Capítulo 14

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Clara y yo comenzamos a dirigirnos hacia la Villa Charman donde vivían sus padres, la cual sinceramente no estaba muy lejos de donde actualmente nos encontrábamos. 

En el pueblo, habíamos robado una que otra fruta para el camino como también algo de agua para Clara. Ninguno de los dos llevábamos dinero, por lo que el pedirle "prestado" a aquellos que tenían más que nosotros nos resultó una buena opción en estos momentos.

Mientras caminamos, miro a la chica, ésta ya notándose muy cansada, y no era para menos. Llevaba días caminando, pasando hambre y sed, sin mencionar el sol pegándole en el cuerpo. Además de la mala alimentación que tenía cuando era prisionera en el castillo.

—¿Estás bien? —Le pregunto. Ella asiente, pero yo no le creo.

—Estoy cansada, solo es eso. —Responde.

Noto como ya arrastra los pies, sus manos colgando y oscilando con cada paso que daba.

—Clara, ¿porqué mejor no descan...? —Antes de que pudiera terminar aquella oración, noto como el cuerpo de la chica se desploma; pero antes de que pudiera tocar el piso, corro muy rápido y la sostengo en mis brazos. —¡Clara! —Murmuran mis labios. Ella se sujeta de mi brazo y se pone en pie nuevamente.

—Estoy bien, lo estoy. Tengo que llegar a la Villa a ver a mis padres. Ya estamos tan cerca. —Levanta la vista y mira el horizonte.

Estimo que ya estábamos a tan solo unos 5 minutos del lugar.

—Ven, yo te llevo lo que resta de camino. Súbete a mi espalda. —Me coloco de espaldas a ella para que se suba. Miro por sobre mi hombro, ésta pensándolo. Pero al final accede.

Me inclino un poco y siento como Clara sube a mi espalda y se sujeta de mis hombros. Yo tomo sus piernas, las acomodo alrededor de de mi cintura y se las sostengo.

—Lo lamento, Heron. —Dice, mientras, yo procedo a caminar.

—No te disculpes, sé que tienes que estar cansada. Además de que no te has alimentado bien. Gastaste tus energías en este viaje. —Camino un poco rápido, para llegar lo más pronto posible a aquel lugar.

—Ya me siento mejor, en serio. Creo que solo fue un bajón de azúcar o algo parecido. —Dice, yo niego con la cabeza.

—Ya estamos llegando. Te bajaré cuando estemos en la Villa, no antes. —Sonrío mirando sobre mi hombro y viéndola parcialmente. La escucho bufar.

—Está bien señor cascarrabias. —Se burla. —Me bajaré cuando lleguemos a Charman entonces.

Sé que volteó los ojos, estoy seguro de ello.

—¿Quieres llegar más rápido? —Pregunto alzando una ceja. Ella se queda callada por un momento.

—Bueno yo... —La interrumpo y no la dejo terminar aquella oración.

—Agárrate fuerte entonces, porque llegaremos en un parpadeo de ojos. —Digo. Siento como Clara rodea sus brazos alrededor de mi cuello y se sujeta con fuerza. Yo la agarro fuerte de las piernas, sonrío de medio lado y comienzo a correr a toda prisa.

En menos de 5 segundos ya habíamos llegado a la entrada de pueblo Charman.

Procedo a bajar a Clara de mi espalda y la miro. Su cabello revuelto por el viento que le pegó en el rostro. En su cara una clara expresión de confusión.

—¿Estás bien? —Le pregunto, ella me mira sorprendida.

—¿Cómo es que...? —Me señala. Yo río por lo bajo.

—Cosas de vampiros, Clara. Cosas de vampiros. —Sonrío.

—Increíble, Heron. —Dice tomando una bocanada de aire y comenzando a caminar hacia dentro de la villa; yo le sigo.

Heron Wolfrahan ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora