"Dicen que en esta época él Sol comienza a morir... La verdad... Yo lo veo más brillante"
Ketill Eretson es un chico pequeño y débil, que vive en una aldea al norte del mundo junto con vikingos, su propio lo ha llevado a tener un desinterés por casi...
—Los masticadores están aquí por algo—Explicaba Ketill a Chispa, Melodía y Hurtador mientras se retiraban—Nunca habían venido a atacar hasta ahora... Solo espero que no relacionen esto conmigo—Ketill agarró a Melodía—Terminamos por hoy, diles eso a los demás.
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—¡Qué nadie salga de sus casas!—Ordenaba un vikingo a los habitantes del pueblo—¡Comandante Daven, ¿Tiene un plan?!—Pregunto el guerrero a su jefe.
Daven estaba resguardado en una torre junto a Maija y Rolf, estaba pensando «Si no los detenemos seguirán llegando, pero solo los podemos matar con ballestas, y si no se detienen, podrían encontrar los almacenes de comida» —De momento sigan con las ballestas, se me ocurrirá algo luego—Dijo Daven.
Los Masticadores llegaban y trepaban a las casas, posándose en sus puertas vigilando la calle—Si lográramos levantar a los dragones podríamos hacer algo—Dijo Rolf.
—Si, pero no sabemos que les dieron, no sabemos ni siquiera si aún están vivos.
—Aw... Míralo—Dijo Maija observando a Draco a través de los huecos en la ventana, estaba tirando en la calle dormido—Tan tranquilo como un bebé.
Rolf pregunto—Maija, tú sabes más de dragones que nosotros dos ¿Qué puede ser?
—Es un veneno—Dijo Maija con una voz segura—Seguramente un tranquilizante o algo.
—¿Quién pudo envenenarlos? Los Masticadores no tienen veneno que yo sepa—Cuestiono Rolf.
—Es obvio—Contesto Daven—Fue el Hijo de Dragones... El comenzó el ataque, fue justo cuando lo estaban acusando en la plaza.
Sorprendido, Rolf le pregunto—Estuviste ahí ¿Viste al Hijo de Dragones? ¿Tienes alguna sospecha?
—Estoy seguro de que lo vi—Dijo Daven—Estaba ahí presente, pero no sé quién es.
De repente se escuchó un estruendo ir directo al pueblo, era un silbido potente, como si un objeto a gran velocidad atravesara el cielo. Maija se asomó y vio a Chimuelo volar encima del pueblo, este descendió y disparo a uno de los Masticadores—¡No dejen que agarren a más personas!—Exclamo Hipo montado desde el dragón.
Los Masticadores observaron simultáneamente al dragón en el cielo y como si siguieran un orden comenzaron a ir tras Chimuelo—¡El jefe nos está consiguiendo tiempo!—Exclamo Maija con entusiasmo.
—¡Salgan de su escondite y recojan sus armas!—Ordeno Daven.
Mientras iban a tomar armas, Chimuelo e Hipo iban distrayendo a los Masticadores, los seguían sin mirar alrededor, no eran rápidos pero como el Furia Nocturna, aun así no se podían dar el lujo de tenerlos detrás.
Los vikingos salieron y tomaron algunas de sus armas, además de ir a reabastecer flechas y conseguir más ballestas. Daven y Maija, por su parte se acercaron a Draco—Dime ¿Qué tiene?
