Azuline golpeo a puño cerrado contra las rejas una vez que Garp se hubo ido y se arrodillo contra la húmeda madera del suelo. No tenia forma de escapar junto a Mihawk, todo se había perdido. se dio la vuelta y lo miró mientras las lágrimas volvían a salir de sus ojos.
–Lo siento tanto, Mihawk. Por mi culpa terminaste en esta situación... yo...
Mihawk trato de enfocarla lo más que podía, pero no alcanzaba, por primera vez sus ojos no veían tan bien como presumían los demás, así que estiró la mano hacia la mujer para poder de alguna forma tranquilizarla pues escuchaba sus sollozos.
–No es tu culpa, Azuline. Saldremos de ésta, ya lo verás.
–Repites eso, pero mírate como estás Mihawk. No hay salvación para nosotros.
Mihawk intentó reírse como pudo ignorando el dolor de su hombro y le dijo.
–Si que la hay, solo tienes que ser paciente. Confía en mí.
–Confió en ti, Mihawk. – le sonrió nostálgica.
Al rato llegó Koby con el balde de agua, pero no abrió la celda, lo dejó muy pegado a las rejas.
–Lo siento, el vicealmirante me ordenó dejarlo fuera. – se disculpó él.
–No te preocupes, pásame el trapo. – le dijo para que le diera lo que traía en las manos, de inmediato Koby dejo de estrujarlo nervioso para entregárselo.
–Tengo que irme, pero si se me permitió dejarte las cosas para poder curarlo. Ten cuidado, teniente.
–¿Por qué eres tan amable conmigo? – le preguntó mojando el trapo en el agua fría para seguidamente colocarlo en la frente de Mihawk.
–Supongo que me siento identificado con usted, teniente. – le expresó avergonzado.
–Deja de decirme así, ya no soy una teniente.
–No deja de serlo para mí, ya verá que en cuanto el vicealmirante vea lo fiel que fue a la marina le permitirá volver y todo quedará en un malentendido. – le decía esperanzado.
–hace rato que dejé de ser fiel a la marina, pequeño, no soy como tú. – le miró mientras seguía mojando la frente de Mihawk y le sonrió falsamente.
–Bueno de ser el caso, yo podría...
–Déjalo estar... niño. – le dijo Mihawk con los ojos cerrados, celoso del joven que trataba de convencer a Azuline de volver a la marina, con lo que le había costado que la dejara. Ella se rio de que todavía tuviera las fuerzas para discutir con un pobre niño segado por las leyes de la marina, pero se tapo la boca para que ninguno de los dos la viera. Mihawk la podía escuchar y Koby la miró avergonzado de sí mismo.
–No voy a volver a la marina, si llego a salir libre de esto, no pienso seguir las ordenes de un gobierno tan corrupto. – le aclaró Azuline.
–Yo lo entiendo, solo quería... no importa, ya me retiro – hizo una reverencia y se marchó por donde había venido.
–Ese chico está enamorado de ti – dijo Mihawk una vez que escuchó la puerta de entrada cerrarse.
–Es solo un niño, no sabe lo que hace, no te pongas celoso – trató de tranquilizar Azuline.
Mihawk estiró el brazo del hombro que no estaba lastimado y buscó con él la cara de Azuline para seguidamente acariciarla despacio, ella por su parte coloco su mano libre en ésta.
–¿Ya te encuentras bien? – preguntó él.
–Deberías preocuparte por ti.
–No me preocupa mi estado, tengo una gran doctora. – le sonrió tiernamente y ella sonrió de la misma forma.
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Entre el deber y la espada -Dracule Mihawk x Oc-
FanfictionAzuline Reese había dedicado su vida desde que era apenas una cadete de la Marina, luchando contra los piratas y las injusticias, sin embargo, luego de un incidente que le costó mucho, es salvada de un naufragio por el temible guerrero del mar, Drac...