Triangle: The beginning

27

—Un gusto volver a verte, Lilianne —sonrió con cinismo Narciso.

— ¿Qué es lo que quieres? —escupí con rabia.

—Ninguno de ustedes conoce la verdadera historia, o al menos una gran parte de ella —dijo y se acercó poco a poco a la mesa donde se encontraban las fotografías, alzó la de Kirsten —. Kirsten, es miembro del Círculo Único, pero no tiene nada que ver con la muerte de tu amiga junto con Lyudmila, ella son inocentes.

—Entonces si no fue Kirsten, ¿quién fue la persona que asesinó a Charlotte? —volví a preguntar suspicaz.

—Está entre Thomas y Neo. Hace unos días —tragó saliva —, Thomas visitó a Lyudmila, fue una acalorada conversación. Discutían sobre las órdenes que les dieron a los Multiplier de asesinar a personas inocentes. Pero parece que Lyudmila sabía quién fue quién dijo las órdenes. Ella es la reina, Lilianne —sacó una tarjeta y la extendió sobre la mesa, era una carta de póker —. Pero hay alguien más arriba de ella como para destruirla —Y con la carta del rey aventó la carta de la reina. La carta del rey quedó de pie.

— ¿Y quién es? —preguntó esta vez Archibald.

—Ryusei Kobashi —colocó la fotografía de un hombre asiático —. Los Diamanti lo estamos investigando, pero él jamás aparece en el mapa. Es un fantasma y uno muy bueno. Sabe esconderse bien. Los japoneses saben muy bien sobre ti, Lilianne; ellos buscan más de lo que busca Lyudmila.

— ¿Y qué es lo que buscan? —inquirí con suspicacia.

—Es lo que tratamos de averiguar.

— ¿Por qué nos estás ayudando? —preguntó Ethan y se puso de pie dejando caer la silla hacia atrás con las cuatro patas en el aire.

—Porque todos corremos peligro.

— ¿De quién? —volví a preguntar con desesperación.

—De ti —confesó de manera sombría. Mi piel se puso de gallina. 

— ¿De mí? —pregunté con confusión — ¿Qué es lo que yo podría hacer? 

—Podrías hacer muchas cosas cosas inimaginables, Lilianne —contestó él —. Y nadie sabe cuáles son, sólo sabemos que serán terribles, pero también increíbles —dijo con vigor —; también hemos venido para hacer un trato.

—Nadie en su sano juicio haría un trato con los Diamanti —dijo Bianca con incredulidad y un poco de molestia.

—Espera —la detuve —, hay que escuchar lo que tienen para nosotros y así veremos si lo aceptamos o no —concreté.

—Buena decisión —alagó Narciso y simplemente mi estómago se revolvió —. Lo que tenemos para ustedes, o más bien para ti, Lilianne, es que nos protejas y que nos ayudes.

— ¿Protegerlos? ¿Ustedes para qué quieren de mi protección? No soy nadie en especial —Narciso soltó una carcajada sin una pizca de gracia.

—Sigues negando el hecho de que si eres alguien especial —volvió a reír —. Necesitamos de tu protección porque eres la Unión, y también la Fuente de la Destrucción. Eres sumamente poderosa, sólo que ese poder todavía no sale a la luz . También necesitamos que nos ayudes en nuestra misión.

— ¿Y qué clase de misión es? 

—Matar a Ryusei Kobashi. Tendrías que viajar a Japón junto con nosotros, sabemos que Ryusei no abandonaría su país natal. 

—Lilianne no va a ir sola junto con ustedes —intervino Ethan —. No son de confianza. 

—No te atrevas a insultarnos de esa manera, Kingsley —exclamó a la ofensiva Narciso.