4

413 61 3
                                    

Empiezo a recobrar un poco el sentido, aún mi cabeza se siente aturdida, siento que me balanceo, un balanceo errático, hay una opresión en mi vientre qué me sofoca la respiración. Abro mis ojos, y veo la tierra, voy como flotando, miro a uno de mis costados y veo los muslos, fuertes que dan pasos, algo lentos, espero que sea Yeyin-de. Miro hacia atrás y veo un rastro de un líquido extraño, un color como los retoños nuevos de los árboles después de la nieve,y parece brillar como las estrellas durante las noches.
No me atrevo a decir nada, ni tengo fuerza para liberarme. De pronto me doy cuenta donde estoy, y lo que veo, es la roca enorme de donde salió Yeyin-de.

-¿Yeyin-de? -

No tengo respuesta.

-Yeyin-de, bajame, creo que puedo caminar-

El no me deja, y veo que me mete adentro de la panza de esta cosa, siento miedo, pero una vez en lo alto, me deja en el suelo, agradezco que me depositará con cuidado y no solo me soltara. Me enderezó y es un lugar que no se como describir, jamás había visto estas cosas, ni siquera puedo darles nombre.
Miro a Yeyin-de acercarse a una mesa, con muchas cosas arriba, escucho que las toca y hacen un ruido particular, veo que por donde entramos se cierra, y vuelvo a tener miedo. Una vez la luz se tapó por donde entramos, el piso debajo de mi empieza a temblar, me levanto, asustada y trato de mantener el equilibrio, busco con la mirada a Yeyin-de, le veo, y camina agitado, errático y arrastrando sus pies, veo el rastro de ese color extraño qué deja detrás de él, y me doy cuenta que también lo tengo en mi ropa, al mirar su espalda estaba totalmente coloreada por ese líquido ¿es su sangre?, creo que si, y lo veo muy mal herido.
Veo como él se quita su pesada pechera, qué deja caer al piso,, veo que pone su mano sobre una de esas paredes negras, y se abre, me sorprendo, pero igual lo sigo, el no se ve bien, y pareciera que no se percata de mi presencia.
Yeyin-de, se acerca a otra pared y pone su mano, otra vez se abre, y aparecen muchas cosas, ilumnadas, por un resplandor como el de la luz de la luna. Lo veo tomar unas cosas, ponerlas sobre una mesa en medio de ese espacio, y sentarse agotadamente sobre una especie de banco.

Estoy perdiendo la conciencia, he perdido mucha de mi twei, necesito cerrar las heridas, pero me será imposible llegar a mi espalda. Vaya mi descuido, moriré en este lugar.

Me acerco rápido hacia el, veo su espalda, tiene una enorme herida, seguramente fue cuando vi a aquel, pasarle su cuchilla. Eso se ve espantoso, me sorprende su fortaleza, ¿como era posible que siguiera vivo y caminara esa distancia hasta aquí, y conmigo a cuestas?

-Dejame ayudarte, dime que debo hacer -

La voz de esa ooman, la escucho lejos, ah la traje conmigo, creo que fue un reflejo, la pérdida de mi twei, no me dejo pensar con claridad.

-Alejate-

Yeyin-de me aparta, su enorme brazo se ve lánguido, un movimiento errático, como lo hacen los hombres de la tribu después de beber mucha chicha fermentada. Aunque me aparte, debo convencerlo de que me deje ayudarle.

-Yeyin-de, mirame, dime que hacer - tomo su extraño rostro entre mis dos manos, sentí miedo de que me mordiera con esa boca tan terrorífica, pero el parecer él empieza a perder la conciencia.

-Por favor, mirame - le hablo más fuerte, como queriendo despertarlo, sus ojos dorados, me miran, pero ya no arden, es como si no logrará distinguirme.

La ooman, siento sus manos tocar mi cara, es cálida y suave, me doy cuenta que estoy perdiendo calor, y veo distorsionado, ella dice cosas qué escucho lejanas, pero su voz y su tacto me dicen que aún sigo vivo.

-Toma ese frasco, agarra el líquido y hechalo en la herida, pero antes debes ir cerrandola, después, toma esa jeringa, y la inyectas en mi cuello, del lado derecho- señaló perezosamente el lugar.

Espero haber entendido bien, veo las cosas qué tiene en la mesa, identifico el recipiente que debe cerrar su herida, y aprovecho y busco algo para limpiarla, una vez veo algunas como telas, voy rápido hacia su espalda, apartó un poco ese extraño cabello que tiene y empiezo a limpiar, una vez hecho esto, puedo ver con claridad el daño, la herida es muy profunda, podría ver su hueso, un poco más y ni él, y ni yo estaríamos aquí.
Cómo es tan profunda, empiezó a derramar el líquido y a juntar las partes cortadas, miro a Yeyin-de y se aguanta el dolor, escucho su respiración jadeante y pequeños gruñidos, sigo juntando piel y musculo y derramó liquido, me sorprende ver que enseguida deja juntas las partes, sigo así hasta terminar, y luego voy a su hombro, no es tan aparatosa como su espalda, pero igual la cierro.

Dejo el recipiente sobre la mesa y tomo esa cosa que parece un cuchillo fino, y débil, mis manos tiemblan mientras intento hacer lo que me dijo. De pronto siento que él toma mi mano, y la guía al punto donde debo insertarla, una vez el mismo posiciona mi mano donde me dijo, hago lo que me indicó y presionó, hasta que el líquido se vaya.
Yeyin-de pega un grito y mueve su torso con violencia, arqueando su espalda, pensé me lanzaría lejos, pero no fue así.
Pero si me asustó, y doy dos pasos hacia atrás, una vez que él vuelve a calmarse, me acerco, pero mi terror se incrementa al ver que empieza a perder la conciencia, me acerco y grito su nombre mientras lo sostengo por los hombros para que no caiga, pero mi esfuerzo es inútil, no puedo sostener el peso de su cuerpo. Poco a poco se viene hacia adelante, pero no quiero dejarlo caer, sigo en mi esfuerzo de sostenerlo, pero mis piernas tiemblan ante su pesado cuerpo, me voy hacia atrás, y caigo sobre mi espalda, el cuerpo de Yeyin-de, cae sobre mi, por un momento me quedo sin aire. La enorme cabeza de este guerrero descansa sobre mi pecho, siento su calor y una particular vibracion ¿esta dormido? Suspiro de alivio, por que por un momento pensé que lo había matado, y sin él mi fin sería el mismo.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Una rastreadora y un cazador Donde viven las historias. Descúbrelo ahora