Capítulo 6: tensión.

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Un día después, Mihawk se había encargado solo, de las comidas y la huerta, más Azuline había bajado a almorzar, pero no le dirigió la palabra ni expresó esa emoción que tenía cada que comía, por lo que se preocupó, más no podía decirle nada, no le salían las palabras para poder disculparse.

Por la noche, Azuline bajó nuevamente, pero la cena no estaba lista así que su intención fue subir nuevamente a su habitación, sin embargo, Mihawk la interceptó en las escaleras.

–Espera – la llamó y cuando ella le miró sin una pizca de emoción, Mihawk se sintió nervioso como pocas veces en su vida desde que tenía memoria – creí... creí que querrías ayudarme a cocinar.

–Creíste mal, pero si es una de tus reglas no tengo opción ¿verdad?

Mihawk suspiró cansado. Él ya se esperaba esa respuesta y la usó a su favor.

–Así es, por lo menos podrías ayudarme en esto.

–Siendo que se me quema hasta el agua, no creo que quieras que yo esté mucho tiempo en la cocina. No te soy de utilidad.

–Tampoco lo fuiste cuando no bajaste a ayudarme con el huerto – rebatió Mihawk.

A la pobre mujer ya no le quedaban armas, la había rescatado del mar, se estaba quedando en su casa, comiendo de su despensa, siendo curada y atendida por él con total amabilidad y aun así ella le pagaba con indiferencia. Más no podía evitarlo ¿La razón de su enfado? Le atraía Dracule "ojos de Halcón" Mihawk de formas que no eran normales, no en su situación.

Gruño por lo bajo y a regañadientes asintió, cosa que Mihawk agradeció mentalmente. Ambos se dirigieron hacia la cocina para empezar y como siempre fue él quien repartió las tareas, se encargaría de cocinar y ella de cortar y pelar los ingredientes. Dicho esto, se pusieron a ello.

–Reese – llamó Mihawk y ella lo miró – ¿Podrías pasarme aquel cuchillo? – señaló a un recipiente que contenía varios utensilios, entonces ella, agarró el primer cuchillo que vio, al no ver el que había mencionado él. – ese no, el de la izquierda a ese – explicó calmado.

–¿Cuál es el punto? Son cuchillos, da lo mismo – le contestó, sin embargo, acató el encargo.

–No es lo mismo, tienen distinto filo y grosor para cada cosa, éste por ejemplo es para carnes magras como es el caso de esta pechuga de pollo.

Azuline rodó los ojos ante la explicación y volvió a su sitio para seguir cortando verduras.

–Me siguen pareciendo cuchillos y ya. – susurró.

Mihawk la escuchó más no le contestó, no quería iniciar otra pelea y menos por algo tan tonto como lo era eso.

–¿Terminaste con las verduras? – cambio de tema rápidamente.

–No, aún estoy en ello.

Él hizo un sonido gutural y siguió cortando el pollo. Azuline lo miró y dejó el cuchillo sobre la mesa.

– Qué ¿Ahora no dirás nada? – le expresó levantando un poco la voz.

– ¿Qué esperas que diga? – le contestó tranquilo y sin mirarla.

– Algo... no sé, cualquier cosa. Tal vez deberías preguntarme porqué estoy tan enojada contigo o...

– ¿Eso es lo que quieres? – le cortó él mientras se daba la vuelta y la miraba seriamente – creo saber la respuesta, por eso no te lo pregunto.

– ¿Ah sí? – su tono había bajado, pero conservaba la misma intensidad – ¿Según tú porque estoy enojada? A ver.

Mihawk suspiró, tratar con esa mujer era peor que tratar con las tonterías de Perona, sin embargo, a algo dentro de él le gustaba ese reto.

Entre el deber y la espada -Dracule Mihawk x Oc-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora