Capítulo 9: Atrapado.

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Llegaron hasta el barco principal en total silencio, Azuline estaba nerviosa, Issho estaba enojado y Mihawk era el único tranquilo, pues en su cabeza se montaba un plan perfecto que no podía fallar de ninguna forma. ¿Estaba siendo excesivo? Tal vez, pero era lo que necesitaba para saber si Azuline era lo suficientemente buena para estar a su lado.

Al amarrar el bote al barco, el primero en subir fue Issho, quien se reunió en cubierta con el vicealmirante que lo había acompañado.

–Debiste dejarlo en mis manos. – le comentó al verlo llegar.

–Lo tengo bajo control, Garp, pero no fui yo quien lo atrapó – le confesó.

– ¿Ah no? ¿Entonces quién...? No puede ser. – se interrumpió al ver subir a Azuline al barco con la cabeza gacha. – ¡teniente Reese!

Ella subió la mirada cruzándola con la de Garp, hizo el saludo militar y se puso firme frente a él. Por detrás venían dos marinos de bajo rango subiendo a Mihawk quien tenía las manos atadas.

–¿Qué significa esto? – preguntó Monkey D. Garp.

– Yo... puedo explicarlo, vicealmirante. – dijo bajando su mano de su frente.

– Me atrapó con la guardia baja, eso es todo. – respondió Mihawk, enojado – la próxima vez no tendrás tanta suerte, teniente.

–¿Eso es verdad? ¿En dónde habías estado todo este tiempo? – la bombardeó a preguntas. Mientras Issho seguía escéptico a creerle, pues no podría haberlo visto, sin embargo, no hizo comentarios después de todo se había cumplido la misión.

Mihawk no podía quedarse viendo, Azuline estaba dudando y su plan se iría al mar si ella seguía sin responder. Por lo que optó por contar una versión desde su posición.

–Ya había noqueado al almirante y estaba a punto de matarlo cuando algo me golpeó por detrás y desperté en el bote sin mi espada y atado. – escupió cada palabra con desprecio.

Azuline miró en su dirección, tratando de comprender que lo estaba haciendo por ella, para que pudiera volver a la marina, sin pensar en las consecuencias que eso conllevaba para él, puesto que era seguro que lo ahorcaran por piratería.

–Pido permiso para contarle la historia en privado, señor.

–Concedido, vamos a mi camarote.

Ellos dos junto al almirante Issho se dirigieron al espacio destinado al capitán de aquella nave, mientras que Mihawk era llevado a una celda en los pisos inferiores de ésta, internamente deseo que ella no arruinara el plan.

Una vez los tres solos, Garp hizo sentar a Azuline en la silla frente a su escritorio y al almirante Issho en el sillón frente a ella, quedando él de pie al lado de Reese.

Inmediatamente después Garp le dio la palabra y ella relató con lujo de detalles lo que le había pasado en ese mes desaparecida diciendo además que llegó a la isla Kuraigana a base de pura suerte hacía dos semanas y que había sobrevivido en el bosque, pero llegado el momento en que vio los barcos de la marina acercarse se había adentrado al castillo para robar ropa y poder reunirse con ellos.

–Ha pasado por mucho, es una suerte que estuvieras ahí para proteger al almirante Issho– elogió Garp, convencido de que su teniente decía la verdad pues nunca había faltado a su palabra.

–Eso fue todo, cuando me acerqué a la playa, vi la oportunidad perfecta para noquear a Dracule Mihawk. – mintió lo mejor que pudo, más no pudo convencer del todo a Issho a quien todavía le dolía la nuca.

Entre el deber y la espada -Dracule Mihawk x Oc-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora