21

319 44 13
                                    

**************Chumani*************

Hoy tendre una cacería, y mi presa es Yeyin-de,  lo único que tengo que lograr es agarrarlo.

He estado prácticando muy duro, por fin he logrado manejar el arco, mis brazos, hombros y espalda, dolieron mucho. Yeyin-de ni se preocupa, se iba y me dejaba sola, después traía algo para comer, a veces ni siquiera quería probar lo que traía, el dolor de mi cuerpo era tanto, qué no me permitía sentir hambre.

Había momentos en los que me sentía tan enojada, incapaz de poder dominar ese aparato, lo tiraba enojada hacia un lado, con fuerza golpeaba el piso levantando polvo, Yeyin-de paraba de hacer lo que lo mantenía entretenido, y miraba hacia el objeto tirado, para después mirarme, yo caminaba furiosa unos tres metros lejos de él y del arco, para luego de reflexionar que no había forma de abandonar lo que había  empezado, entonces regresaba.

De cada uno de mis enojos, gritos de frustración, agotamiento y cansancio, o de mis caminatas de rabiosas como empecé a llamarlas, lo que más me sorprendió fue él. Yeyin-de nunca dijo o hizo algún gesto de molestia por cada uno de mis gestos inmaduros, a mis veinticinco años, parezco una niña de dos. Sin embargo el fue tan paciente, que jamás te imaginarias, qué alguna vez pudiera perder el control.

Combate cuerpo a cuerpo, quien  podría imaginar que yo, una mujer de poca altura y cuerpo delgado, podría mover una montaña de musculo puro, y de un tamaño descomunal como lo es Yeyin-de, yo a duras penas le llego al pecho. El dijo "busca la forma". Y mi forma fue irme directo contra él. Me esquivo cada una de las veces, y cuando decidió no esquivarme termine con mi puño adolorido por tres días. Una de las peores partes fue, cuando recibí el contra ataque, Yeyin-de se puso en una posición de ataque, mientras seguí en mi técnica de ir de frente. Lo último que sentí fue su antebrazo, chocando contra mi vientre, y después salí volando, para luego caer entre unos montones de hierba, qué aunque amortiguaron  la caída, no evitó que igualmente me golpeara, termine con un codo raspado y sangrando, mi espalda muy adolorida y con dificultad de recuperar el aire que el empujón me había sacado, y eso es lo peor, solo fue un empujón. Yeyin-de en ningún momento me dio un golpe. Pienso que si eso sucediera acabaría por matarme.

Con dificultad me levante,  renqueando y sangrando, sosteniendo mi adolorido brazo. Yeyin-de me miro, o eso creo, su máscara estaba dirigida a mi rostro. Yo simplemente pase de él, solo quería recostarme y  buscar un poco de agua para limpiar mi herida. Agarre el recipiente, y verti el líquido, tratando con cuidado de quitar tierra pegada, ardía levemente cuando el agua caía encima. También me quejaba de mi espalda no sabía si estaba raspado o si ya tendría un horrible moretón, pero la espalda sería un sitio más difícil de llegar.

Siento la  poderosa presencia de Yeyin-de detrás de mi, y me volteo.

—¿Terminamos por hoy verdad? — le pregunté, estoy segura que casi le rogué.
Yeyin-de no contestó y se agachó de cuclillas, tomo mi brazo lastimado y lo halo hacia el, dio un leve giro y saco un líquido, amarillo. Este líquido era espeso y puso un poco sobre mi piel dañada. Esa cosa cayó, y Yeyin-de rápidamente la esparcio con su dedo. Al principio trate de jalar, pero el sostuvo fuerte, es lo que creo ya que no pude zafarme de su agarre. Pero lo que vino fue peor, eso empezó a arder, quemaba más que cuando inicialmente me hice la herida, pero así como quemo de pronto, así paro el dolor, y en donde antes se veía, sangre fresca y carne pelada, ahora era una costra marrón oscuro seca, y no dolía, no mucho.

Mire con asombro a mi brutal compañero, silencio y misterioso, era a veces un poco difícil tratar con él. Las pocas veces que intenté conocer algo de su vida, de su mundo, solo se limitó a mirarme y guardar silencio.

—Muéstrame tú espalda—

No pregunte mucho y me di la vuelta, aunque la verdad tenía miedo que me pusiera más de ese líquido que quema.

—Baja tú ropa— con una voz que indicaba total indiferencia, él me dijo, y solo me quedo obedecer.

Me senté, en el piso, y dándole la espalda, baje mi ropa, dejando mi piel  libre, y a su vista. Me sentí algo apenada, mientras que con fuerza, agarraba el frente, tapándome.

—¿Me arderá, como el líquido amarillo? — pregunte, debía prepararme mentalmente.

—No... —

Suspire.

—¿ Cómo se ve mi espalda? —

Por un momento no recibí respuesta. Hasta que sentí una sustancia muy fría sobre mi piel, específicamente en el centro de mi espalda.

—Tienes un color oscuro aqui— escuche decir a Yeyin-de, mientras su mano rasposa, se aplanaba con la sustancia fría en mi piel, su gran mano intentaba ser gentil, pero torpemente lo estaba logrando.

—Entonces fue un gran golpe — le dije, sonando un poco a broma, pero a él no le hizo gracia. ¿Estaría preocupado?

============Yeyin-de ============

Ella es demasiado débil, pero aun así ha logrado mucho. Controlar el arco de plasma es difícil hasta para un cachorro yautja en entrenamiento, a pesar de que la vi muchas veces enojada y desconfiando de su capacidad, regresaba a seguir intentándolo. Pero el combate cuerpo a cuerpo no creo que sea para ella, debo volver al inicio. Un solo empujón defensivo, causo tal daño en su cuerpo. Un brazo sangrando y una espalda golpeada, ni siquiera fue capaz de controlar su caída.

Tiene una piel muy suave, así son los oomans, una poca presión de mis garras, y podría desgarrarle la piel. Así de frágil es un pyode amedha, han estado en un lugar del universo protegido, de otro modo no entiendo, como han logrado llegar tan lejos.
Son de muchos colores diversos, ella tiene un color cobrizo, que en defitiva no tapó ese color negro que ahora ocupa una gran parte de su espalda.

— ¿Aún duele? — le pregunto, mientras espero que haga efecto el gel adormecedor. Y veo que solo niega con la cabeza.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Una rastreadora y un cazador Donde viven las historias. Descúbrelo ahora