate akai lanzo un ataquee que llamado flama iimperial y ryo se protegio co un escudo.

Mientras el "Flama Imperial" de Akai se estrellaba contra el escudo de Ryo, el impacto desencadenó una onda de choque que sacudió el campo de batalla. Ryo se tambaleó por un momento, pero se mantuvo firme, sosteniendo su escudo con determinación. La energía abrasadora del ataque de Akai lo envolvía, pero el escudo resistía.

Con los ojos brillantes , Ryo concentró su energía y comenzó a canalizarla a través del escudo. La superficie del escudo comenzó a brillar con una luz resplandeciente, absorbiendo y neutralizando lentamente la flama ardiente de Akai.

Con un estallido de energía desgarradora, Ryo desata su último recurso: la Ruptura de Límites. La tierra tiembla y el cielo se oscurece mientras su poder se eleva a niveles sin precedentes. Sus ojos brillan con una intensidad sobrenatural mientras se lanza hacia Akai con una velocidad vertiginosa.

Akai apenas tiene tiempo para reaccionar. Con un movimiento ágil, levanta su espada para bloquear el ataque, pero la fuerza detrás del golpe de Ryo es abrumadora. La espada de Akai se astilla bajo el impacto, y una onda de choque violenta lo golpea de lleno en el rostro.